PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA NACIÓN NÉSTOR KIRCHNER EN EL SEMINARIO ARGENTINA - CHINA, SOCIOS PARA EL CRECIMIENTO

PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA NACIÓN NÉSTOR KIRCHNER EN EL SEMINARIO ARGENTINA - CHINA, SOCIOS PARA EL CRECIMIENTO

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Señoras y señores: en primer lugar quiero agradecerles muy especialmente la realización de este seminario denominado “Argentina – China Socios para el Crecimiento”. Explorar las posibilidades de concretar acuerdos dentro del marco que ambos gobiernos estamos creando para el incremento de nuestros vínculos y la apertura de nuevas oportunidades asociativas entre la República Popular China y la República Argentina es un importante y trascendente objetivo.

Este encuentro en el que participan autoridades, empresarios y académicos locales, y una importante delegación de representantes de empresas y de instituciones empresarias de Argentina que nos acompañan, además de hombres de negocios de otros países del MERCOSUR tiene para nuestro país singular trascendencia. Esperamos que la relación asociativa y de cooperación con la República Popular China ocupe un lugar importante entre las políticas de Estado.

China es el primer país de Asia que visito, lo hago acompañado por los gobernadores de las más importantes provincias argentinas, que a su vez representan nuestro norte, nuestro centro y nuestro sur geográfico. Ellos y la presencia aquí de más de 200 empresarios de Argentina y del MERCOSUR dan un claro testimonio del interés que suscitan en el Gobierno y en nuestro sector privado la relación con la República Popular China y las nuevas perspectivas que abren los acuerdos que estamos celebrando. Este interés no es nuevo, la República Argentina fue el primer país latinoamericano en establecer canales de cooperación con China ya desde 1920. Mediante negociaciones realizadas más adelante en el entonces Berlín Oriental en 1953 se acordaron las primeras operaciones comerciales consistentes en envío de trigo, extracto de quebracho y lana argentinos, mientras se enviaba bauxita calcinada desde China. La República Argentina y la República Popular China han sido proveedores confiables.

El intercambio ha crecido continuadamente desde entonces, de modo que hoy la República Popular China es uno de los cuatro principales socios comerciales de la Argentina y el primero en la región Asia Pacífico. Creemos que están dadas las condiciones para que una profundización de la relación bilateral, sin limitarse a lo comercial, nos permita construir un futuro mejor para nuestros pueblos. Las formas asociativas que promoveremos tienden a aprovechar los aspectos complementarios de nuestras estructuras productivas.

Compartimos con esta Nación un pasado de importantes coincidencias, de respecto mutuo y fructífero intercambio, con renovado impulso desde la normalización de las relaciones diplomáticas en 1972, sin confrontaciones en lo bilateral, con coincidencias en nuestra agenda internacional, y debemos incrementar aún más las relaciones bilaterales.

El acortamiento de las distancias que implica la globalización se nos presenta como una gran oportunidad para construir una asociación entre China y Argentina, que resulte tributaria y potenciadora de las políticas económicas de crecimiento económico con equidad social, en la que ambos gobiernos estamos empeñados.

Por nuestra parte promoveremos el acercamiento y la apertura económico comercial, tanto en forma bilateral como dentro del grupo de países como el G20 y el MERCOSUR, buscando eliminar prácticas distorsivas y plasmar una estrategia de crecimiento que permita alcanzar una mayor generación de empleo, un impacto más equitativo en nuestras economías regionales y una mayor participación de nuestras pequeñas y medianas empresas.

Nos planteamos un camino de complementación productiva con China, una asociación para el crecimiento en la que Argentina tenga un rol que aproveche la complementariedad existente entre las respectivas estructuras productivas, trabajando de manera conjunta para el desarrollo de los recursos naturales y la elaboración de los bienes y servicios que satisfagan las crecientes necesidades del consumo de la población. En este contexto consideramos que existe una situación propicia para que ambos países desarrollen una relación mutuamente provechosa, haciendo uso de las respectivas ventajas competitivas y aprovechando la complementariedad existente en nuestras estructuras productivas.

La Argentina puede asociarse a China en varios sectores, no sólo como abastecedor de materias primas, uno de los ámbitos de asociación mutuamente ventajosa es aquel del desarrollo del sector agropecuario y en sectores puntuales de conocimiento intensivo. Nuestros productores y empresarios tienen una aquilatada experiencia en materia de innovación tecnológica en el sector, ello nos ha permitido acortar los plazos de producción, mejorar la eficiencia de las cosechas y duplicar la producción cada diez años. Estos plazos podrían incluso ser menores con mayores inversiones desde el desarrollo de la biotecnología, será por eso importante el acuerdo en materia de biotecnología agrícola y bioseguridad, que fortalezca el intercambio y la cooperación en estos ámbitos y facilite el movimiento transfronterizo de organismos genéticamente modificados.


Debemos trabajar en la definición de esquemas asociativos en el área de ciencia y tecnología, por ejemplo en el desarrollo de germoplasma de trigo y soja, encarar estudios conjuntos sobre genómica y bioinformática, facilitar la capacitación de técnicos chinos en nuestro país, y desarrollar y transferir técnicas para pequeños productores en siembra directa, genética animal, manejo de pasturas, métodos de producción y coordinación de aspectos sanitarios.

En el área tecnológica-industrial nuestro país también posee la capacidad y las condiciones necesarias para ingresar en el mercado chino. Contamos con un capital humano altamente calificado en el desarrollo de software y tecnologías de la información. Fuertes lazos de cooperación tecnológica entre el Gobierno, las empresas y las universidades nacionales han logrado avances que combinan bajos costos de producción, altos estándares de calidad y un avanzado desarrollo.

Resultará mutuamente provechosa la vinculación de los sectores públicos y privados de ambos países mediante un acuerdo macro que favorezca el desarrollo y la aprobación de acuerdos conjuntos. En el marco de la utilización pacífica de la energía nuclear nuestro país busca incrementar la cooperación entre la Comisión Nacional de Energía Atómica y las empresas. En lo inmediato es posible la venta y transferencia de tecnología para la fabricación de cobalto 60, la provisión de agua pesada a las centrales de potencia chinas, y la provisión a las centrales de potencia de combustible nuclear.

A mediano plazo nos interesa la participación o colaboración en la construcción de centrales de potencia y reactores de investigación, junto con la provisión de combustibles de mayor densidad para reactores de investigación y centros de medicina nuclear, así como el desarrollo de un reactor innovativo conjunto.

En el área de transporte, con un acuerdo de servicios aéreos, se facilitará el establecimiento de los vínculos entre ambos países, y debemos trabajar activamente en el campo del transporte y mejora del parque ferroviario, con la finalidad de impulsar el desarrollo del sector y coordinar acciones para la reactivación de talleres ferroviarios.

En cuanto al transporte marítimo, mucho debemos avanzar en el intercambio de tecnologías y cooperación en materia de puertos y astilleros, por cuanto lo que aquí adelantemos irá en beneficio de la integración.

En lo relativo al sector foresto-industrial, existe potencial para la expansión de la asociatividad entre ambos países, atento a la fortaleza que posee la Argentina en este campo. Nuestro país se especializa en el diseño y la producción de máquinas para el trabajo de la madera en los aserraderos, posee un marco regulatorio avanzado y accesos por vías navegables a los puertos oceánicos, lo que abarata los costos de transporte.

Respecto de la industria minera y energía, la vastedad de los recursos de nuestro país, tanto por su variedad como por su importancia, serán con seguridad crecientemente demandados por la industria china, y al igual que otros sectores ya mencionados, pueden ser objeto de interesantes joint ventures en un futuro próximo. En este plano, debemos trabajar en la complementación de las acciones, tanto para la obtención de materias primas como para su desarrollo e industrialización.

Debemos incrementar nuestro intercambio avanzando en el aprovechamiento de aquellos sectores con mayor complementariedad comercial, identificando los productos donde las especializaciones y las necesidades coincidan, ya que en rubros como combustibles, agroalimentos y manufacturas de origen agropecuario e industrial, sobre un mercado importador de casi 30.000 millones de dólares estadounidenses, sólo unos 800 millones corresponden a productos argentinos.
En esta apretada síntesis trabamos de enunciar los puntos de asociación que están más a la vista, lo que no significa ni minimizar ni desechar otros que existen en materias tales como salud, respecto de lo que avanzaremos hoy, y educación.

El mundo observa con interés lo que ocurre en China, vemos como este país crece exitosamente, mientras busca un equilibrio entre los valores que orientan su rica civilización y la valentía y la audacia necesaria para incorporarse al vertiginoso proceso de aceleración histórica que nos toca vivir. Los grandes avances tecnológicos de fines del siglo veinte, particularmente en el ámbito de las comunicaciones y del transporte, facilitan significativamente los contactos entre las sociedades antes distantes, tanto cultural como físicamente, generando efectos positivos en términos económicos y sociales. Lo que apuntamos nos brinda la oportunidad y la posibilidad de intercambiar bienes, tecnología y servicios en cantidades sin precedentes, y ello debe servir para aumentar notablemente las posibilidades de nuestros pueblos.

Espero que el resultado de este importante seminario sea fructífero para todos aquellos que han participado, espero que los hombres de negocios aquí presentes puedan derribar barreras y concretar nuevas oportunidades de progreso, bienestar y provecho mutuos. Muy especialmente espero que los beneficios lleguen cuanto antes a los habitantes de nuestros países.

Les agradezco la oportunidad que me han brindado. Muchas gracias.