PALABRAS DEL PRESIDENTE NÉSTOR KIRCHNER EN HOMENAJE A LOS PERIODISTAS DESAPARECIDOS DE LA AGENCIA OFICIAL DE NOTICIAS TELAM

PALABRAS DEL PRESIDENTE NÉSTOR KIRCHNER EN HOMENAJE A LOS PERIODISTAS DESAPARECIDOS DE LA AGENCIA OFICIAL DE NOTICIAS TELAM

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La verdad que nos vamos acercando a una fecha que no es una fecha menor, el 24 de marzo. Dónde estábamos cada uno de nosotros el 24 de marzo. Para empezar les voy a contar dónde estaba yo, porque también es muy importante conocer la historia de cada uno, qué nos pasó, qué nos sucedió, qué nos pudo haber pasado y qué les pasó a muchos hermanos y compañeros nuestros.

Cuando a nosotros nos avisa un compañero el día 22 que ya estaba decidido el golpe y que venía una ola de secuestros muy importante en La Plata, recibimos la instrucción de cambiar de domicilio todos. Con Cristina, junto con otra pareja, vamos a una pensión muy humilde, a dos cuadras del distrito de La Plata, a pasar la noche del 24. Dejo la radio prendida y cuando escuchamos las marchas militares obviamente empezamos a buscar cómo ir sobreviviendo.

La otra pareja yo siempre la recuerdo, él era nada menos que un gran amigo mío, Carlos Labolita, yo fui a Las Flores a recordarlo. El era el segundo en CTERA de Bravo, en el gremio docente, que en ese momento recién se unificaba nuevamente. Habían secuestrado al padre porque querían que él se presentara para intercambiarlo con el papá, yo le rogué que no fuera a Las Flores porque con lo que estaba pasando sabía, o por lo menos intuía lo que podía ocurrir. Quería que viniera al sur conmigo, por lo menos ahí la vida se podía salvar. Más que la mayoría de nosotros no teníamos pasaporte, no teníamos nada, quedamos en manos de Dios. Algunos tuvieron la suerte o la prevención de tenerlo y otros en nuestra ingenuidad no teníamos nada con qué salir del país. El fue a Las Flores.

Porque en el momento en que va a Las Flores en abril, el papá de Cristina nos presta una casa en City Bell, ellos vivían con nosotros en la misma casa y nosotros teníamos un acuerdo de que cualquier cosa había que soportar 48 horas para poder buscar otros rumbos. Fue a Las Flores y lo que le devolvieron era al papá que estuvo 8 años preso, el segundo de CETERA a nivel nacional, eran las ropas porque a él lo tiraron desde un avión. Fue una decisión del general Mansilla de Tandil y un militar que estaba en actividad hasta ahora; ahora están presos los dos, recién hace un mes. Yo lo defendí en el ´80, era imposible por supuesto en esa época, algunos promovían la Obediencia Debida, el Punto final y demás.
¿Qué quiero decir con esto? Que fueron millones o miles de argentinos que de distinta forma vivieron lo que fue el golpe, lo terrible, y lo antes del golpe porque acá estamos viendo que tu hijo, Tati, fue desaparecido en el ´75.

Siempre cuento que cuando lo intervienen a Cepernic en Santa Cruz, el 1º de octubre del ´74, yo fui preso unos meses; no me pasó nada, no me hicieron nada, honestamente no hay nada de heroicismo sino que llegó la patota de Margaride y Villar, metían preso a todo el mundo y entre ellos, yo era defensor por supuesto del gobernador y de la institucionalidad, me tocó ir preso, en el ´74. Lamentablemente las desapariciones y las torturas en nuestro país empezaron en plena etapa democrática; también en eso debemos ser justos, que esto cultivó, que pasó después por una clase política que había estado vulnerable, que permitió y creyó que los males del país estaban en otro lado y no donde realmente estaban.

Por eso cuando pensamos en el feriado del 24, no fue para hacer un día de picnic. Si yo les pregunto a ustedes qué día empezó la Patagonia trágica del 21 no nos acordamos qué día empezó; sabemos que el día 21 por la gran tarea de Osvaldo Bayer, es decir, el papá fue un viejo poblador patagónico, Bayer tomó esa bandera y la llevó adelante con una dignidad encomiable; igual el 21 lo fue centrando él en la memoria.

Entonces nosotros pensamos que el día 24 de marzo, y yo sé que ustedes los más golpeados por la brutalidad de la dictadura militar, saben que es un día que no solamente empezaron o se consolidaron las 30.000 desapariciones, las torturas, los presos, los exiliados, bueno, todo lo que pasó, y demás, sino que se violaron los derechos de legalidad de todos los argentinos, en distintas formas, sindicales, políticos de todo tipo. Por eso es una fecha de recogimiento y de conciencia de los argentinos que tiene que quedar grabada definitivamente, inamovible por supuesto, no se puede hacer -y estamos todos de acuerdo- un día para ampliar el turismo, sino para consolidar la conciencia.

¿Qué pasará dentro de 100 años, 120 años, si nosotros no marcamos a fuego esa fecha donde se produjeron todas estas violaciones? Y también lo aclaro, estoy totalmente con toda la tarea que llevan ustedes de las distintas organizaciones, con los perfiles, los matices, las diferencias propias que tenemos los seres humanos porque es imposible que todos seamos iguales, que todos pensemos igual y demás. Seguramente si los chicos estuvieran acá me estarían haciendo preguntas fuertes, estaríamos discutiendo y demás porque eran periodistas. Bueno, cada uno cumple su función. Yo respeto el rol de los demás, a mí me toca este rol y lo ejerzo, y eso es la democracia en sí, donde nadie tiene la verdad absoluta y todos tienen una verdad relativa, eso es lo bueno de la democracia.

Siempre lo hablamos con Martín, cada vez que me viene a consultar algo le digo “vos siempre venís como un periodista a hablar conmigo”, siempre inquisitivo, es la característica, es la cultura, es la formación. Lo concreto es la multiplicidad de hechos frente a una sociedad que permaneció impasible.

Recuerdo abril del año ´77, estando en Río Gallegos, la gente salía a recibir a un general que fue presidente, no sé cómo definirlo, no me alcanza el diccionario, y había mucha gente en las calles aplaudiéndolo, mucha gente; en un pueblito, yo vengo de un pueblito. No era gente mala, por ahí era gente que estaba totalmente creyendo o los propios medios de la época le habían hecho creer que los males estaban allí, la situación, vaya a saber indudablemente el por qué. Nunca se hace una acción de este tipo en un solo sector. No nos equivoquemos, lamentablemente hubo muchos civiles en la Argentina, muchos grupos que hoy todavía existen, que representan determinados intereses que participaron también activamente y que deben mirarse hacia adentro, hacerse un análisis para entender que eso nunca más se debe repetir.

Por eso el 24 debe ser el Nunca Más que ustedes marcaron; esa es la fecha clave para que nunca más se repita; lo mismo en Uruguay.

Siempre digo y se lo dije a mi amigo a quien quiero tanto, Tabaré, que yo nunca hubiera hecho un plebiscito para decir si alguien es culpable o no es culpable, porque entonces alguien puede masacrar miles y miles de personas si en un determinado momento el humor de la gente vota de una forma y se evade la justicia. Es absurdo. Es decir, la justicia, nosotros todos, tenemos que estar sometidos permanentemente porque es la única forma que un estado de derecho se pueda consolidar; él concilia conmigo, pasa en otro tiempo, fueron cosas hechas en otro tiempo lamentablemente.

Por eso para mí, Tati, la hermana, los chicos, sobrinos, todos, a ustedes, hermanos de Uruguay, les puedo asegurar que no lo hago esto como Presidente. Sé que mi obligación como Presidente en este tiempo de la historia es tratar de ayudar a revertir y a consolidar definitivamente una política de derechos humanos amplia, global pero sí intransigente en cuanto a la violación de los mismos. Ni el peor criminal merece la tortura; merece la justicia, que le apliquen todas las leyes.

Esa es la preocupación que ustedes marcan y que yo comparto, lo que pasa en las penitenciarías, lo dije en un discurso del 1º de marzo, no habilita, como no habilita a aquellos que en su momento han tenido lamentables hechos como sucedió en mi provincia, en Las Heras, por más culpables que sean, que cuando los fueron a detener se excedieron y golpearon. Yo no avalo jamás este tipo de cosas, es decir, tiene que haber un respeto intransigente, íntegro de los derechos humanos, es una cuestión central, porque eso nos va a dar la garantía de vivir en una sociedad democrática, integral, inclusiva y fundamental.

Yo, Tati y Germán, no sé lo que se puede sentir como madre, pero debe ser algo terrible, imborrable, que te arrebaten de la casa a alguien que tuvo el derecho de ser transgresor, de pensar, de pensar diferente, de decir cuáles son sus ideas.

Yo también soy amigo de Joan Manuel (Serrat), cada vez que viene tratamos de estar juntos, comer juntos; debe ser algo tremendo, no hay forma de expresarlo. Creo que lo más que podemos hacer por quienes dejaron todo y no pidieron nada, es tener la mejor conducta con la construcción de un país diferente. Tarea que no es fácil, tarea que siempre va a merecer aciertos, críticas, discusiones pero siempre la construcción en democracia, la alternativa en democracia y la resolución de los temas en democracia.

Yo me río, pero me río largamente cuando algunos dicen, y dramatizan el conflicto hoy, conflicto de intereses, intereses naturales que puede haber. No existía en nuestra época este tipo de conflictos ambientales. En la ONU por primera vez se trata en 1991 el tema de los problemas ambientales que puede haber entre países; que puede haber algún roce entre argentinos y uruguayos; por Dios, por Dios, siempre la discusión de intereses se va a hacer con la capacidad de integración y la construcción de una patria grande, latinoamericana que siempre hemos soñado entre todos. Solamente gente que no entienda todo lo que nos ha tocado vivir a nosotros puede pensar que puede haber algo más que discutir. Está bien, se discute un tema, podemos estar más de acuerdo o menos de acuerdo, siempre en la democracia nos ponemos de acuerdo, esto es central.

Pero lo de los chicos es distinto, tenían 20 años. Yo les pido por esas cámaras que cada uno que esté en su casa mire a su hijo, piense como piense; 20 años tenían. Chicos que a los 20 años habían asumido una responsabilidad que por ahí no habían asumido los propios mayores. 20 años. Los trataron con una crueldad y una injusticia, con una falta de piedad, una cuestión tan absurda que es incomprensible. Uno ve un chico de 20 años hoy, y claro, uno dice “los chicos”, “los nenes”, nosotros teníamos 20 años. Es inexplicable esa crueldad.

Por eso Dios quiera que la justicia funcione rápido y tengan su condigno castigo, para que nunca más a los que piensan como nosotros…a los que piensan de una forma y a los que piensan de otra, que la democracia sea plural en forma permanente y nunca más se repita este tipo de cosas.

Yo agradezco a Tati por hacerme partícipe de este homenaje al nene. Mi mamá me decía nene en esa época. Me acuerdo que la segunda vez que me tocó ir detenido, el 6 de enero de 1975, con Cristina, tengo una anécdota. Mi mamá estaba preocupadísima, obviamente yo todavía no me había casado, éramos novios y estábamos en Santa Cruz, día de Reyes. Estos que denunciaban células por todos lados, con dos compañeros más nos detienen. Incomunicados, a los 20 días mi mamá me viene a ver. Creí que mi mamá me iba a abrazar, decirme “nene cómo estás”; me dijo “no te voy a perdonar más lo que hiciste con esa pobre chica, cómo está sufriendo”. Por Cristina. (Risas) Bueno, pensaba como una madre, pensaba qué le iba a decir la mamá, que estaba en La Plata obviamente. Claro, uno puede contar este tipo de anécdotas, hay miles que no lo pueden hacer.

Por eso, el reconocimiento eterno del Estado argentino, no de un Presidente, yo soy una circunstancia temporal de la historia. La tolerancia y la convivencia se alcanzan con justicia, no hay otra, el dolor no se cura nunca. Querer curar el dolor es imposible. El dolor por la pérdida de un hijo, y más de un hijo comprometido, o hija, por el arrebato, la inconsciencia y el creerse la mano de Dios por parte de algún loco, es algo que no se cura nunca.

Pero yo agradezco que en esta casa donde han pasado tantas cosas, y que sirvió lamentablemente para tantas cosas, esté entrando la memoria de aquellos que peleaban para que esta casa sirva para algo más justo, que se vuelva a integrar a la gente.

Agradezco poder pedirles perdón a los uruguayos por las cosas que pasaron en la Argentina con muchos uruguayos, en el operativo Cóndor, con todas las cosas que pasaron lamentablemente. Que nos una el dolor pero también nos una la historia, el futuro, esto es muy importante.

Y sí, cuando días pasados una señora me decía que acá en la Argentina pasaba esto o lo otro, con todo respeto le dije “señora yo tengo una posición, pienso de determinada forma”. Que me disculpen algunos editorialistas que pretenden que la unidad se alcanza olvidándose del pasado, del dolor. Yo sostengo que no se puede construir un futuro de unidad si no hay justicia. Tapando no se construye nada y equiparando menos, no podemos equiparar al terrorismo de Estado con aquellos que políticamente pensaban diferente. Es un absurdo. Yo se los digo con todo respeto a los señores editorialistas de los medios, que lo tengan siempre en cuenta. No hay forma de justificar eso y no hay forma de alcanzar la unidad de los argentinos en diferencia, en democracia, si no es con justicia y con memoria. Si no hay justicia no hay posibilidad y si no hay memoria tampoco. Y hay que trabajar para la unidad, obviamente, pero con justicia, con memoria y marcando claro que estas cosas no sucedan nunca más. En esta casa quienes sucesivamente estén lo tienen que consolidar en forma definitiva.

Otros países en el mundo lo han hecho, con gobiernos de centro, de centroizquierda, de centroderecha, pero no han transigido en estos temas. La propia Alemania es un ejemplo, después de pasar de un gobierno de centroizquierda a otro de centroderecha. Igualmente Francia, es un hombre de centroderecha el actual presidente francés, sin embargo cuando yo me senté a conversar con él lo primero que me preguntó fue por el capitán Astiz, por el tema de las monjitas y demás. Es decir que hay una conciencia de Estado sobre estas cosas. En la Argentina debe pasar lo mismo, debemos construir lo mismo.

Yo sé que tu hermano, vuestros hijos, tu hijo Tati, son parte de la historia viva, están en la historia grande de la Argentina. Sé que eso no los trae de vuelta, pero la poesía que vos leíste marca un momento de la historia donde muchos nos preguntamos por qué por pensar diferente tengo que estar pensando que mañana no estoy. Por qué no puedo pensar, solo, aunque no le guste a nadie, decir yo pienso así. Eso los argentinos lo tenemos que recuperar con toda vitalidad, con tolerancia, yo les puedo asegurar que no me molesta que haya sectores en la Argentina que políticamente tienen una visión más de derecha, que piensan diferente. Está bien, que se organicen, me parece bárbaro, porque eso tiende a que todo el mundo se pueda expresar. Es imposible que pidamos que todos piensen de la misma forma, pero creo que estas placas que van a estar en TELAM, que es la agencia oficial de noticias, que tiene que ser la historia viva de los argentinos, van a marcar con claridad la memoria. Y cada chico, cada joven que trabaje allí creo que va a mirar estas placas y va a tomar clara conciencia de lo que significa trabajar en TELAM.

Creo que Martín y las autoridades de TELAM lo que han hecho es un gesto…, yo no sabía, te juro que no sabía Tati que tu hijo trabajaba en TELAM, lo veo ahora como desaparecido de TELAM Como tantas cosas, no sabía. Perdón por demorar tanto, y gracias Martín por devolverle la memoria a TELAM, porque este reconocimiento que le hace TELAM a ellos dos es un reconocimiento al cual nos acoplamos todos los argentinos.

Y a todos ustedes gracias por estar acá. A los más jóvenes también las gracias y tengan la voluntad de participar siempre. Precisamente cuando menos participa la gente joven, que tiene ganas de transformar, de cambiar, es cuando más se consolidan los esquemas políticos para preservar determinados intereses. Mejor una sociedad que tenga movilidad, que tenga discusión, que tenga debate. Con altura, con nivel, para decir que yo pienso diferente que él no necesitamos insultarnos ni agraviarnos, sino discutir la idea, la esencia de la idea. Esto es lo que va a demostrar la madurez que tiene nuestro país, Uruguay y toda América latina, que es lo importante.

A nuestros hermanos uruguayos, el dolor por ellos es un dolor compartido por todos los argentinos. Recuerden siempre que es el Estado argentino quien los tiene en su valor, a ambos. Un beso y muchas gracias.