PALABRAS DEL PRESIDENTE NÉSTOR KIRCHNER EN LA FIRMA DE CONVENIO DEL PLAN NACIONAL DE CALIFICACIÓN DE LOS TRABAJADORES DE LA INDUSTRIA DE LA CONSTRUCCIÓN

PALABRAS DEL PRESIDENTE NÉSTOR KIRCHNER EN LA FIRMA DE CONVENIO DEL PLAN NACIONAL DE CALIFICACIÓN DE LOS TRABAJADORES DE LA INDUSTRIA DE LA CONSTRUCCIÓN

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Señores ministros del Poder Ejecutivo Nacional; señor presidente de la Cámara Argentina de la Construcción; señor presidente del Instituto de Estadísticas y Registros de la Industria de la Construcción; señores y señora integrantes de la conducción de la Confederación General del Trabajo; señor secretario general de la Construcción; autoridades nacionales; señores empresarios; representantes gremiales; señores y señoras: realmente la puesta en marcha en conjunto de este plan de capacitación, el acuerdo entre la UOCRA y el sector empresarial es tremendamente importante porque tiende a subsanar, a reparar uno de los grandes daños que nos tocó vivir en el proceso económico anterior.

Muchísimos trabajadores, miles de trabajadores quedaron en el calle, sin oficio, en una exclusión no solamente de poder acceder laboralmente, sino que últimamente chocó con que teniendo la posibilidad de acceder a un trabajo no se tenía la preparación necesaria para ello. Es decir que el daño fue muy profundo, muy grande y esto lo que inicia es una tarea de reparación paulatina de este daño causado. Creo que es algo ejemplar, fundamental. Nosotros debemos tener en cuenta – como decía el señor secretario general de la UOCRA – que pasamos de 50 mil trabajadores registrados a 220 mil aproximadamente. Tenemos que volver a doblar este número, es fundamental para el movimiento económico, el crecimiento del trabajo, la distribución del ingreso, la participación activa en la realización de la Argentina, y para ello ya llevamos desde los inicios en el Gobierno un fuerte plan de obras públicas.

Vamos superando trabas burocráticas muy grandes, estamos tratando de perfeccionar los funcionamientos, la rapidez en las licitaciones, la rapidez en las adjudicaciones, que también es muy importante, y obviamente vamos destinando parte del superávit primario que tiene la Argentina a la inversión en obra pública porque pensamos muy distinto de lo que pensaron los economistas en la década del 90’, que decían que la inversión pública era gasto improductivo. Y así fueron quedándose miles de trabajadores en la calle, fue desapareciendo paulatinamente la obra y la inversión pública y luego se convirtió en una variable de ajuste para que cierren los presupuestos, para tener déficit cero, para todas las cosas que nos fueron sucediendo en aquel momento y en aquel tiempo que realmente uno trata de no recordarlo, pero a veces es importante para ver el porqué.

Así y todo en los últimos años en cuanto a la incidencia en el Producto Bruto Interno la vez que más inversión en obras públicas se alcanzó, hablando ya de la década del 90’, fue en el año 93-94, que llegamos a un 12 por ciento del Producto. Se llegó a caer hasta el 7, ahora hemos recuperado y estamos cerca del 11,8 en el 2003 y esperamos que continúe en 2004. En el 2003, respecto al 2002, creció en un 34, 35 por ciento la obra pública y evidentemente esperamos que este crecimiento siga en una fuerte proyección.

Hay en este momento, como expresó el funcionario que habló ante ustedes con anterioridad, cerca de 10.000 millones en inversión en obras públicas. Muchas de ellas ya se están firmando, hay una parte, creo que 5.600 millones que están en marcha y hay 4.000 millones o 4.600 firmándose.

Esto ha generado 388.000 puestos de trabajo; mañana vamos a lanzar un plan de 120.000 viviendas que hoy lo explicamos y lo consensuamos con la Confederación General del Trabajo, al igual que los 140.000 mejoramientos de viviendas que pensamos lanzar la semana que viene. Las 120.000 viviendas van a implicar una inversión de 4.000 millones y la generación de 366.000 puestos de trabajo, que esperemos que entre licitación y puesta en marcha de la obra, de acá a abril o mayo ya esté en plena marcha; se va a ir sucediendo, pero digamos que ya alcance un nivel de buen dinamismo de marcha. Al igual que las 140.000 viviendas que también van a generar cerca de 340.000 puestos de trabajo, ó 350.000 y algo más. Podemos estar entre 750.000 y 800.000 nuevos puestos de trabajo con una inversión de 5.300 millones.

Vamos a hacer un esfuerzo inédito para repotenciar fuertemente el crecimiento del trabajo, la economía, el desarrollo en la Argentina, la generación de infraestructura e ir generando esa vivienda que es tan importante para cada argentino, que es el piso social desde donde se puede defender para llevar adelante una vida digna. Esto es lo que nosotros deseamos y buscamos aceleradamente. Fíjense que la Argentina va incrementando año a año un déficit de 60 mil viviendas; fíjense que nosotros estamos a punto de terminar 96 mil viviendas que se habían empezado pero, evidentemente, no se logra alcanzar el equilibrio. Estas viviendas se habían empezado en años anteriores y ahora estamos en un 98 por ciento de construcción en la mayoría de ellas; pero es evidente que en la Argentina no se pueden construir menos de 60 mil viviendas por año y se deben construir muchas más, hay que hacerlo porque es la forma de acompañar las necesidades que demanda nuestra sociedad.

En esta inversión tenemos muchísimas esperanzas puestas; creemos que la construcción de una Argentina diferente, distinta, se logra con inversión, con trabajo, con inclusión social y también con una fuerte distribución del ingreso. Es decir, al avanzar sobre la inclusión social desde luego los argentinos tendremos que ir discutiendo la distribución del ingreso, que cuando empezamos en el Gobierno estaba casi en el 50 por ciento la brecha entre los sectores más ricos y más pobres, en 2003 cerramos al 37 por ciento y gracias a Dios sigue bajando, lo cual no significa que es una barbaridad. Los mejores tiempos –lo comentábamos esta mañana- que vivió la Argentina de distribución de ingreso están en los años ‘50, ’51, ’52, en el gobierno del general Perón, cuando estaba entre el 7 y el 11 por ciento. Fíjense adónde hemos llegado, es decir al grado de concentración por un lado y al grado de injusticia en la distribución de este ingreso.
Ese es el gran desafío, tenemos la meta, hemos visto el camino y creo que podemos llegar a este sentido trabajando con fuerza, con decisión y buscando el equilibrio que realmente se necesita.
Por eso les agradecemos profundamente, creemos en la obra pública, creemos en la inversión pública, creemos que ayuda a transformar la Argentina, creemos que ayuda a generar equidad social, creemos que dinamiza la economía y creemos que apuntala el crecimiento. Son conceptos reales y concretos de una filosofía que hemos tenido siempre y que la llevamos absolutamente adelante.
Los señores empresarios de la construcción tienen una responsabilidad muy grande, la de ayudar juntamente con la UOCRA y los funcionarios del Gobierno a tener procedimientos rápidos, cristalinos y que potencien toda esta tarea. Y los que generan los materiales, los que aportan la fabricación de los materiales de la construcción, que vayan invirtiendo más en capacidad instalada para que la mayor demanda por el crecimiento de la construcción no nos genere algún aumento en los materiales y resulte que porque haya poca producción de materiales de acuerdo con la demanda que en determinado momento tenga la economía, esto nos genere algún pico inflacionario.
Tiene que haber mucha seriedad, les estamos proyectando la inversión, se la estamos explicando, tienen un mercado absolutamente claro, acá se terminó la etapa de los atrasos en los certificados y todo lo demás, queremos llegar a pagarlos a los 30 ó 40 días como corresponde y no a 160 ó 150 como están cobrando ahora, para que ellos también puedan cumplir con quienes les provean de estos materiales.
Es muy importante tener un sentido de equilibrio: que pueda irle bien a todos, que los trabajadores puedan trabajar, que la Argentina pueda crecer, que los empresarios de las constructoras tengan trabajo y quienes fabrican los materiales los aporten en un marco de equilibrio y de convivencia, cuidando no excederse en los precios. Que es la tentación que a veces tenemos los argentinos, no solamente en esa área, de tratar de ganar más rápido y terminamos con los desastres y dolores de cabeza que nos han pasado en otras etapas. Esto también es muy importante.
Señores: muchísimas gracias por estar acá, gracias por compartir este momento. Dios quiera que podamos seguir y vamos a seguir anunciando inversiones de otro tipo, que también tienen mucho que ver con la obra pública. Con el Banco Nación vamos a anunciar un fideicomiso para la construcción de obras privadas. Lo pensamos hacer a la vuelta de nuestro viaje a Bolivia y Venezuela como otra forma de incentivar también fuertemente el sector. Es decir, que las perspectivas y las proyecciones son absolutamente claras, hay previsibilidad, hay capacidad de pago del Estado, entonces depende de que los funcionarios hagamos las cosas que tenemos que hacer y en el resto, lo que conforma toda la actividad y el circuito virtuoso de la construcción, cada uno haga lo que deba hacer.

Señores, muchas gracias. (Aplausos)