PALABRAS DEL PRESIDENTE NÉSTOR KIRCHNER EN MERLO, PROVINCIA DE BUENOS AIRES

PALABRAS DEL PRESIDENTE NÉSTOR KIRCHNER EN MERLO, PROVINCIA DE BUENOS AIRES

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Señor gobernador de la provincia de Buenos Aires, querido amigo Felipe Solá; señor intendente municipal de Merlo, querido amigo Otacehe, señora; señores ministros del Poder Ejecutivo Nacional y Provincial; autoridades nacionales, provinciales y municipales; amigos intendentes; señores docentes; señores directores; alumnos, amigos presentes aquí: en primer lugar agradezco a Dios poder estar recordando al general San Martín en esta hermosa, amada y querida localidad de Merlo hoy 17 de agosto; al Padre de la Patria, un verdadero ejemplo de dignidad, de orgullo, de lucha por la liberación nacional que los argentinos tenemos siempre como guía de todas nuestras acciones. El pueblo de Merlo y el pueblo de toda la República Argentina le rinde el gran homenaje que el general San Martín merece con un fuerte aplauso. (Aplausos)

Quiero agradecer también la presencia de nuestros gloriosos granaderos, que han venido a compartir con el pueblo de Merlo este recordatorio al general San Martín. (Aplausos)

También, aparte de los granaderos, fieles custodios de la moral, de la dignidad, de la lucha de patria, del sentido de nación que tuvo el general San Martín, nuestros combatientes en Malvinas que también con su presencia le dan la calidad y el marco que merece este acto. (Aplausos)

Ustedes saben las cosas que nos han tocado pasar, que nos han sucedido, en una Argentina que a veces trata..., no la Argentina ni los argentinos ni el pueblo argentino en el cual creo incondicionalmente, sino que algunos no se dieron cuenta todavía, con la práctica y la cultura política que le dieron al país durante las últimas décadas, el daño terrible que se le causó a esta Argentina. Pareciera ser que tratan de frustrar y de castrar cualquier proceso que le diera la posibilidad a la Argentina de entrar en un nuevo tiempo de la historia.

Yo les puedo asegurar que a mí me tocó tomar una Argentina devastada, siempre lo digo, devastada no sólo materialmente, devastada no sólo económicamente, sino devastada moralmente y resignada, donde los argentinos prácticamente habíamos perdido la autoestima, el valorar cuánto realmente valemos y en ese momento parecía que nunca íbamos a poder recuperar nuevos amaneceres. Me tocó un 25 de mayo llegar a esa Casa de Gobierno de la mano del pueblo argentino y a mi despacho de la mano de Cristina y mis hijos, y ver los tremendos desafíos que estaban por delante: la lucha por ordenar los intereses desordenados de la Argentina y la lucha por encuadrar a esos intereses que se quedaron con parte de la Argentina a partir de 1976 y que en los 90 se consolidaron fuertemente. No había camino intermedio, no hay camino intermedio, argentinos. Esto de que se puede ir por un camino gris no es tan así, acá en la República Argentina, en la reconstrucción de este querido país, se está con la Nación, se está con la Patria, se está con el pueblo argentino o se está con los intereses que constantemente quebraron y fundieron el país. Yo he optado decididamente por tomarme fuertemente de las manos del pueblo argentino, del corazón del pueblo argentino y empezar a reconstruir esta querida Patria para devolverle la dignidad que se merece. (Aplausos)

Desde las primeras horas, presionado por las empresas de servicios públicos privatizadas, que querían aumentos de tarifas del 200 y 300 por ciento, en esta Argentina que venía del proceso devaluatorio, me puse firme y logramos sobrellevarlo. Mientras tanto, tenía que soportar que muchos de los que escriben sobre la realidad argentina y muchos dirigentes políticos de esta Argentina dijeran “el Presidente se enoja, el Presidente tiene mal genio”. ¡Y cómo no me voy a enojar con esos sinvergüenzas que querían expoliar los bolsillos del pueblo argentino! Me enojaba porque me daba bronca lo que les pasaba a los ciudadanos argentinos, lo que nos pasaba a los argentinos. (Aplausos)

Cuando se tocan cosas que hacen a la Patria misma y yo veo a la dirigencia política, a muchos de ellos, a muchos que inclusive dicen que nos apoyan, que después no nos apoyan, después nos traban, no importa todas esas cosas que sólo ellos entienden, ese jerigonzo político que han generado realmente inentendible, digo ¿cómo uno no se va indignar cuando nos pasan las cosas que nos suceden con ciertos intereses? Las empresas privatizadas, la Justicia, la Corte que presionaba también por eso y tantas cosas, la construcción de una Justicia independiente; lo que pasaba aquí en la provincia de Buenos Aires, donde me encontré durante mi campaña presidencial a gente grande llorando con un papelito en la mano, un jubilado que decía “mire lo que me han pagado por mi vida de trabajo, un papel que dicen que se llama patacón”. Recuperamos todos los patacones y le devolvimos la moneda nacional a la provincia de Buenos Aires. Dos mil seiscientos millones que se pusieron de las arcas nacionales, y luego está el planeamiento de financiamiento ordenado que lleva adelante el Gobernador con la Nación. Juntamente con el Gobernador, por supuesto, devolvimos la posibilidad de que el trabajo, los activos, los pasivos, los comerciantes, los empresarios, volvieran a tener esa moneda nacional que había desaparecido.

También empezamos la lucha contra el desempleo y ahora, si Dios quiere, el índice del trimestre que se anuncia en setiembre, que es el de abril, mayo y junio, va a estar cerca del 12,1 y el mes de junio ya en el 11. Generamos 2.500.000 empleos y creo que a esta altura ya debemos haber generado más desde la última estadística que tenemos. (Aplausos) Negociamos más de 400 convenios colectivos de trabajo. Yo sé que falta en los bolsillos de los argentinos pero durante 10 años nadie les aumentó una moneda a los trabajadores, en este gobierno ya negociamos más de 400 convenios a favor de los trabajadores argentinos. (Aplausos)

Hoy esos mismos grupos que nadie los veía en ningún lado quieren por allí tirar más de la soga de lo que se puede y acá lo que hay que custodiar es que la Argentina siga avanzando, que podamos llevar todo de tal forma que los avances sean concretos. Con responsabilidad, con fuerza, con decisión, vamos a seguir recuperando el poder adquisitivo del pueblo argentino. No vamos a cometer actos de imprudencia pero no nos vamos a detener. Se terminó la historia de que esto es solamente para los de arriba, fundamentalmente es para los del medio y para los de abajo. Esa es la decisión de este gobierno en forma permanente. (Aplausos)

Fíjense ustedes que hemos bajado la indigencia, la pobreza, que hay algo que sale en la hoja 50 de los diarios y tendría que estar en la tapa: después de 35 años hemos bajado la mortalidad infantil en su índice más importante, 14,4. Son números incontrastables.

La recaudación se multiplicó. La negociación de la deuda externa privada, en la que me tuve que poner firme y también me decían: “pero el Presidente tiene que aflojar, la quita del 75 por ciento es muy alta”. Y me dejaban solo, aunque no el pueblo. Y logramos hacer el acuerdo más importante que se haya hecho en el mundo en una renegociación de deuda privada, con la quita de 67.000 millones de dólares. Ganó el pueblo argentino. (Aplausos)

La Argentina que venía en recesión creció el 8,8 en el 2003; creció el 9 por ciento en el 2004, en el primer semestre del 2005 creció el 9 por ciento y esperamos crecer entre el 6 y el 7 por ciento durante todo el año, si Dios quiere y todo sigue funcionando así. Un proceso de crecimiento que hace muchísimo tiempo que no se daba en el país.

También fuimos mejorando la distribución del ingreso. Claro que en dos años y medio no podemos recuperar todo lo que se ha devastado, pero lógico, muchos de los que devastaron este país hoy tratan de decirnos qué es lo que hay que hacer. Pero los argentinos tienen memoria, los argentinos sabemos quién fue el ministro que tuvo De la Rúa; los argentinos sabemos quiénes gobernaron la Argentina de los 90. Y ustedes acá en la provincia de Buenos Aires, porque yo fui gobernador de Santa Cruz y se los puedo decir con toda la fuerza; cuando al gobernador le preocupa la lucha por la coparticipación, que yo lo apoyé durante la campaña del 2003, les puedo contar que cuando los gobernadores de provincia le pedíamos más plata a la Nación quienes gobernaban la provincia de Buenos Aires en vez de pedirle más plata y ponerse firmes con aquel presidente que no quiero nombrar, preferían firmar los pactos fiscales, bajar las rodillas y aceptar lo que decía aquel presidente en vez de colocar a esta provincia junto con las otras para pedirle a la Nación lo que correspondía. Con este presidente no tengan ninguna duda de que el Presidente va a estar al lado de los gobernadores para que las provincias tengan lo que deban tener, como lo tienen ahora. (Aplausos)

Vayan a ver la distribución de fondos cómo creció a partir del gobierno que me toca llevar adelante; cómo creció la inversión federal. Por segunda vez vengo a Merlo, estuve en noviembre creo con el Intendente y el Gobernador acá, y vuelvo a dar la cara, a traer obras y a abrazarme con la gente de Merlo y les vuelvo a decir a los merlenses que Merlo es Argentina, que Merlo es Patria, que Merlo es la provincia de Buenos Aires y que el Gobierno Nacional los acompaña. (Aplausos)

Acá a no esconderse, que cada uno se haga responsable de su propia historia, a no esconderse. Hay gente que tuvo responsabilidades muy grandes en la provincia de Buenos Aires, que no hablan y están escondidos porque saben que tienen responsabilidades muy grandes con las cosas que no se hicieron. Saben que podían haber hecho mucho más por la provincia de Buenos Aires pero prefirieron seguir, seguir y seguir al hombre que enterró al país. Yo por eso no les pido que me sigan, les pido que me ayuden, que me acompañen, que me ayuden a darle al país otro rumbo y otra historia. (Aplausos)

Vamos a seguir y a colocar como valores centrales de nuestra gestión: causa nacional, desendeudamiento del país, mano firme y cuentas claras con el Fondo, el trabajo como elemento articulador de la sociedad, todo mi esfuerzo para crear cooperativas, para hacer viviendas, para reindustrializar el país, mover la estructura productiva, mover a los pequeños productores, las pequeñas cooperativas para generar trabajo. Sueño con llegar al 10 de diciembre de 2007 y decirle al pueblo argentino: ya estamos en un solo dígito de desocupación. No voy a dormir pensando en la generación de trabajo que es lo más importante que tenemos como gestión central para llevar adelante.(Aplausos)

El trabajo por la seguridad lo estamos empezando a llevar con fuerza en todo el país, pero yo que vengo de una provincia alejada y chica, digo que no generamos nosotros la inseguridad, el quiebre económico y financiero que tiene, tuvimos que heredar esa situación; no le tenemos miedo y vamos a afrontar con fortaleza el tema de la seguridad, pero no faltándole el respeto, el derecho y las garantías a la sociedad. Al contrario, mucha seguridad, mucha firmeza en el marco de la Constitución y trabajar junto con la gente, con las organizaciones barriales, con las organizaciones del pueblo, como lo están haciendo en la provincia de Buenos Aires, para lograr definitivamente encontrar el marco de la seguridad que con el mejoramiento económico, con firmeza y con presencia como corresponde a los organismos de seguridad, vamos a lograr devolverle a los argentinos esa seguridad que nunca debimos perder. Pero fueron muchos años de siembra institucional para generar la inseguridad. Fueron muchos años de desgobierno, muchos años de no darle los roles que correspondían a las instituciones de seguridad, fueron muchos años de permitir que las instituciones de seguridad hagan a veces lo que quieran; fueron muchos años sin jerarquizar esas instituciones de seguridad, fueron muchos años de hacer o mirar al costado. Eso se terminó en el país. Miramos para adelante, queremos seguridad, queremos ordenar definitivamente el marco que nuestros ciudadanos merecen. (Aplausos)

La política de salud es central, no solamente tiene que estar el esfuerzo que hacen los municipios, la provincia, sino también el del Gobierno Nacional que lo estamos haciendo a través del ministro de Salud. Vamos a seguir aportando aparatología de primer nivel, vamos a seguir aportando todo lo que sea necesario para la construcción de nuevos hospitales. Queremos que la salud llegue a cada lugar de la Argentina; pero claro, hermanos, son muchos años también dejando esa responsabilidad nada más que a la medicina privada. Nosotros queremos tener medicina privada, pero queremos que la medicina de la salud pública le ponga el piso y que la medicina privada cualifique para arriba y no para abajo. Para eso tiene que haber mucha inversión en salud pública, para que la medicina privada también mejore y en la complementación generemos el sistema de salud que nosotros nos merecemos. (Aplausos)

Por eso creemos firmemente en la salud pública. Señor Intendente, señor Gobernador, tenemos un gran desafío porque hay algunos que quieren destruir la salud pública para obtener alguna prebendita personal, no saben que la salud pública fundamentalmente es lograr que llegue al conjunto de la ciudadanía, que llegue a darle cobertura a aquellos que no la tienen, que tengan acceso a la salud pública millones de hogares de argentinos que la merecen y que no sea una salud pública mendicante, sino una salud pública de calidad y esa salud pública de calidad se logra con inversión, responsabilidad, solidaridad y generosidad. Para mejorar la salud pública tiene que poner todo lo que puede el Gobierno Nacional, todo lo que puede el Gobierno Provincial, todo lo que puede el Gobierno Municipal y también la gente que trabaja allí tiene que dar generosidad clara para recuperarla, porque todos saben, tanto los gobiernos como la gente, que hubo un proceso de vaciamiento y ese proceso de recuperación solamente en dos años no se puede hacer. Uno no es Mandraque el mago por más voluntad que tenga; ponemos el esfuerzo, ponemos la voluntad pero todos recordamos las cosas que han ido sucediendo y pasando en la Argentina.

Otro tema fundamental que está centrado en nuestros objetivos es el tema educativo. Estamos trabajando, queridos docentes, alumnos y padres, comunidad educativa, en un proyecto de financiamiento educativo para que definitivamente la educación pase a ser el elemento y la columna vertebral de la transformación en la Argentina. No va a haber transformación en la Argentina si no hay un sistema educativo que funcione como corresponde y esté debidamente financiado y cualificado; cualificado en su acción y financiado en los procesos que tiene que llevar adelante.

Dios quiera que dentro de algunos meses, de algunos días o algún mes, podamos estar diciendo al pueblo argentino que presentamos al Congreso de la Nación el proyecto de financiamiento educativo para que definitivamente haya un rumbo en esta materia que nos permita dar la seguridades y las calidades que nuestro país merece.

Entonces: renegociación de la deuda privada, tema ya logrado; independencia de la Justicia, tema que está avanzando y en plena marcha con la nueva Corte que ya funciona en el país; el desempleo con el 11 por ciento de junio que significa un avance concreto contra el mismo, igual que la indigencia y la pobreza; elementos centrales en la inversión pública, con la inversión en viviendas e infraestructura de todo tipo, como la que mencionaba el señor Intendente en cuanto al sistema cloacal, pavimentos, rutas de integración, viviendas y hospitales que se están llevando adelante en el país que son miles y miles de millones de pesos, al igual que en la provincia de Buenos Aires que se están invirtiendo bastante más que 3.000 millones de pesos, debemos estar rondando los 10.000 millones para que el gobernador tenga memoria y mi querido amigo también; casi 10.000 millones gracias a la tarea que él realiza que lo tengo todos los días apurando y apurando. (Aplausos)

En viviendas hay casi 4.700 millones de pesos que se están invirtiendo o se están empezando a invertir en la provincia de Buenos Aires; el trabajo como elemento articulador, la salud como elemento potenciador global de nuestra comunidad, esto lo está demostrando lo que hemos logrado en la mortalidad infantil con el 14,4 por ciento, el mejor índice de los últimos 35 años; el financiamiento educativo con la ley que vamos a mandar al Congreso con el acuerdo de todos los sectores. Y también como elementos concretos que van determinando hacia donde va la Argentina, qué lindo que le podamos decir al pueblo argentino en el 2007 que la indigencia está debajo de un dígito, que el desempleo está debajo de un dígito, que la pobreza se fue a la mitad, que la inversión florece en la Argentina, que este país se reindustrializa, que la producción vuelve, que el trabajo nuevamente está en marcha, que nuestros chicos, nuestros jóvenes y nuestros viejos recuperan la autoestima, que la bandera argentina se levanta, que nuestros jubilados se recuperan, que volvemos a decir con orgullo la palabra Patria, que volvemos a mirar a nuestros abuelos y decirles que no los dejamos en el camino, que recuperamos la Argentina y estamos recuperando la dignidad para ustedes, que estamos volviendo a ser una nueva Nación con un nuevo sentir, con un nuevo marco de construcción.

Este es el objetivo y yo se los quería contar en el día de San Martín, que marca el rumbo de un hombre como San Martín que señaló con claridad el camino por donde debía marchar nuestra Argentina, con los sueños que tuvo también aquel gran presidente, el general Perón y con esa dignidad que le dio a la Patria nuestra inolvidable Evita, que es un verdadero símbolo de argentinidad. (Aplausos)

Por eso les quiero agradecer profundamente y también contarles ¿por qué no? cuántas angustias a veces me toca vivir, cuántas trabas me ponen de afuera, cuántas trabas me ponen inclusive de aquí dentro del país, pero las que más me duelen son a veces las que me ponen aquellos que dicen que pertenecen al mismo espacio y al mismo camino político que hay que llevar adelante, los que dicen: “te vamos a apoyar, Néstor, andá adelante”. Te vamos a apoyar si nos das lo que queremos, si no te ponemos una zancadilla. ¡Que me pongan las zancadillas pero no me van a doblar las manos para darles lo que no corresponda! (Aplausos)

No me voy a dejar extorsionar ni desde adentro ni desde afuera. Los que quieran apoyarse en el partido político que sea, en libertad, en pluralidad y en consenso, les abro los brazos con muchísima fuerza, porque he aprendido y ahora entiendo el mensaje de algunos grandes líderes que tuvo la Patria, que hay muchos que se escudan levantando consignas históricas que tienen que ver con nuestro movimiento pero tienen toda una práctica absolutamente distinta, que nos traban, nos cuestionan y tratan de cualquier manera de impedir el cambio en el país, y el cambio en el país no lo va a hacer un solo partido. Lo dijo un gran general hace mucho tiempo: no lo va a hacer solamente un grupo de hombres y mujeres, el cambio que la Argentina necesita lo van a hacer los buenos peronistas, los buenos radicales, los buenos socialistas, los buenos independientes, los argentinos de uniforme que quieren esta tierra, la iglesia que se incorpore con todas sus fuerzas, todos aquellos argentinos desde distintos lugares, los buenos curas que se abrazan a su pueblo en la humildad y en la pobreza. Esos van a cambiar la Argentina y les puedo asegurar que es a eso a lo que nosotros aspiramos. No aspiramos a cambiar un partido, no aspiramos a dejar contentos a los peronistas, aspiramos a cumplir y a poder mirar con los ojos abiertos a todos los argentinos piensen como piensen. (Aplausos)

Muchísimas gracias y muchas gracias a ustedes, muchas gracias a todos. (Aplausos)