PALABRAS DEL PRESIDENTE NÉSTOR KIRCHNER EN LA COMIDA OFRECIDA EN HONOR DEL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA FEDERATIVA DEL BRASIL, LUIZ INACIO LULA DA SILVA.

PALABRAS DEL PRESIDENTE NÉSTOR KIRCHNER EN LA COMIDA OFRECIDA EN HONOR DEL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA FEDERATIVA DEL BRASIL, LUIZ INACIO LULA DA SILVA.

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Excelentísimo señor presidente de la República Federativa del Brasil y señora Marisa Lula Da Silva; señor vicepresidente de la Nación; señor presidente de la Cámara de Diputados de la Nación; señores gobernadores; señor Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; señores ministros de la República Federativa del Brasil; señores ministros del Poder Ejecutivo Nacional; señores legisladores; distinguida delegación brasilera; señores empresarios; señoras y señores: es para los argentinos un profundo honor tener hoy en nuestra casa al señor presidente de nuestra querida hermana República del Brasil. Y la presencia del señor presidente de Brasil para los argentinos en esta etapa de la historia no es una visita protocolar más, no es una reunión más y natural que puede existir entre los distintos jefes de Estado, es para nosotros profundizar un desafío que tanto mi amigo -verdaderamente mi amigo- el señor presidente del Brasil y quien les habla compartimos plenamente, que es la construcción de un proceso de integración, primero bilateral entre Brasil y Argentina.

A pesar de algunos procesos históricos, a pesar de algunos conceptos dogmáticos que pueden existir de un lado y del otro, y que es natural que existan en el marco de la pluralidad, nosotros con nuestro amigo creemos firmemente que hay que superar rápidamente las contradicciones históricas que nos llevaron a disputas que nos neutralizaron y en vez de generar un desarrollo conjunto, conspiraron contra el desarrollo de nuestros propios países. Nosotros estamos absolutamente convencidos de que el proceso de integración serio, responsable, desde el punto de vista económico, institucional, cultural, social y físico entre Argentina y Brasil va a determinar un cambio radical en la gestión y en la región que tenemos que llevar adelante nosotros.

Por eso aspiramos a una profunda relación bilateral, cristalina y sincera ante los ojos de las dos sociedades, pero también queremos que esa relación bilateral sea la construcción de la columna vertebral del Mercosur en una primera etapa, de un Mercosur que se debe integrar no sólo desde el punto de vista económico, no sólo debe resolver las cuestiones arancelarias, no sólo debe planificar con absoluta claridad el desarrollo productivo e industrial de las regiones, y desde luego su integración en todos sus aspectos, sino que también tiene que estar y debe tener una integración desde el punto de vista político. Es fundamental la integración política, es fundamental que desde la verdad relativa de cada país que integra el Mercosur podamos construir las nuevas síntesis que la región necesita para poder definitivamente constituir el bloque del Mercosur con una identidad de ideas y de pensamientos, actualizado a los tiempos que nos toca vivir.

Somos nosotros, los hombres y mujeres de hoy, los que debemos resolver los problemas de hoy, porque en este mundo que tan rápido ha evolucionado y que tiene tantas contradicciones, nosotros sabemos qué es lo que está sucediendo y debemos tener el coraje de tomar las decisiones que correspondan. Por eso defendemos seriamente la construcción del parlamento del Mercosur, con un lugar donde podamos definitivamente dota a la región de las políticas representativas que necesita.

Pero no tenemos que quedarnos encerrados en el Mercosur, tenemos que avanzar con mucha fuerza, y esta es una decisión compartida también con mi amigo el presidente Lula, en la integración de los países del Pacto Andino, en la integración de América Latina en forma plena y también avanzar en las relaciones con México en un proceso de integración comercial, político e institucional muy fuerte que nos permita construir un bloque sólido, amplio, plural, para avanzar decididamente ya en la integración y la inclusión de otros bloques muy importantes que existen en el mundo, entre ellos la Comunidad Económica Europea. Es un sueño poder establecer institucionalmente la posibilidad de debatir bloque a bloque con la Comunidad Económica Europea, sería un paso cualitativo sustancial y muy importante que debemos llevar adelante.

También la integración puede ser para solucionar los graves problemas que tiene nuestra región. No podemos seguir ignorando, no podemos seguir mirando con la nuca los problemas que tenemos nosotros en esta zona, en esta región del mundo. Es muy difícil consolidar procesos de crecimiento y reconversión económica, procesos de crecimiento productivo e industrial, cuando se tienen los niveles de indigencia, cuando se tienen los niveles de pobreza y los niveles de exclusión institucional que tienen nuestras regiones y nuestros países. Debemos asumir que tenemos estos problemas y avanzar en la solución. Y no es responsabilidad de los gobiernos solamente, sino también de todos los actores de la sociedad, de los sectores empresarios y los sectores del trabajo. Coordinadamente debemos buscar un sistema que nos permita crecer económicamente, pero no como fue en la década del 90, cuando crecimos económicamente en la Argentina a niveles del 7 u 8 por ciento pero creció la pobreza, la indigencia y el endeudamiento en niveles absolutamente desconocidos en nuestra sociedad, y se profundizó el modelo que se había instalado en nuestro país en 1976.

Nosotros queremos y debemos crecer con una distribución del ingreso diferente. Esto es fundamental para poder hacer un país, no se puede seguir construyendo un país para pocos. Nosotros hoy tenemos números importantes en la Argentina, venimos saliendo del subsuelo de la Patria, seguramente estamos en el subsuelo, pero siempre decimos con quienes colaboran conmigo, señor Presidente, que no nos vamos a enamorar de los números, nos tenemos que enamorar de una Argentina diferente, con una justicia diferente, con una educación diferente, con políticas sociales cada día más profundas e integrativas, y que en el marco de la construcción plural podamos decir que con el crecimiento económico estamos haciendo una sociedad más justa, que con el crecimiento económico estamos construyendo proyectos industriales, proyectos de reconversión productiva, que es en sí lo que consolida a lo países.

Este desafío debe llegar a toda Latinoamérica, los problemas que pasan en países hermanos, como en el caso de Bolivia, no son meramente coyunturales o circunstanciales de una determinada problemática política que puede existir en cada país. El problema de la brecha entre ricos y pobres cada vez más grande, el problema de la marginalidad, el problema de la injusticia, termina derivando en estos procesos lamentables y dolorosos que les toca vivir hoy a países hermanos, que a los argentinos de alguna manera nos ha tocado vivir y espero que hayamos aprendido esta lección de la historia y no tendamos a olvidarnos de las cosas que nos han pasado, para poder cimentar un país diferente.

Por eso yo tengo tanta esperanza en mandatarios como el presidente Lula, que entiende esta realidad, está compenetrado, sabe que ambos estamos decididos a honrar nuestras historias, que ambos venimos con convicciones muy firmes, que no las venimos a dejar en la puerta de la casa de gobierno, que venimos a tratar de honrarlas con responsabilidad y seriedad, y sabemos que el conjunto de nuestras sociedades, empresarios y trabajadores, juntamente con los gobiernos temporales en este tiempo de la historia que nos toca a nosotros, podamos dar las respuestas que hay que dar. Estoy seguro de que lo vamos a poder lograr, estoy seguro de que vamos a poder avanzar. Pero señores, y querido Presidente, yo sé que juntos de la mano vamos a poder generar un verdadero precedente histórico de acá para adelante, es decir cuando se empiece a pensar distinto, a resolver distinto, y cuando todos entendamos que construir una nación, hacerla crecer, poder enorgullecerse porque crece su producto bruto, poder enorgullecernos y ponernos contentos cuando crece la producción industrial agropecuaria y demás, también va de la mano de tener mayor acceso a la educación, al trabajo, mayor generación de empleo, mayor equilibrio social, menos brecha entre ricos y pobres.

Imagínense ustedes -y le cuento señor Presidente- que en esta Argentina en los años 50, 47, la brecha entre ricos y pobres era de 1 a siete, hoy es de 1 a 38, de 1 a 39. Tenemos que dar vuelta este tiempo de la historia para volver a encontrarnos con nuestra sociedades, con nuestra gente, y reencontrar las instituciones y la práctica democrática cotidiana con las necesidades de nuestro pueblo. Este es el gran desafío que tenemos que llevar adelante.

Por eso estoy tan contento con la reunión que tuvimos hoy, con la sinceridad que hablamos, con la que siempre lo hicimos; desde que nos conocimos con el presidente Lula hemos trabajado con absoluta sinceridad y solidaridad, no hemos tenido diferencia alguna, gracias a Dios, y siempre con el aporte de buscar soluciones, avanzar y darle fuerza a este espacio del Mercosur. De manera que creo que Argentina y Brasil en este tiempo de la historia van a dar las respuestas que están esperando los ciudadanos de ambas naciones, vamos a poder hacer la integración del Mercosur, vamos a avanzar en la integración de América Latina, vamos a tener charlas, conversaciones y reuniones maduras con la Comunidad Económica Europea, con Estados Unidos, con el resto de los pueblos de mundo, tratando definitivamente de entender que la búsqueda de nuestro trabajo y la búsqueda de las relaciones y los encuentros debe ser para construir el marco de esas sociedades que nosotros soñamos y que tendríamos que haber construido en conjunto.

Por eso señor Presidente, querido amigo de todos los argentinos, estamos orgullosos de recibir al presidente del Brasil, a su señora esposa, a los amigos del gabinete que nos acompañan, con quienes ya hemos tenido muchísmas reuniones de trabajo, y en esto no estamos haciendo una apuesta a medias, estamos apostando decididamente a un tiempo nuevo. Muchísimas gracias por estar acá.