PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA NACIÓN, DR. NÉSTOR KIRCHNER, EN EL ACTO DE ENTREGA DE CERTIFICADOS DE CULMINACIÓN EDUCATIVA Y CAPACITACIÓN LABORAL A BENEFICIARIOS DEL PLAN DE JEFAS Y JEFES DE HOGAR

PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA NACIÓN, DR. NÉSTOR KIRCHNER, EN EL ACTO DE ENTREGA DE CERTIFICADOS DE CULMINACIÓN EDUCATIVA Y CAPACITACIÓN LABORAL A BENEFICIARIOS DEL PLAN DE JEFAS Y JEFES DE HOGAR

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Señores Ministros del Poder Ejecutivo Nacional; autoridades nacionales, provinciales; amigos, beneficiarios del Plan de Jefas y Jefes de Hogar; señoras y señores: profunda alegría tenemos hoy en ver el avance logrado por todos ustedes, por el trabajo llevado adelante por los señores ministros, una profunda satisfacción.

Lo que lamentablemente por esa tremenda crisis que explotó en el 2001 en la Argentina y que muchos de sus responsables miran para el costado también estuvieron y están los que creen o los que intentaron aprovecharse de la situación de miles de argentinos, de millones de argentinos. Tratar de tener actitudes prebendarías del más bajo nivel moral, ya sea con fines políticos, con fines, supuestamente, de búsqueda de Justicia, con fines de construcciones políticas determinadas o llevarlos permanentemente, en nombre de la Justicia, a la calle y a la confrontación, aprovechándose de la situación en que quedaron millones de hogares argentinos.

La Argentina, queridos hermanos, no hay otra forma de levantarla que trabajando cotidianamente, recuperando nuestra identidad, recuperando nuestro sentir nacional, volviendo a reflotar las industrias, volviendo a reflotar la producción, teniendo empresarios que trabajen en la Argentina con claro sentido nacional y que no busquen solamente la rentabilidad empresaria individual y creo que lo están entendiendo y, por supuesto, buscando la recuperación de la clase trabajadora y la clase media argentina.

Por eso me emocionaba cuando estaba mirando el video que nos pasaron, la esperanza, después de todas las cosas que le pasaron que tienen ustedes. Me emociona ver que hemos recuperado un millón y medio de puestos de trabajo. No importa las trabas, las piedras que nos vayan tirando en el camino. Hay un millón y medio de puestos de trabajo recuperados en Argentina, en apenas dos años, 30 meses consecutivos que crece el nivel de empleo y 15.000 planes, como ustedes, que van pasando mes a mes al trabajo activo. Porque todos quieren tener trabajo activo, el trabajo digno, el trabajo que le devuelve a uno la razón de ser, el sentirse parte del sostén de su familia, jefe de familia o ayudar al jefe de familia para poder sobrevivir y llevar adelante la esperanza de construir un mundo mejor. Esa es la gran batalla y la gran lucha que tenemos para dar en adelante.

Hoy nos encontramos con muchos casos donde hay demanda laboral y la oferta que tenemos, la preparación de nuestros jóvenes no está porque destruyeron todo un plan de escuelas técnicas. En muy pocas provincias - entre ellas la que me tocó gobernar a mí, creo que en la Capital Federal y alguna otras más - se mantuvieron las escuelas técnicas. Decían que la Argentina tenía que ser un país de servicio, que no necesitaba más los técnicos, las viejas ENET, que todos ustedes deben recordar, que le daban a nuestros jóvenes la posibilidad de entrar al trabajo industrial con oficios y preparados.

Hay una generación de jóvenes –entre 18 y 30 años- en la que muchos de ellos no tuvieron la oportunidad de trabajar todavía y ahora cuando van teniendo esa oportunidad, les falta el oficio y cuando falta el oficio muchas veces está el pseudoempresario especulador que ante la falta del oficio trata de que vengan a trabajar por nada. Estas son las cosas que poco a poco y con mucha fuerza y cotidianamente hay que cambiar de la Argentina.

Yo los felicito profundamente y tengan en cuenta y en claro que este ejemplo que ustedes no dan a todos los argentinos se debe multiplicar. Porque la Argentina va a seguir creciendo, pero la Argentina no puede en dos años ser el país que los argentinos merecemos cuando estuvieron más de cuatro décadas destruyéndolo permanentemente en distintas ocasiones, bajo distintas circunstancias, con distintas alternancias y con algunos períodos positivos entre esos tiempos pero, generalmente, siempre con una tendencia hacia el vacío.

Por eso, espero, con toda la fe en Dios, que cuando me toque terminar el mandato en 2007, le pueda decir a todos ustedes, a todos los argentinos que estamos en la puerta del purgatorio, que estamos saliendo del infierno, que estamos ganándole la batalla a la desesperanza y que estamos recuperando la ilusión. Pero eso se hace con esfuerzo, con entrega, con amor, con cariño, con sueños, con ilusiones y no hay otra forma de hacerlo.

Muchas veces levantar la piedra es fácil; difícil es levantar la pared, ponerle los ladrillos y colocar una chimenea que tire humo para demostrar que hay vida. Eso es lo más difícil y lo tenemos que lograr entre todos.

Muchísimas gracias por estar acá y a vuestras órdenes.