Señores ministros del Poder Ejecutivo Nacional; autoridades nacionales y provinciales; señores jefes de las Fuerzas de Seguridad; señores empresarios; señoras y señores: a sólo seis meses de haber iniciado nuestra tarea de administrar y gobernar la Argentina podemos plantear en esta área una inversión que hace muchísimo tiempo, muchísimas décadas no se llevaba adelante en la Argentina, no solamente por el monto que significa la inversión, sino también por las características, por las calidades y por las cualidades. El monto es por demás importante, planificar en estos cuatro años que vienen una inversión en cárceles en la Argentina de casi 400 millones de pesos no es un tema menor y es un esfuerzo muy fuerte del Tesoro Nacional, del pueblo argentino.
En segundo lugar, las características y la tipología de la conformación de estas cárceles; no nos interesa construir cárceles para que sean meros recipientes de aquellos que han delinquido y que tienen que hacer las tareas de recuperación en estos establecimientos, sino la intención es que ahí también llegue la dignidad y sean verdaderos edificios para que las instituciones puedan cumplir la tarea de la recuperación de aquel individuo que ha violado las normativas, las leyes vigentes, la convivencia entre los seres humanos aquí en la Argentina.
También un claro sentido de comprensión de que alguien que haya cometido un delito, que haya violado la convivencia o que no haya respetado los derechos humanos del resto no autoriza al Estado a responder con la misma conducta; nosotros queremos establecimientos que den las calidades, que den el proceso de recuperación, que den el proceso de inclusión y a su vez respetemos plenamente los derechos de todos los hombres y mujeres por más que se encuentren en una situación de esta naturaleza.
Nosotros cuando conversábamos en la elaboración de la plataforma no pensábamos que en tan poco tiempo se iban a poder encarar este tipo de temas que son fundamentales y centrales. En una Argentina en la cual es bueno tener una memoria permanente -venimos de una verdadera explosión hace muy poco tiempo, donde se había generado un verdadero resquebrajamiento institucional, social y económico- la recuperación no es tarea de una hora, de un día, del inmediatismo que a veces nos rodea a los argentinos, que queremos pasar en poco tiempo del peor de los males a la mejor de las situaciones; tenemos que entender, como ha pasado en muchos países del mundo que han sufrido este tipo de situaciones, que la recuperación que debemos encarar nos va a llevar tiempo.
Cuando uno ve los índices en que está creciendo la Argentina, cuando ve las el crecimiento de las distintas áreas, el crecimiento de la inversión en bienes de capital, importaciones, exportaciones, recaudación, consumo, uno se alienta y se entusiasma, pero es la primera vez que la Argentina prácticamente crece consecutivamente en seis meses después de muchísimo tiempo. Hay que tener muy en claro y muy en cuenta estos temas porque no basta con un año de crecimiento, no basta ni con dos ni con tres ni con cuatro, las mejores situaciones de la Argentina se dieron en largos períodos de crecimiento, donde crecíamos todos los años, como se da en el resto de los países del mundo. La situación de exclusión social, la situación de falta de inversión, la situación de carencias sociales, la situación de pobreza y de indigencia no se resuelve de un día para otro. Es fácil hablar de pobreza e indigencia, pero no encuentro ningún economista ni a estos tipos que hablan de la indigencia y de la pobreza que nos digan cómo la van a superar rápidamente. No se supera rápidamente, de un día para otro, cuando un país sufre la catástrofe que sufrió el nuestro lleva tiempo, hay que trabajar cotidianamente, hay que poner mucho esfuerzo, hay que tener mucha racionalidad y templanza, y hay que sacar a la Argentina que todavía está en el infierno, estamos saliendo del infierno, pero no lo hicimos todavía. Tenemos que crecer, crecer y crecer, obviamente que aspiramos a una distribución mucho más justa del ingreso, pero también es un absurdo cuando se dice “tenemos que distribuir el ingreso”, ¿qué es lo que pueden distribuir en esta Argentina devastada?
Tenemos que ir creciendo equitativamente, no vamos a esperar los conceptos que tenían los economistas del neoliberalismo que decían que había que esperar que crezca la Argentina, que el vaso derrame, que nuestra sociedad pueda crecer y que pueda haber inversiones en cárceles, escuelas, hospitales, rutas. Que las estamos haciendo, estamos invirtiendo, pero fundamentalmente tiene que ir creciendo la Argentina y tiene que haber una clara orientación hacia otra distribución del ingreso, y evidentemente no se puede distribuir un país que está quebrado y está vacío.
Digo todo esto porque es bueno sincerar de una vez por todas estos temas, es bueno hablarlos con absoluta claridad, es bueno dejar de tener un lenguaje confuso. Para hacer estas cárceles tenemos que recaudar, tenemos que juntar todos los meses el dinero correspondiente, hacer una inversión genuina y cumplir con las obligaciones que tenemos que llevar adelante. Para hacer las 700 escuelas que tenemos que hacer en la Argentina, que ya se están empezando a licitar todas y se van a empezar a construir, también; para construir las miles de viviendas que estamos haciendo y terminando, también; para hacer las miles de cooperativas que estamos llevando adelante e instituirlas, también; para poner en marcha los establecimientos de salud, hospitales y políticas sociales, también. Esto es lo que estamos haciendo con el esfuerzo concreto y solidario de todos los argentinos.
Pero del infierno al cielo, o del infierno al nuevo amanecer hay un largo camino que se debe llevar adelante con responsabilidad, con racionalidad, con honestidad, con administración correcta, orientando como corresponde los recursos, recuperando institucionalmente el país -que es fundamental-, recuperando la vigencia de las normas, de las instituciones, terminar con la impunidad que también es central, recuperar la justicia que es otro tema al que le damos una importancia fundamental, es decir reconstruir la Argentina. Por eso es muy importante que nosotros podamos de a poco establecer y llevar estos temas adelante.
Yo les puedo asegurar que no es tarea fácil, pero hemos podido demostrar entre todos nosotros que si tenemos este claro sentido de concentración en los temas que debemos llevar adelante y una clara planificación estratégica, superando lo coyuntural, lo vamos a lograr. En los próximos dos años en la Argentina se van a invertir más de más de cuatro mil millones de pesos en obras públicas, recuperación productiva, inversiones en infraestructura, crecimiento global de las distintas áreas de la economía que van a posibilitar el nuevo tiempo.
Señor ministro de Justicia; señor ministro de Planeamiento Federal: estamos muy contentos de poder poner en marcha estos temas, sé que las obras las vamos a empezar a ver el año que viene ya en plena marcha, y podrá decir el tiempo de la historia que empezamos a ver una tarea cualitativa, con rumbo y con una finalidad clara, para que las cárceles, dentro del marco de desarrollo institucional que tienen las áreas que trabajan en estos temas, ya no sean un simple recinto de seres humanos que han violado las normas de la convivencia social, sino verdaderas instituciones de recuperación. Muchas gracias.
En segundo lugar, las características y la tipología de la conformación de estas cárceles; no nos interesa construir cárceles para que sean meros recipientes de aquellos que han delinquido y que tienen que hacer las tareas de recuperación en estos establecimientos, sino la intención es que ahí también llegue la dignidad y sean verdaderos edificios para que las instituciones puedan cumplir la tarea de la recuperación de aquel individuo que ha violado las normativas, las leyes vigentes, la convivencia entre los seres humanos aquí en la Argentina.
También un claro sentido de comprensión de que alguien que haya cometido un delito, que haya violado la convivencia o que no haya respetado los derechos humanos del resto no autoriza al Estado a responder con la misma conducta; nosotros queremos establecimientos que den las calidades, que den el proceso de recuperación, que den el proceso de inclusión y a su vez respetemos plenamente los derechos de todos los hombres y mujeres por más que se encuentren en una situación de esta naturaleza.
Nosotros cuando conversábamos en la elaboración de la plataforma no pensábamos que en tan poco tiempo se iban a poder encarar este tipo de temas que son fundamentales y centrales. En una Argentina en la cual es bueno tener una memoria permanente -venimos de una verdadera explosión hace muy poco tiempo, donde se había generado un verdadero resquebrajamiento institucional, social y económico- la recuperación no es tarea de una hora, de un día, del inmediatismo que a veces nos rodea a los argentinos, que queremos pasar en poco tiempo del peor de los males a la mejor de las situaciones; tenemos que entender, como ha pasado en muchos países del mundo que han sufrido este tipo de situaciones, que la recuperación que debemos encarar nos va a llevar tiempo.
Cuando uno ve los índices en que está creciendo la Argentina, cuando ve las el crecimiento de las distintas áreas, el crecimiento de la inversión en bienes de capital, importaciones, exportaciones, recaudación, consumo, uno se alienta y se entusiasma, pero es la primera vez que la Argentina prácticamente crece consecutivamente en seis meses después de muchísimo tiempo. Hay que tener muy en claro y muy en cuenta estos temas porque no basta con un año de crecimiento, no basta ni con dos ni con tres ni con cuatro, las mejores situaciones de la Argentina se dieron en largos períodos de crecimiento, donde crecíamos todos los años, como se da en el resto de los países del mundo. La situación de exclusión social, la situación de falta de inversión, la situación de carencias sociales, la situación de pobreza y de indigencia no se resuelve de un día para otro. Es fácil hablar de pobreza e indigencia, pero no encuentro ningún economista ni a estos tipos que hablan de la indigencia y de la pobreza que nos digan cómo la van a superar rápidamente. No se supera rápidamente, de un día para otro, cuando un país sufre la catástrofe que sufrió el nuestro lleva tiempo, hay que trabajar cotidianamente, hay que poner mucho esfuerzo, hay que tener mucha racionalidad y templanza, y hay que sacar a la Argentina que todavía está en el infierno, estamos saliendo del infierno, pero no lo hicimos todavía. Tenemos que crecer, crecer y crecer, obviamente que aspiramos a una distribución mucho más justa del ingreso, pero también es un absurdo cuando se dice “tenemos que distribuir el ingreso”, ¿qué es lo que pueden distribuir en esta Argentina devastada?
Tenemos que ir creciendo equitativamente, no vamos a esperar los conceptos que tenían los economistas del neoliberalismo que decían que había que esperar que crezca la Argentina, que el vaso derrame, que nuestra sociedad pueda crecer y que pueda haber inversiones en cárceles, escuelas, hospitales, rutas. Que las estamos haciendo, estamos invirtiendo, pero fundamentalmente tiene que ir creciendo la Argentina y tiene que haber una clara orientación hacia otra distribución del ingreso, y evidentemente no se puede distribuir un país que está quebrado y está vacío.
Digo todo esto porque es bueno sincerar de una vez por todas estos temas, es bueno hablarlos con absoluta claridad, es bueno dejar de tener un lenguaje confuso. Para hacer estas cárceles tenemos que recaudar, tenemos que juntar todos los meses el dinero correspondiente, hacer una inversión genuina y cumplir con las obligaciones que tenemos que llevar adelante. Para hacer las 700 escuelas que tenemos que hacer en la Argentina, que ya se están empezando a licitar todas y se van a empezar a construir, también; para construir las miles de viviendas que estamos haciendo y terminando, también; para hacer las miles de cooperativas que estamos llevando adelante e instituirlas, también; para poner en marcha los establecimientos de salud, hospitales y políticas sociales, también. Esto es lo que estamos haciendo con el esfuerzo concreto y solidario de todos los argentinos.
Pero del infierno al cielo, o del infierno al nuevo amanecer hay un largo camino que se debe llevar adelante con responsabilidad, con racionalidad, con honestidad, con administración correcta, orientando como corresponde los recursos, recuperando institucionalmente el país -que es fundamental-, recuperando la vigencia de las normas, de las instituciones, terminar con la impunidad que también es central, recuperar la justicia que es otro tema al que le damos una importancia fundamental, es decir reconstruir la Argentina. Por eso es muy importante que nosotros podamos de a poco establecer y llevar estos temas adelante.
Yo les puedo asegurar que no es tarea fácil, pero hemos podido demostrar entre todos nosotros que si tenemos este claro sentido de concentración en los temas que debemos llevar adelante y una clara planificación estratégica, superando lo coyuntural, lo vamos a lograr. En los próximos dos años en la Argentina se van a invertir más de más de cuatro mil millones de pesos en obras públicas, recuperación productiva, inversiones en infraestructura, crecimiento global de las distintas áreas de la economía que van a posibilitar el nuevo tiempo.
Señor ministro de Justicia; señor ministro de Planeamiento Federal: estamos muy contentos de poder poner en marcha estos temas, sé que las obras las vamos a empezar a ver el año que viene ya en plena marcha, y podrá decir el tiempo de la historia que empezamos a ver una tarea cualitativa, con rumbo y con una finalidad clara, para que las cárceles, dentro del marco de desarrollo institucional que tienen las áreas que trabajan en estos temas, ya no sean un simple recinto de seres humanos que han violado las normas de la convivencia social, sino verdaderas instituciones de recuperación. Muchas gracias.