PALABRAS DEL PRESIDENTE NÉSTOR KIRCHNER EN EL ACTO REALIZADO EN MALARGÃœE, PROVINCIA DE MENDOZA

PALABRAS DEL PRESIDENTE NÉSTOR KIRCHNER EN EL ACTO REALIZADO EN MALARGÃœE, PROVINCIA DE MENDOZA

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Señor presidente provisional del Senado de la provincia de Mendoza a cargo de la Vicegobernación; señor Intendente municipal de esta querida y hermosa ciudad de Malargüe; señores ministros del Poder Ejecutivo Nacional; señores legisladores; autoridades nacionales, provinciales y municipales; señores intendentes de localidades vecinas; señoras, señores: nunca me voy a poder olvidar de cuando, luchando palmo a palmo por toda la Argentina tratando de abrir las ventanas del cambio, tratando de recuperar una Argentina donde la justicia y la dignidad vuelvan a estar presentes, tratando de derrotar entre todos los argentinos a ese flagelo que es la corrupción, el día 27 de abril, desde allá, desde un lugar aún más sureño que Malargüe, escuchaba cómo este pueblo creía en este humilde patagónico para poder cambiar la Argentina. Siempre mi corazón va a estar en Malargüe, acompañándolos con todas mis fuerzas. (Aplausos)

Yo sé lo que es sufrir esta soledad, como dije siempre y hoy lo puedo decir aquí, sé que Malargüe es Patagonia, que Malargüe es sur, que Malargüe es soledad, es olvido, y que es periferia, como esa tierra en la que yo nací allá en Santa Cruz. (Aplausos) Por eso quería estar hoy aquí diciéndoles que, con mis aciertos y mis errores, soy un hombre común con responsabilidades importantes, pero soy un hombre que se siente orgulloso de ser de tierra adentro, de ser del sur, de ser del interior de la Argentina, porque sé lo que les pasa a millones de provincianos en esta querida tierra, que muchas veces se sienten olvidados por el poder central, al que le cuesta entender el reclamo de una Argentina mucho más equilibrada y más justa. (Aplausos) De modo que es bueno que este país se abra y abra las posibilidades a todos los hombres y mujeres de esta Argentina para poder llevarla adelante.

Vengo hoy a Malargüe a cumplimentar el trabajo que el señor intendente y amigo Celso ha llevado adelante. (Aplausos) Cincuenta y un mil hectáreas van a pasar a estar en manos de la gente. No era justo que 51.000 hectáreas que necesita el pueblo de Malargüe estén inmovilizadas por viejos conceptos de inmovilización de la tierra que se puedan tener en algunos aspectos de manejos geopolíticos que a veces se pueden hacer. Por eso me alegro y cuando Celso nos planteó el problema con el ministro de Defensa pusimos todo nuestro esfuerzo para cumplimentar esta tarea. También son ciertas las demandas que él ha hecho, pero los argentinos tenemos que tomar conciencia de dónde estamos; nos han llevado a estar a 10 kilómetros bajo tierra. Por eso en cada lugar de la Argentina donde voy les pido a los argentinos y argentinas que tengamos mucha memoria, porque no tengo ninguna duda de que el proceso de recuperación que llevamos adelante está impulsando a la Argentina, pero tengamos memoria, porque hubo algunos que nos hundieron y nos llevaron a la situación en que estamos. Cuando un pueblo no tiene memoria corre el riesgo de repetir viejos errores que causaron un daño sin par a la Argentina. (Aplausos)

Por eso tenemos que estar juntos. Yo confío en ustedes, en el pueblo, en la gente, nada más que en ustedes, porque lamentablemente –y espero que se corrija- durante demasiado tiempo muchos miraron con la nuca a los que estaban sufriendo. Muchos creían que este país se podía arreglar con pactos y yo creo que solamente se puede arreglar dándole el lugar, la justicia y la dignidad que nuestro pueblo se merece. (Aplausos)

Sé que a algunos les molesta que yo siempre diga que el día que las cadenas de presión sean aún más fuertes de lo que son hoy, y vea que necesito el apoyo de nuestro pueblo para seguir reconstruyendo entre todos la Argentina, no voy a dudar un segundo en tomar el micrófono y decirles: hermanos y hermanas, vengan a ayudarme porque quieren impedir el cambio que la Argentina necesita, quieren impedir la vuelta de la justicia y la dignidad que está necesitando nuestra tierra. (Aplausos) Sean quienes sean.

Claro que conozco las necesidades. Hermanos y hermanas de Mendoza y de Malargüe : la ruta 40, Dios quiera que podamos definitivamente hacerla, estamos generando para ello los marcos presupuestarios. Desde allá, desde la punta del sur, llegando casi a Tierra del Fuego, hasta acá. Unir la patria, unir la Argentina, tarea central que esta ruta 40 puede generar como marco de reconversión. (Aplausos)

Ya empezamos a hacer algunos marcos presupuestarios. Leía por allí en algún diario que se le daba menos presupuesto a Mendoza que el que le corresponde, y puede haber ocurrido esto en el pasado. Conozco lo que viene sufriendo con la injusticia de leyes que discriminan, pero les puedo asegurar que en este Presupuesto Nacional, si lo leen bien se van a dar cuenta, la cuestión es distinta. El único gasto o inversión en Mendoza diferente o menor que en el nivel nacional es el pago habitual de jubilaciones y pensiones, pero es por el número de jubilados y pensionados que se puedan tener. Les puedo asegurar que en planes y políticas alimentarias Mendoza crece en el Presupuesto Nacional un 87%; en política para sectores más vulnerables crece cerca del 51%; y en inversión en el Ministerio de Planificación Federal y en inversión en obra pública crece el 315%. ¡Hay que leer bien los presupuestos! Esto es central y fundamental para ver cuál es la calidad de inversión que llevamos adelante. (Aplausos)

Le decía a mi amigo el diputado nacional Amstutz que lo veía preocupado por estos temas; que trabaje, que ponga toda su fuerza para cambiar Mendoza, (Aplausos) que yo lo voy a acompañar solidariamente, que voy a poner todo el esfuerzo para ayudar en este proceso de construcción mendocina que hay que llevar adelante; y que en mí no va a tener, como en los viejos tiempos, un presidente que mire al costado, sino alguien que se ponga al lado de él y a al lado de todos los mendocinos, piensen como piensen, para hacer las cosas que tenemos que hacer. Porque realmente aspiro a que dentro de cuatro años, cuando termine mi gestión, los argentinos me vean por la calle y digan: ahí va un presidente que trabajó por la patria con honestidad y decencia. Eso es lo que quiero hacer junto a todos ustedes. (Aplausos)

Desde luego que hay que trabajar mucho, desde luego que hay muchísimos hermanos excluidos social e institucionalmente, pero también, para poder recuperarnos a pleno, la dirigencia política y todos debemos tener conductas nuevas. Espero que en el andar del tiempo la gente vea cómo ha cambiado la cultura y que en este país los que trabajan, los que estudian, los que investigan van a ser considerados como los mejores ciudadanos que pueda tener una nación, y que los que roban, los corruptos, tengan el lugar que se merecen que es el calabozo y marquen la referencia de lo que no debe ser un pueblo. (Aplausos) Esto es muy importante, porque en un tiempo en la Argentina parecía que el mejor era el que más plata rápido hacía, y así nos fuimos empobreciendo. Ahora hay que dar vuelta la taba para que el que más investiga, estudia, trabaja, el más honesto, el que deja todo para que este país pueda ir adelante, sea premiado como el mejor ciudadano que esta Argentina necesita. Ese es el sueño que debemos tener todos. (Aplausos)

Mendocinos y mendocinas: les quiero agradecer con todo mi corazón la confianza que ustedes me brindan y se van a dar cuenta que yo soy un sureño que pone todo, que trabaja con mucha fuerza, que acierta y se equivoca, pero quiere estar de un solo lado, trabajando junto a la gente.

Sé que algunos sectores o grupos determinados a veces se molestan cuando uno señala lo que está pasando o lo que pasó en la Argentina, y dicen, casi despectivamente, ¿y ese pingüino de qué se las trae? Soy pingüino, sí, ¿y? ¡Me siento feliz de ser pingüino! (Aplausos) Pero sueño como todos ustedes, y lo veo en sus ojos: yo quiero, al igual que ustedes, que mi hijo tenga un futuro mejor que el mío, porque cuando en un país los hijos están mejor que los padres ese país está creciendo, tiene justicia y tiene futuro. No como nos pasa ahora, que veo a los padres y abuelos llorando porque los hijos tienen menos que ellos, y eso es cuando un país va para atrás. Ahora nuestros hijos tienen que estar mejor que nosotros para que la historia se acuerde de nuestra generación, que fuimos capaces de construir un país distinto. (Aplausos)

También quiero agradecer a todo el pueblo mendocino y a su Gobernador, que lo conozco, fuimos colegas y trabajamos muchas veces juntos por las causas federales; porque pertenecer a estructuras diferentes no nos pude hacer olvidar que pertenecemos a un mismo país y peleamos por las mismas cosas para hacer una Argentina que recupere su potencial.

Por eso mendocinos y mendocinas, hermanos y hermanas de Malargüe: piensen como piensen, estén donde estén, yo voy a trabajar junto a ustedes con absoluta pluralidad, soñando y poniendo todas mis fuerzas para que cada día podamos decir que estamos avanzando, que estamos creciendo, que estamos recuperando la Argentina, que estamos consolidando la esperanza, que estamos consolidando los sueños, que estamos consolidando nuestra familia y nuestros amores. ¡Esta es la gran República Argentina que nosotros deseamos!

¡Muchas gracias por tanto afecto, muchas gracias por compartir este momento, les puedo decir que voy a estar al lado de sus sueños, segundo a segundo, por esta patria nuestra! Muchísimas gracias pueblo de Mendoza. (Aplausos)