PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA NACIÓN, NÉSTOR KIRCHNER, EN EL ACTO DE INAUGURACIÓN DE OBRAS EN LA LOCALIDAD DE SAN ISIDRO, PROVINCIA DE BUENOS AIRES

PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA NACIÓN, NÉSTOR KIRCHNER, EN EL ACTO DE INAUGURACIÓN DE OBRAS EN LA LOCALIDAD DE SAN ISIDRO, PROVINCIA DE BUENOS AIRES

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Señora Vicegobernadora a cargo del Poder Ejecutivo de la Provincia de Buenos Aires; señor Intendente Municipal Gustavo Posse; señores ministros del Poder Ejecutivo Nacional; autoridades nacionales, provinciales; señores intendentes, Amieiro, Pereyra, Granados; señores legisladores; señoras y señores: si ustedes me permiten, porque la obligación de un Presidente y de cualquiera que representa la voluntad popular es hablar y expresar sobre los distintos temas, antes de referirme expresamente a todas estas obras que estamos haciendo en San Isidro, con las ganas con las que estoy trabajando con el señor Intendente y con todas las fuerzas nacionales y populares de San Isidro en la construcción de ese San Isidro que los sanidrenses se merecen.

Si hacen un poco de silencio quiero aprovechar San Isidro que es un corazón vivo de la provincia de Buenos Aires para decirles que en el día de ayer mientras yo estaba en Paraguay, un señor, a quien respeto y aprecio, pero realmente me ha dolido fuertemente, que representa a los familiares del lamentable atentado de la AMIA, expresó que acá, en la Argentina, no se había revalorizado la Memoria y la Justicia.

Yo puedo decir ante el pueblo argentino y me duele profundamente, porque cuando dije el 25 de Mayo que acá en la Argentina “se ha revalorizado la Memoria y la Justicia”, es cierto que se ha revalorizado la Memoria y la Justicia. Pero llegar a la Justicia a fondo después de 30 años de impunidad, y de 14 años de impunidad de los que voy a hablar también como es el caso de la AMIA, es difícil. Todavía, queridos hermanos, estoy tratando de ayudar a las Abuelas a encontrar cientos de niños desaparecidos, estamos tratando de que haya Justicia, que se condenen a los que violaron y fueron terroristas de Estado en 1976, 30 años que fueron años de impunidad.

Yo no soy mago ni Mandrake pero soy un tipo honesto, decente, creo en la Justicia y les puedo asegurar de corazón que peleo con la Justicia contra toda la impunidad y no me ato las manos a ninguna impunidad. (APLAUSOS)

El pueblo argentino, todos los argentinos, los argentinos judíos, los argentinos árabes, los argentinos cristianos, los argentinos de todos los credos a quienes amo, aprecio y respeto, deben saber que la causa de la AMIA, durante años estuvo paralizada o entretenida con un juicio. Durante mucho tiempo Cristina les dijo a los familiares e integrantes de las organizaciones AMIA y DAIA que ese juicio que llevaba Galeano se hacía para entretener pero que nunca iba a llegar a la verdad y que el juez Galeano no quería la verdad. Ellos decían que tenían que seguir con el juicio y no escucharon lo que en ese momento desde la Comisión Bicameral Cristina les decía. Perdieron mucho tiempo y los que siguieron con ese juicio también, fue totalmente equivocado y nefasto para la causa. Yo los entiendo, pero eso sirvió para entretener y no ayudó a buscar Justicia, eso ayudó a que pase el tiempo y a tapar las pruebas.

Yo no participé para nada en el contubernio de alguna dirigencia de la comunidad judía, ya sea Beraja con el gobierno menemista. Ahí se dedicaron a tapar pruebas, yo los denuncié y espero que en los próximos días empiecen a salir las responsabilidades de haber ocultado este juicio, de haber ocultado la verdad durante tanto tiempo. (APLAUSOS)

Los denuncié en nombre del pueblo argentino; apenas inicié mi mandato el 30 de junio de 2003, establecí la eliminación del secreto de Estado como restricción para las declaraciones de funcionarios y agentes de la Secretaría de Inteligencia que fueron convocados a testimoniar ante el Tribunal Oral Nº 3. Fue lo que facilitó el esclarecimiento de un sinnúmero de irregularidades del juicio que había comandado Galeano. En julio de 2003 decreté la apertura de los archivos de la SIDE, que por primera vez en la historia se hacía en la Secretaría de Inteligencia. (APLAUSOS)

Esta medida, sumada a la anterior, fueron determinantes para la anulación de la causa instruida que llevaba Galeano adelante, es decir, se fue cambiando para siempre el destino del caso. También designamos por pedido de los familiares y de las organizaciones, la Unidad Fiscal de Investigación del Atentando que está a cargo del fiscal Dickman. Le pusimos 1.700 carpetas de la Secretaría de Inteligencia con 400.000 fojas a disposición; se realizaron todos los entrecruzamientos telefónicos, abrimos el Estado de par en par. En marzo de 2005, el Estado Nacional reconoció su responsabilidad por la violación al derecho a la vida e integridad física; la unidad AMIA del Ministerio de Justicia se presentó como parte querellante en la causa que yo les decía a ustedes, y así sucesivamente fuimos tomando todas las medidas que estuvieron a nuestro alcance.

Por eso me cayeron lágrimas ayer cuando se dijeron estas cosas que se pueden decir por el dolor y yo lo entiendo, pero que entienda el señor representante de los familiares, a quien aprecio y respeto, que la Argentina tiene un Presidente que está tratando de honrar a los argentinos en la claridad, que yo no soy Mandrake el mago. Si hubo 9 años permanentes por los cuales se trabajaron para la impunidad de las dos causas tanto de la Embajada de Israel como la del atentado a la AMIA, no es culpa mía; con lo que me encontré estoy empujando para adelante. Seguramente va a haber novedades, pero yo no voy a mentir ni voy a entretener ni a inventar juicios ni voy a inventar culpables. Quiero que lleguemos a la verdad y para llegar a la verdad hay que profundizar, hay que trabajar y tener un gran sentido de autocrítica.

Yo no sé por qué estuvieron durante tantos años siguiendo con el juicio de Galeano y siguiendo todo un proceso que tendió a entorpecer el esclarecimiento de los hechos. Pero integrantes de Familiares, integrantes de la DAIA y de la AMIA, como se los dije con toda claridad en la reunión que tuvimos ayer: siempre hemos trabajado por la verdad, estamos haciendo todo lo que podemos y por eso no aceptamos chicanas cortas. Cuando nos dicen del esfuerzo que hicieron para sacar y tener la posibilidad de la ley de Administración Financiera, lo hubieran puesto para la investigación de esta causa, estamos poniendo nuestro coraje, nuestro cuero y ante cualquier cantidad de amenazas, todo lo que podemos para esclarecer este tema. Ustedes no necesitan hacernos una chicana de tan bajo calibre. Siempre hemos abierto las puertas de la Casa de Gobierno.

Ahora yo no tengo la culpa de los acuerdos de allá, del daño que hicieron dirigentes que los representaban a ustedes con aquel gobierno menemista, no es mi culpa, yo estaba allá, era gobernador de Santa Cruz y no participaba ni conocía ni sabía cuáles eran los entuertos. Nunca sostuve y nunca avalé la investigación del juez Galeano, Cristina tampoco lo hizo.

Por eso les pido humildad, solidaridad y le digo al pueblo argentino que acepto con caridad cristiana críticas que considero injustas, seguramente habrá muchas para hacer, seguramente habrá muchas cosas para corregir, pero sepan bien que este Presidente que los argentinos tienen hoy, con absoluta lealtad, con imperfecciones como ser humano, con la verdad relativa, trabaja y lucha contra la impunidad, porque la sufrió como argentino y la sufrieron todos los argentinos en todos los aspectos.

Pero no puedo encontrar todavía lo que pasó totalmente hace 30 años por todas las cosas que hicieron para borrar la Justicia como no lo podemos hacer ahora, porque se trabajó para borrar las pruebas.

Entonces, juntemos nuestros esfuerzos para encontrar la verdad y muchas veces dejemos de imputar a los que no tenemos que imputar y vayamos a buscar a las cuevas a los que tenemos que ir a buscar que son los responsables de la impunidad. Esa es la tarea que tienen y que yo voy a llevar adelante. (APLAUSOS)

Lo digo con amor, con cariño, pero si me callara, estaría otorgando algo. El pueblo argentino quiere saber la verdad en todos estos temas que nos pasaron durante todos estos años, y si no lo hiciéramos, estaríamos como escondiéndonos y diciendo “bueno, pasó”. No, no.

Siempre he estado. Ayer tuve que estar en Paraguay y siempre voy a todos los lados que tengo que ir y defiendo mi verdad relativa con la fuerza que tengo. Pero yo estoy abrazado a todos los argentinos y a todas las comunidades y, en este caso estoy abrazado a la comunidad judía para buscar la verdad. Porque el atentado a la AMIA fue a argentinos que practican la religión judía, a argentinos que amamos y queremos y que lamentablemente no los tenemos y que siempre los vamos a respetar con toda nuestra fuerza. (APLAUSOS)

Muchas gracias por haberme escuchado expresar estas palabras iniciales pero creo que por respeto a los fallecidos en el asesinato o a los asesinados en la AMIA, a los familiares, a las organizaciones, a ustedes y al pueblo argentino, yo debía decir estas palabras. Se las digo desde el amor, se las digo desde el afecto pero, realmente, creo que no somos merecedores de ese tipo de imputaciones. Que cada uno también mire para atrás y vea por qué pasaron todas estas cosas, que las vean con grandeza. Nadie le pide a nadie que se martille los dedos con un martillo –valga la redundancia-, pero que cada uno vea qué es lo que hizo bien y qué es lo que hizo mal.

Es fácil, a veces, querer involucrar o ser fiscales en cosas que evidentemente algunos no tenemos nada que ver. Yo, desde el primer día, estoy trabajando para revalorizar, como quienes me acompañan, la Memoria y la Justicia.

Estoy feliz de estar en San Isidro, feliz con ustedes que están acá adentro y los que están afuera. Me hubiera gustado abrazarme a todos, con toda la fuerza y con toda la solidaridad. (APLAUSOS)

Escuchaba que el intendente Posse me decía “ahí, en algún medio dicen que la obra demoró dos o tres o cuatro meses más de lo que tenía que demorar y eso no es cierto”. ¿Saben lo que le dije? “Gustavo: desde 1952 esta obra estaba prometida, la terminamos en catorce meses, una obra fundamental para San Fernando y San Isidro” No sé si tardó dos meses más o dos meses menos, pero por qué no se ponen contentos que ahora en la Argentina se empiezan a ver las obras y ahora se empiezan a ver las realizaciones, por qué no tienen una actitud positiva. (APLAUSOS)

El informar no es siempre la tendencia a buscar lo negativo de las cosas, hay que tener objetividad. Una obra de esa naturaleza y de esa calidad me parece que es muy importante y es un triunfo del Municipio, de la Provincia, del Gobierno y de todos ustedes que se haya podido lograr. Tenemos otras obras que tenemos que terminar y otras que tenemos que empezar para seguir consolidando esta inversión que ya lleva más de 500 millones en San Isidro.

Fíjense ustedes lo qué es todo: en abril decían “la economía argentina se desacelera, crece sólo al 6,3 por ciento”; ahora en mayo creció al 8; ahora dicen “bueno, la industria se desacelera porque creció al 6,4 en abril”, después creció al 7, 3 en mayo y creció al 8,9 en junio.

Creo que tenemos que tener una actitud más optimista, la Argentina está creciendo, está generando trabajo, está invirtiendo, está tratando de salir del infierno. Después de tantas cosas que nos pasaron tengamos una actitud positiva, si nos está yendo mucho mejor que antes. Claro que nos falta mucho, claro que tenemos que resolver muchísimas cosas, claro que hay muchísimas asignaturas pendientes. Pero hay algunos que en vez de tener la actitud de generar las propuestas superadoras para ayudar a resolver las cuestiones tendientes, lo que tratan es de generar la máquina de impedir, no importa. Hagamos cosas, sigamos construyendo la Argentina, tengamos trabajo, tengamos la alegría de luchar, tengamos la apertura para con todos los sectores, construyamos fuerte una concertación plural pero que gobierne, no la concertación plural de la charla, sino la concertación plural de la realización, del mejoramiento de la vida de nuestros pueblos, donde los dirigentes demostremos que estamos por arriba de cualquier cuestión partidaria y enfoquemos a construir la Argentina que nos merecemos. Ese es el rumbo, ese es el camino que nosotros tenemos que llevar adelante. (APLAUSOS)

Por eso, le quiero rendir homenaje a un hombre que conocí poco, que tuvimos charlas francas y que muchas veces la historia nos hizo confrontar desde lo político, le quiero rendir homenaje a don Posse que no está. (APLAUSOS) Sé que en algún lado está viendo la obra que estamos inaugurando y estoy seguro, con todo cariño y respeto por Gustavo, que si él estuviera acá y si fuera hoy intendente de San Isidro, seguramente hubiéramos cortado los dos juntos la cinta y estaríamos tan contentos como está Gustavo ahora. (APLAUSOS)

Les quiero decir que acá tienen un presidente como lo ven, algunos me dicen pingüino, soy pingüino si nací en el sur, qué quieren que sea, soy de corazón pingüino. Pero hoy estoy con todo el corazón en San Isidro, compartiendo con los vecinos de San Isidro, trabajando con San Isidro y agradeciendo todo el apoyo que nos ha dado permanentemente, en las últimas elecciones el cariño permanente. Quiero decirles que vamos a trabajar fuertemente, como lo vamos a hacer con San Fernando, con el intendente Amieiro, vamos a trabajar todos juntos para hacer, como decía la señora Vicegobernadora y el señor Intendente, el país y las provincias que nos merecemos. Tenemos muchas posibilidades, tengamos alegría, esperanza, lucha, defendamos lo argentino con orgullo, cada vez que defendemos a los argentinos me dicen “Kirchner tiene problemas con tal…” No tengo problemas, lo que pasa es que no soy quien para regalar el patrimonio argentino, el patrimonio argentino hay que defenderlo porque es de todos ustedes, no es de un gobierno circunstancial. (APLAUSOS)

Por eso, queridos hermanos, muchas gracias por habernos escuchado esos primeros minutos, pero quería rendir cuentas ante ustedes, el pueblo argentino, de todas las cosas que estamos haciendo para que haya memoria, Justicia, de todas las cosas que estamos haciendo para trabajar y para fortalecer a la Argentina, para que haya trabajo, educación, para ir recuperando a nuestros jubilados que ganaban 150 pesos cuando me tocó asumir como sueldo mínimo, y hoy ya están con el apoyo del PAMI en 500, más del 270 por ciento de aumento. Claro que le falta y vamos a seguir empujándolos para arriba, pudimos darle un aumento a todos y terminar con esa injusticia por la que no podíamos llegar a todos, porque nuestros jubilados durante muchos años estuvieron postergados, pero no tengan ninguna duda que van a seguir siendo el eje de mis impulsos para que ellos sigan mejorando y tengan el resguardo que la sociedad les debe dar a quienes han trabajado tanto por esta querida Argentina, eso téngalo absolutamente presente. (APLAUSOS)

También, fíjense ustedes que ahí están los datos de muchas escuelas e institutos privados, que dicen que el poder adquisitivo de la familia argentina mejoró de 2003 nominalmente un 64 por ciento, pero descontando la inflación, un 32 por ciento, que ha bajado la pobreza a la mitad, que ha bajado la indigencia y la desocupación. Claro que falta mucho, pero miren donde estábamos y donde estamos, por eso lo único que les pido cuando los toco, aunque sé que lo están haciendo, es ayúdenme, acompáñenme a que me equivoque menos y a dejar a la Argentina en el lugar que se merece, que el 10 de diciembre de 2007 le podamos decir al pueblo que estamos en la puerta del purgatorio. Porque si ustedes me ayudan, el pueblo me ayuda. Yo creo en el pueblo, algunos dicen “quiere un diálogo directo con la gente”, sí, no me gustan que intermedien con la gente, que me entornen. A mí me gusta estar en el medio de la gente porque sé que es la gente que me va a cuidar, a respaldar para hacer un país distinto. (APLAUSOS)

Gracias, gracias de corazón, este corazón pingüino queda en vuestras manos. Muchísimas gracias. (APLAUSOS)