Señores ministros del Poder Ejecutivo Nacional; señor presidente de Telefónica S.A.; señores directivos de empresas telefónicas y de productos para el sector; señores miembros del Cuerpo Diplomático; señores empresarios; señores representantes sindicales; señoras y señores: con profunda alegría vemos la decisión en la que ha decidido avanzar el grupo Telefónica S.A., con cuyo presidente hoy hemos conversado largamente sobre las inversiones que piensan realizar en la Argentina, las que fueron explicitadas con absoluta claridad por los expositores y por el señor presidente de Telefónica.
Una inversión que ronda creo los 2 mil millones de pesos, que genera aproximadamente más de 1.500 puestos de trabajo, que se tecnifica, se moderniza y también, como algo muy importante, empieza a tener toda una proyección que va a generar en el marco productivo una inversión nacional en 2006 donde el 65 por ciento va a ser producción nacional, producido acá en la Argentina, y esto nosotros lo valoramos tremendamente porque es revertir totalmente la situación que teníamos en el año 2000 en nuestro país.
Realmente lo vemos muy bien, con grandes perspectivas y también lo que es en serio un claro concepto empresarial. Yo en ningún momento acá –y deben saberlo todos los argentinos porque esto es importante- he recibido ningún condicionamiento de aumento de tarifas o algún otro tipo de especulación que a veces se hace, para hacer inversiones en la Argentina. El Grupo ha decidido invertir, ha decidido apostar a suerte y verdad con el destino de los argentinos y nosotros eso, señor presidente, lo valoramos profundamente. Porque estos son los empresarios que nosotros necesitamos: empresarios que vengan a invertir en la Argentina, que generen crecimiento en la producción de industria nacional y que apuesten a la par nuestra al crecimiento del país, y no apostar al achicamiento, buscar alto nivel de tarifas para obtener un alto nivel de rentabilidad con la menor inversión posible y, después, que nos pasen las cosas que son conocidas y que de una manera u otra perjudicaron gravemente la situación de la Argentina en forma compartida.
Por eso nosotros saludamos la inversión, los invitamos a seguir invirtiendo, necesitamos que se siga invirtiendo en la Argentina. La Argentina va a crecer, va a ser un país estable, un país con equilibrio, con la construcción de un proyecto nacional firme, consolidando el capital nacional, generando una apertura plena a todos aquellos que quieran venir a invertir y a generar trabajo en este país y, desde luego, a obtener rentabilidades.
Vamos a tener reglas de juego claras, vamos a dar certeza en nuestros procedimientos porque no vamos a tener un doble discurso. Cada vez que hablamos de nuestro país, cada vez que hablamos de la Argentina que queremos construir, estamos diciendo con absoluta claridad lo que pensamos, no aquello que evidentemente generó en la Argentina un proceso y un modelo de concentración indebida y de injusta distribución del ingreso. Las empresas deben crecer con su pueblo, donde trabajan, porque esto es muy importante para la consolidación de un proceso económico y social con justicia y con equilibrio.
Agradecemos profundamente esta decisión de creer en la Argentina y nosotros conjuntamente vamos a trabajar con ustedes con los brazos abiertos, con absoluta confianza, pensando que nuestra querida Argentina, que ha sufrido las situaciones que son públicas y notorias, puede tener un nuevo marco de funcionamiento económico.
Nos alegramos de que hayan podido reestructurar toda la deuda, nos alegramos profundamente, se ve que tienen buenos directivos, buena conducción; nosotros vamos a seguir el ejemplo: vamos a reestructurar la deuda sin movernos un centésimo de lo que hemos propuesto.
Muchísimas gracias y gracias a todos por estar aquí.
Una inversión que ronda creo los 2 mil millones de pesos, que genera aproximadamente más de 1.500 puestos de trabajo, que se tecnifica, se moderniza y también, como algo muy importante, empieza a tener toda una proyección que va a generar en el marco productivo una inversión nacional en 2006 donde el 65 por ciento va a ser producción nacional, producido acá en la Argentina, y esto nosotros lo valoramos tremendamente porque es revertir totalmente la situación que teníamos en el año 2000 en nuestro país.
Realmente lo vemos muy bien, con grandes perspectivas y también lo que es en serio un claro concepto empresarial. Yo en ningún momento acá –y deben saberlo todos los argentinos porque esto es importante- he recibido ningún condicionamiento de aumento de tarifas o algún otro tipo de especulación que a veces se hace, para hacer inversiones en la Argentina. El Grupo ha decidido invertir, ha decidido apostar a suerte y verdad con el destino de los argentinos y nosotros eso, señor presidente, lo valoramos profundamente. Porque estos son los empresarios que nosotros necesitamos: empresarios que vengan a invertir en la Argentina, que generen crecimiento en la producción de industria nacional y que apuesten a la par nuestra al crecimiento del país, y no apostar al achicamiento, buscar alto nivel de tarifas para obtener un alto nivel de rentabilidad con la menor inversión posible y, después, que nos pasen las cosas que son conocidas y que de una manera u otra perjudicaron gravemente la situación de la Argentina en forma compartida.
Por eso nosotros saludamos la inversión, los invitamos a seguir invirtiendo, necesitamos que se siga invirtiendo en la Argentina. La Argentina va a crecer, va a ser un país estable, un país con equilibrio, con la construcción de un proyecto nacional firme, consolidando el capital nacional, generando una apertura plena a todos aquellos que quieran venir a invertir y a generar trabajo en este país y, desde luego, a obtener rentabilidades.
Vamos a tener reglas de juego claras, vamos a dar certeza en nuestros procedimientos porque no vamos a tener un doble discurso. Cada vez que hablamos de nuestro país, cada vez que hablamos de la Argentina que queremos construir, estamos diciendo con absoluta claridad lo que pensamos, no aquello que evidentemente generó en la Argentina un proceso y un modelo de concentración indebida y de injusta distribución del ingreso. Las empresas deben crecer con su pueblo, donde trabajan, porque esto es muy importante para la consolidación de un proceso económico y social con justicia y con equilibrio.
Agradecemos profundamente esta decisión de creer en la Argentina y nosotros conjuntamente vamos a trabajar con ustedes con los brazos abiertos, con absoluta confianza, pensando que nuestra querida Argentina, que ha sufrido las situaciones que son públicas y notorias, puede tener un nuevo marco de funcionamiento económico.
Nos alegramos de que hayan podido reestructurar toda la deuda, nos alegramos profundamente, se ve que tienen buenos directivos, buena conducción; nosotros vamos a seguir el ejemplo: vamos a reestructurar la deuda sin movernos un centésimo de lo que hemos propuesto.
Muchísimas gracias y gracias a todos por estar aquí.