PALABRAS DEL PRESIDENTE NÉSTOR KIRCHNER, AL TERMINO DEL ACTO DE FIRMA DE CONVENIOS Y ENTREGA DE SUBSIDIOS EN LA LOCALIDAD DE LAS FLORES, PROVINCIA DE BUENOS AIRES

PALABRAS DEL PRESIDENTE NÉSTOR KIRCHNER, AL TERMINO DEL ACTO DE FIRMA DE CONVENIOS Y ENTREGA DE SUBSIDIOS EN LA LOCALIDAD DE LAS FLORES, PROVINCIA DE BUENOS AIRES

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Señor gobernador de la provincia de Buenos Aires; señor intendente municipal de Las Flores; señores ministros del Poder Ejecutivo nacional y provincial; autoridades nacionales, provinciales y municipales; intendentes de localidades vecinas; amigos y amigas: en primer lugar les quiero decir que estoy feliz de compartir con el pueblo de Las Flores, más allá de cualquier cuestión partidaria, de compartir con todos los hermanas y hermanos de Las Flores, piensen como piensen en esta tarea de devolver los sueños, el cariño, el amor y las ilusiones a un pueblo argentino y a Las Flores que se quiere realizar; realmente feliz de poder compartir con todos ustedes estos instantes.

Estoy acá con un verdadero compromiso de honor; en primer lugar, como Presidente de los argentinos yendo a cada lugar de la Patria, como corresponde, a trabajar y a estar con la gente. En segundo lugar, era una cuestión de honor, dignidad, amistad, de recuerdo al valor y a la integralidad de un amigo y de un compañero mío que me trajo en marzo de 1976, un mes antes del golpe, a conocer su pueblo que tanto amaba, a conocer a su familia. Estuve allí en la casa de la abuela de Gladys y luego en la casa del padre de Carlos, compartiendo dos días acá en Las Flores en un momento muy angustioso para la Argentina, donde el que pensaba, el que levantaba su voz, el que tenía diferencias era duramente perseguido. A nosotros, a parte de nuestra generación, a gran parte, nos tocó sufrir todo este tipo de circunstancias.

Vengo acá a decirles a ustedes que voy a trabajar por Las Flores, como si le tocara hacerlo a Carlos, con el mismo amor, el mismo cariño que si hubiera nacido en esta tierra. (Aplausos).

También va mi recuerdo muy fuerte para todos aquellos otros hijos de Las Flores que fueron atropellados, desaparecidos y encarcelados por esa larga noche a las que nos llevó la demencia y la locura de algunos. Así todo, dije que la Argentina no se va a construir ni con odios ni con venganzas. Tendremos todo el amor puesto para generar la reconstrucción de la solidaridad de esta Patria, pero hay justicia y hay reconciliación cuando no hay impunidad. Cuando hay impunidad no hay justicia y nosotros queremos justicia, por eso queremos que no haya impunidad. (Aplausos)

Estoy contento de venir a acompañar a un joven intendente, a alguien que lo vi trabajar con fuerza durante todos estos días con el objetivo de lograr para Las Flores lo que esté a su alcance y más allá de eso, peleando y luchando a cada minuto y a cada segundo por la necesidad de su localidad. Quiero felicitar a la localidad de Las Flores por este Intendente luchador, capaz, grande y digno que tiene. (Aplausos)

También tengo mucha felicidad compartiendo otro día de trabajo como lo hacemos pueblo a pueblo de la provincia de Buenos Aires, con alguien que no se olvida de ninguna localidad y que lucha permanentemente por los bonaerenses, por la provincia de Buenos Aires, por pelear por lo que les pertenece, que es mi querido amigo, el Gobernador, Felipe Solá, con quien es realmente un placer estar compartiendo estos momentos. (Aplausos).

Ustedes saben que en esta tarea de reconstruir la Argentina es necesario pensar en alto y volar alto. Muchas veces escucho expresiones de muchos de los que han sido responsables de que la Argentina llegara a dónde llegó, donde nos quieren decir qué es lo que hay que hacer y donde tratan de colocar gestos serios para decir: “a la Argentina le falta esto; si no se hace esto, lo que nos va a pasar”. Que entiendan aquellos profetas del pasado, aquellos que nos llevaron a esta Argentina que explotó en marzo de 2001, que los argentinos hemos perdido los miedos, que no nos asusta más que nos digan que si pasa tal cosa se viene la noche. Los argentinos tenemos la fortaleza, la fuerza, la capacidad para que la noche no nos tome nunca más y que definitivamente podamos reconstruir un país para todos. (Aplausos).

Claro que venimos de una Argentina desde el propio Infierno, claro que estamos luchando con muchísimas desventajas, un país que debe 150 mil millones de dólares y que está acosado por todos los lados. Pero que sepan que esta vez no hay bandera de rendición, si no creemos que la Argentina se recupera levantando alto esa bandera y esa decisión de volver a levantar los postulados de nuestra argentinidad, del sentido de Patria, del sentido de conjunto, del sentido de solidaridad, una bandera que nos vuelva a cubrir a todos los argentinos, volver a sentir que esta tierra es nuestra y volver a amarla con la fuerza de aquellos que la quieren recuperar con todas sus fuerzas y sus sentidos. (Aplausos)

Por eso estamos recuperándonos de a poco y tenemos menos indigencia, menos pobreza, menos desempleo, hemos bajado fuertemente también el desempleo en la Argentina. Vamos a volver a crecer al 8 por ciento o algo más, crece nuestra recaudación y mejora la distribución del ingreso.

Muchos hablan de otros lados pero fíjense la distribución del ingreso de la Argentina de hoy que debe estar en 1 a 26 del más rico al más pobre y compárenlo con otros países de Latinoamérica que tanto se habla; la Argentina ya está mejor que ellos y no nos alegra esto pero muestra que la Argentina se está recuperando.

Claro que nos preocupan los hermanos y hermanas excluidos, pero eso se arregla con inversión, trabajo, dedicación. Durante años escucharon discursos los pobres argentinos que están cansados de estar en el discurso, es hora que estén en la realizaciones de los gobiernos para ser parte activa de la Patria Argentina.(Aplausos)

Sueño con una Argentina que vuelva a reconstruir su estructura social, la clase trabajadora, la clase media y los empresarios nacionales; con dirigentes argentinos honestos, dirigentes argentinos decentes, dirigentes argentinos valientes, dirigentes argentinos que se sepan jugar por lo que piensan. No siempre la trenza sino la verdad que el pueblo necesita para salir adelante que es fundamental. No siempre la rosca sino la verdad, no siempre la frase hipócrita sino la verdad; no siempre agachar la cabeza sino la justicia, es una cuestión central. No como algunos que vivieron dándole la espalda a su pueblo permanentemente, que lo han hecho siempre sin ningún tipo de miramientos y después cuando se suben a los discursos hablan de los que menos tienen. Para estar al lado de aquellos que necesitan hay que trabajar permanentemente junto a ellos.

Es la hora de que los argentinos nos reconciliemos con la verdad, es la hora que nos reconciliemos con la realidad, es la hora que sepamos dónde estamos. Claro que estamos saliendo, lentamente de una situación muy difícil, pero vamos avanzando a pesar de esa dificultad para salir con mayor rapidez de lo que pensábamos y lo estamos haciendo entre todos los argentinos.

Yo les puedo asegurar, que en este tiempo de la historia que me toca ser Presidente de este país vengo a poner lo mejor de mí con mis errores, mis desaciertos y aciertos, nadie es perfecto, no hay quien tenga la verdad. Es hora que los argentinos y especialmente su clase dirigente recupere toda la humildad.

No es hora de grandes o sonados discursos donde uno se cree mejor que el otro. Es hora realmente de mirarse a sí mismo y tener el principio y el sentido de la autocrítica permanente para equivocarse menos. Es hora de darnos cuenta que es un momento donde hay que tener mucho marco de solidaridad y grandeza. Es hora de mirar al que está al lado no como un enemigo sino con el afecto y el cariño de un hermano de esta tierra. Es hora de tratar de aprovechar cada minuto para ir recuperando la Argentina.

Soy racionalmente optimista, sé que vamos a salir adelante, sé de corazón realmente que podemos llegar a construir una Argentina diferente, pero no le vengo a pedir al pueblo de Las Flores que me siga y que me siga porque ya vimos lo que nos pasó por seguir, seguir y seguir. (Aplausos)

Lo que le vengo a pedir al pueblo de Las Flores, si me permiten, es nada más que me tiendan su mano solidaria y me ayuden, que me tomen de la mano y me den esa fuerza que me dieron aquí afuera en todas las calles de la ciudad y que me digan: te ayudamos, te acompañamos.

Nos damos esa fuerza de volver a abrir las avenidas de la Patria al muro del no se puede, para que todos juntos podamos hacer, porque no hay salvadores individuales, no hay mesianismo alguno que nos pueda llevar a mejor destino.

Argentinos: la única salida que tiene permanentemente la Argentina es la construcción colectiva. Si todos los argentinos somos capaces de construir colectivamente un proyecto alternativo de país, no tengan ninguna duda que el amanecer está a la vuelta de la esquina y la Argentina va a volver a surgir con todas sus fuerzas. Ese es el mecanismo y el camino que debemos seguir. (Aplausos)

Tengo aquí parte de mis mejores recuerdos, en esta querida localidad de Las Flores; tengo aquí aferrados mis sentimientos. Me gustaría hoy estar caminando y estar junto a ustedes, también de la mano de aquellos que no están; me gustaría que me estuvieran acompañando en esta tarea de llevar adelante la Argentina, pero sé que en algún lugar del cielo lo están haciendo.

Tengo acá el compromiso firme de ayudar conjuntamente con el señor Intendente, el señor Gobernador a la construcción de un país diferente y les vengo a decir que estoy feliz de estar nuevamente como en marzo del ’76, como en el año 1981 cuando vine a la casa de Carlos para junto con el padre averiguar la ruta del no se sabe. Vengo con la misma fuerza y con la misma gana con que me abrazaba con Gladys y Carlos, a abrazarme con ustedes; vengo con las mismas fuerzas y las mismas ganas de hace 30 atrás porque sigo soñando en un país distinto con equidad y justicia. Vengo con toda la fuerza para decirles a ustedes que creo en la Patria, en nuestra bandera, en la argentinidad, en esta tierra, en la producción, en el trabajo, en los trabajadores, en la clase media, en nuestros intelectuales, en nuestros estudiantes, en nuestros docentes, creo en los argentinos, creo en aquellos que piensan como yo y los que piensan diferente, porque sé que los argentinos aprendimos la lección de la historia. (Aplausos)

Muchas gracias Las Flores, muchas gracias por compartir con ustedes este momento. Me han hecho emocionar tremendamente; nunca olvidaré este día, señor Intendente, señor Gobernador, y a todos ustedes, con mucha fuerza, que Las Flores puede y la Argentina también. (Aplausos)
Muchas gracias. (Aplausos)