PALABRAS DEL PRESIDENTE NÉSTOR KIRCHNER, EN EL ACTO DE LANZAMIENTO DEL PROGRAMA PRO-HUERTA

PALABRAS DEL PRESIDENTE NÉSTOR KIRCHNER, EN EL ACTO DE LANZAMIENTO DEL PROGRAMA PRO-HUERTA

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Señor gobernador de la provincia de Buenos Aires; señores ministros del Poder Ejecutivo Nacional y Provincial; legisladores nacionales y provinciales; autoridades nacionales, provinciales; señores intendentes; dirigentes gremiales, sindicales, distintos amigos que están aquí presentes y señores promotores de Pro-Huerta, huerteros, señoras y señores: recién les decía a algunos amigos de ustedes, amigos huerteros, que en este país hay tanta gente que no quiere que cambie nada que seguramente mañana van a decir que lo que hicimos con las huertas es una imprudencia, que perjudica la economía, que perjudica el trabajo.

Por eso les digo que hay que tener mucha convicción. Hay algunos que quieren volver al país que generó los hechos de diciembre de 2001 y hay otros como ustedes que con el trabajo y la producción quieren volver a la Argentina donde cada uno pueda solventar su ingreso con dignidad y esfuerzo. (Aplausos)

Sé que para algunos, queridos hermanos y hermanas, ser prudente es vivir en la hipocresía y decir “vos hiciste bien esto” por más que lo hiciste mal; reconocer cosas que evidentemente escribieron con la mano y después borraron con el codo. Como yo no vine a quedarme acá toda mi vida sino a tratar junto a ustedes de cambiar la Argentina y terminar con la injusticia, voy a hablar con la verdad, guste a quien le guste, lo importante es que el pueblo argentino tenga clara sensación de lo que sucede. (Aplausos)

Por eso vengo feliz, vengo feliz al INTA, porque el INTA es un lugar donde se ha hecho verdadera fe de lo que es construir una economía con sentido nacional, de defender los técnicos, los productores que durante tanto tiempo tuvieron que trabajar casi en la soledad para poder servir a un proyecto de cambio de Argentina. Estoy feliz de conocer este lugar y compartir con los trabajadores del INTA con los que en distintos lugares nos fuimos encontrando, porque uno puede acercarse adonde se trabaja por la Argentina en forma muchas veces silenciosa y anónima. Y también de compartir con todos ustedes, con todos los huerteros, con esas manos callosas que van a construir la nueva Argentina, con esas manos que creen en un país distinto.(Aplausos)

Aquí estoy para ayudarlos, para trabajar con ustedes y les digo de corazón qué es lo que creo: creo que a esta Argentina en una mancomunión de pueblo y un gobierno que entiende que hay que cambiar a fondo, la vamos a poder hacer mucho más justa. Si nos dejamos seguir intermediando por alguna dirigencia que no quiere que cambie nada, la tristeza seguirá rondando la Argentina. Por eso les pido que me acompañen, que me ayuden, que me den fuerza espiritual para poder cambiar este país, esta Argentina. (Aplausos).

Les agradezco profundamente estar acá; estoy enteramente a su disposición y gracias por compartir todos juntos esta mañana de trabajo y esperanza, un gobierno junto a su pueblo. Acá están, los argentinos los ven, los huerteros, los que creen en un nuevo país.

Muchísimas gracias y a vuestras órdenes.