PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA NACIÓN, NÉSTOR KIRCHNER, EN EL ACTO DE INAUGURACIÓN DE OBRAS DE ITUZAINGO

PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA NACIÓN, NÉSTOR KIRCHNER, EN EL ACTO DE INAUGURACIÓN DE OBRAS DE ITUZAINGO

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Señor gobernador de la provincia de Buenos Aires; señor intendente municipal de Ituzaingó; señores ministros del Poder Ejecutivo Nacional y Provincial; amigos intendentes; amigas y amigos: para mí estar nuevamente aquí, en esta querida localidad de Ituzaingó, es un verdadero placer; puedo venir y mirarlos a todos ustedes con los ojos de frente y de corazón a corazón. Todo lo que fuimos conversando durante este tiempo, donde nunca dejé de venir, lo estamos cumpliendo. Estamos avanzando en una obra, que yo cuando escucho hablar a algunos dirigentes nacionales o algún dirigente nacional de que es la “hora de cloacas” -y todos saben a quien me refiero- recuerdo la vergüenza de lo que hicieron con las cloacas y la licitación de Ituzaingó, con la que prácticamente quisieron estafar a todo su pueblo. Lo estamos haciendo nosotros después de muchos años junto con el pueblo y esperamos que para fin del año que viene junto con la provincia de Buenos Aires, con el señor Gobernador, la podamos terminar.

El anuncio de la construcción de la obra y del terreno para el hospital es fundamental y central; la obra que acabamos de inaugurar también; las sucesivas inversiones en viviendas, en mejoramiento de las viviendas y el acompañamiento permanente a este pueblo de Ituzaingó fue, es y va a seguir siendo, y la Argentina paulatinamente va revirtiendo una situación dolorosa, lamentable que nos tocaba vivir.

Se acuerdan ustedes cómo explotó este país. Cuando los escucho hablar a algunos por los medios diciendo “nosotros....blin....blan”, esos discursos latosos de esa vieja dirigencia política que agotó al país, que lo fundió, realmente causa dolor, son los mismos que fundieron la Argentina, los que, como decía el Gobernador, se escaparon en helicóptero, los que reprimieron al pueblo en el puente del Chaco apenas empezaron en el gobierno, los que reprimieron al pueblo el 20 de diciembre de 2001 porque le decía a aquellas autoridades: “tenemos hambre, queremos trabajo, queremos certidumbre, queremos un gobierno que esté al lado de su pueblo”. Y le respondieron de la peor de las formas. Son los mismos que hoy tratan de obstaculizar la administración, como si la gente no se acordara de aquellas caras y de aquellos nombres que gobernaban la Argentina en ese momento.

Por eso ante ustedes quiero agradecer profundamente a mi compañera Cristina la pelea que está dando en el Senado para cambiar esta historia. (Aplausos) Y se enojan porque ustedes saben que Cristina no manda telegrama, les dice las cosas tal cual son, porque se los puede decir, porque tiene las manos y la conciencia limpias, porque ha luchado siempre de frente con aciertos y errores y allí está diciéndoles la verdad de lo que hicieron durante todo este tiempo.

Yo me pregunto, ¿por qué este país que está creciendo a tasas importantes, por qué hemos bajado la pobreza más de 30 puntos, la indigencia, la desocupación, por qué la inversión pública se ha multiplicado en este país, por qué el avance contra la exclusión es realmente tan fuerte, por qué el desendeudamiento que tenemos de la Argentina? Haber negociado la deuda privada y por primera vez el país se ahorró 67.000 millones de dólares, nos ahorramos 67.000 millones de dólares porque defendimos, sin bajar la guardia, los intereses de la patria, los intereses de la bandera y los intereses del trabajo argentino. (Aplausos)

Se enojaron porque le pagamos al Fondo Monetario Internacional, hecho histórico, y lo que pagamos prácticamente en un año lo vamos a tener recuperado. Me pregunto qué pasaba antes que cada vez debíamos más y teníamos menos reservas. Ahora pagamos todo y estamos recuperando las reservas. ¿Qué es lo que pasaba antes, qué es lo que sucedía en este país antes que los fondos se evaporaban? (Aplauso)

Son cosas que van pasando en forma concreta, que la gente las puede ver, las puede percibir. Por eso a cada lugar que voy le pido al pueblo que me ayude. Yo no vine a sentarme ni a quedarme por vida en el sillón de presidente; uno tiene convicciones, principios, vine a tomarme de la mano de ustedes para luchar por la nueva Argentina, por una Argentina distinta, justa, por una Argentina donde nuestros jóvenes en el mañana tengan la esperanza de estudiar, realizarse, de ser parte de un país que los encuentre contenidos, que los encuentre siendo protagonistas de una historia distinta. (Aplausos)

Durante años en este país se dictaron decretos de necesidad y urgencia, ¿saben para qué? Para descontarle el sueldo a los jubilados, a los activos, para poner el “corralito”, para perjudicar global y permanentemente a todo el mundo. Cuando este Presidente usa los decretos de necesidad y urgencia para aumentar a los jubilados, para aumentar los salarios de los activos, para proteger a la gente, para terminar con el proceso en el que fueron esquilmados, dicen “no, el decreto de necesidad y urgencia es una actitud autoritaria”. El decreto de necesidad y urgencia está en la Constitución y nosotros por primera vez lo vamos a reglamentar. Para ser aprobado se necesitaban dos tercios y ahora con uno se puede aprobar, queridos hermanos, con mayoría simple. Más democrático, más claro.

No me quieren dejar gobernar, no quieren que gobierne, no quieren que la Argentina cambie, y nosotros lo podemos hablar de cara al pueblo. Ellos lo usaron para meterle las manos en el bolsillo a la gente, para, como les explicaba recién, generarles esa situación que derivó en la explosión de gobernabilidad que tuvimos.

Y digo que necesito una ley de administración financiera, no me sirve la que en su momento promovió Cavallo porque evidentemente no nos permite gobernar, compensar partidas. En todo el país está. Dicen no, no puede. ¿Saben por qué? Porque me quieren extorsionar algunos legisladores desde allí para obtener prebendas. Que se vote una ley de administración financiera y que me den las posibilidades de poder gobernar, porque el pueblo argentino necesita que el Presidente pueda administrar este país. Yo sé que ustedes confían en mí, sé que ustedes me van a apoyar con toda la fuerza para llevar adelante este tema.

Les quiero contar que lo tienen todos los municipios del país, lo tienen casi todos los gobiernos provinciales, y a mí como Presidente no me lo quieren dejar; no quieren que haya una ley de administración financiera que es para compensar partidas. ¿Por qué no terminamos con esta hipocresía de una vez por todas? ¿Quieren que la Argentina vuelva para atrás, que nos vuelva a pasar lo que nos sucedió? Creo que se tendrían que tranquilizar. Este año hay que gobernar y gobernar, eso es lo que necesita nuestro pueblo, nuestra gente, y el año que viene –que no sean tan ansiosos- ya van a estar las urnas y el pueblo va a decir quién tiene que gobernar. Que no se pongan nerviosos que el pueblo siempre se puede expresar, esto es lo fundamental, lo central. Allá en octubre, ¡miren todo lo que falta para octubre del año 2007!

Por eso, queridos hermanos, estamos saliendo del infierno pero todavía estamos en el infierno, a no confundirse. Yo espero que cuando tenga que terminar mi mandato le pueda decir a los argentinos que estamos en la puerta del purgatorio, que los empresarios nacionales, los trabajadores, la sociedad empiece a vislumbrar un país nuevo definitivamente. Pero hay que avanzar, necesitamos construir nuevas posiciones, nuevas alternativas, profundizar nuevas ideas, no hay que volver a los viejos conceptos del viejo país al cual nos quieren retrotraer porque eso sería lamentable después de tanto esfuerzo hecho.

La verdad, queridos hermanos de Ituzaingó, les quiero estar profundamente agradecido siempre por vuestro acompañamiento -a los señores intendentes, al señor gobernador-, les quiero estar agradecido por ayudarnos, por tanto cariño y tanto afecto.

Ustedes saben que hay algunos sectores que me tratan despectivamente de pingüino pero me siento honrado de ser un pingüino de la patria, que trata de gobernar y defender los intereses de los argentinos. (Aplausos) Hay una película espectacular que muestra cómo los pingüinos cuidan la vida, y es realmente la vida, el amor, el cariño, los sueños, la fe en Dios, la fe en un destino distinto, la fe de querernos.

¿Puede ser algo tan importante tratar de tener un cargo para insultar y agraviar de cualquier forma, puede ser algo tan importante para alguien tratar de expresar cualquier cosa para tener algo de notoriedad? Prefiero la humildad del trabajo, la solidaridad de unos con otros, el tocarme la mano con ustedes, el decirme que no afloje, que siga para adelante, que me acompañan; cuando me transmiten su problema, cuando me alcanzan la carta, cuando me cuentan la angustia que están pasando me siento feliz de poder compartirlo con ustedes y poder ayudarlos porque me siento parte de la familia, parte de ustedes. (Aplausos)

Les puedo asegurar, queridos hermanos y hermanas, que estoy muy agradecido al pueblo de Ituzaingó. Desde acá, trabajo, amor, amor a la tierra, a nuestros hermanos, a la patria y a la bandera. Y a cuidar la Argentina, que es la tierra de nuestros pioneros, nuestros abuelos y nuestros hijos, a cuidar nuestro destino, a ser solidarios, a tener visión de pluralidad en esta patria nueva, a construir un destino distinto, a sentirnos orgullosos cada mañana de que este país va cambiando, a recuperar el deseo y la esperanza de la autoestima, a tomarnos de la mano todos con mucha fuerza y decir que otra patria es posible, a tomarnos de la mano y decirles a nuestros abuelos y a nuestros hijos que fuimos capaces de escribir la historia nueva.

Muchas gracias, muchas gracias Ituzaingó, muchas gracias amigos que me acompañan. Gracias. (Aplausos)