Señor gobernador de la provincia de Formosa; señores ministros del Poder Ejecutivo Nacional; autoridades nacionales, provinciales; miembros de los órganos de control de la República Argentina; señoras y señores: es un verdadero aliciente en la lucha por construir la Argentina cristalina, una Argentina que logre tener en claro y pueda de alguna manera garantizar el destino de los recursos, una Argentina donde la gente pueda recuperar la credibilidad en sus instituciones, avanzar en la red de control público.
Empezamos con tres ministerios que son centrales: el Ministerio de Desarrollo Social, el de Trabajo y el de Educación. Son todos centrales pero éstos lo son más teniendo en cuenta a quiénes está dirigido el accionar, la inversión y el gasto.
También es muy importante, como dijo el señor presidente de los Tribunales de Cuentas de la República Argentina, la colaboración federal y solidaria entre el órgano de Contralor Público Nacional, la SIGEN, y los Tribunales de Cuentas, porque nosotros permanentemente recibimos recomendaciones de que el gasto público, el gasto social o de la educación lleguen a los sectores que tienen que llegar, por parte de organismos internacionales que muy poco hacen a veces para que esto se garantice. Estos organismos internacionales que tanto hablan del gasto social, como el caso del Banco Mundial, quisiera ver los números cuantiosos que gastan en consultorías externas, que muchas veces nadie sabe como se manejan, y que evidentemente son fondos que nunca llegan al gasto social ni llegan adonde tienen que llegar. Este es un tema que me gustaría conversar a fondo con este organismo por expresiones de alguno de sus funcionarios días pasados cuando se refería al gasto social de 2002. Pero no importa si era nuestro gobierno u otro gobierno, sino fundamentalmente el criterio, el concepto y la filosofía del tema.
Pero lo cierto es que nosotros tenemos gran demanda social y una correcta demanda social. Es decir, acá en la Argentina hay que entrar a gastar bien, acá no se puede tolerar más la permisividad por cuestiones de índole o rapidez política; si bien los órganos deben funcionar rápido también es fundamental que funcionen bien y tengamos la garantía de que el esfuerzo argentino sea destinado y llegue a los sectores que tiene que llegar. Si nosotros recuperamos esa credibilidad y si los órganos de contralor funcionan con toda la eficiencia que deben funcionar, no la eficiencia que tiende a castrar sino la que tiende a crear, evidentemente vamos a estar dando un paso sustancial y estoy seguro de que el gasto va a tener que llegar adonde debe y va a ser muchísimo más eficiente.
Tengo una tremenda esperanza, porque si las instituciones recuperan credibilidad, si la gente vuelve a creer en el funcionamiento institucional, los órganos de contralor tienen un rol fundamental. Sé que a muchos funcionarios les molesta, a muchos gobiernos les ha molestado porque a veces se demora algún trámite, pero es fundamental que el tema sea absolutamente claro porque eso hace a la salud de la República. No hay República, no hay Estado, no hay Nación, no hay políticas que se puedan implementar si todo vale y creo que nosotros tenemos que recrear la conducta de la tranquilidad pública en el manejo de los fondos públicos, y la conducta de que se cumple con lo que se dice y se hace.
Si realmente en cuanto al destino o al manejo de los fondos se han cometido errores, rápidamente hay que generar las correcciones o las sanciones que corresponden; para esto están, porque si no pareciera ser que todo es lo mismo y cuando se confunden las funciones del Estado pasan las cosas que nos han pasado y que tanto dolor han generado en la Argentina.
Por eso doctor Iribarne, señor presidente de los Tribunales de Cuentas de la República Argentina, amigos y amigas de distintos tribunales y órganos de contralor y la SIGEN que se encuentran aquí presentes: la de ustedes es una tarea esencial, les puedo asegurar que en lo particular la valoro tremendamente porque para mí también en este caso circunstancial, en este tiempo de la historia que me toca ser presidente de los argentinos, es una tremenda tranquilidad saber que los órganos de contralor funcionan, porque si esto es así evidentemente estamos dando un paso cualitativo que nos va a poner ante otra Argentina en esta tarea fundamental de recrear las bases de sustentabilidad de un país creíble que avance clarito rumbo al futuro.
Muchísimas gracias, gracias por este gesto, mucha fuerza y mucha perseverancia para lograr los objetivos, que la sociedad perciba que sus instituciones están cambiando. Gracias. (Aplausos)
Empezamos con tres ministerios que son centrales: el Ministerio de Desarrollo Social, el de Trabajo y el de Educación. Son todos centrales pero éstos lo son más teniendo en cuenta a quiénes está dirigido el accionar, la inversión y el gasto.
También es muy importante, como dijo el señor presidente de los Tribunales de Cuentas de la República Argentina, la colaboración federal y solidaria entre el órgano de Contralor Público Nacional, la SIGEN, y los Tribunales de Cuentas, porque nosotros permanentemente recibimos recomendaciones de que el gasto público, el gasto social o de la educación lleguen a los sectores que tienen que llegar, por parte de organismos internacionales que muy poco hacen a veces para que esto se garantice. Estos organismos internacionales que tanto hablan del gasto social, como el caso del Banco Mundial, quisiera ver los números cuantiosos que gastan en consultorías externas, que muchas veces nadie sabe como se manejan, y que evidentemente son fondos que nunca llegan al gasto social ni llegan adonde tienen que llegar. Este es un tema que me gustaría conversar a fondo con este organismo por expresiones de alguno de sus funcionarios días pasados cuando se refería al gasto social de 2002. Pero no importa si era nuestro gobierno u otro gobierno, sino fundamentalmente el criterio, el concepto y la filosofía del tema.
Pero lo cierto es que nosotros tenemos gran demanda social y una correcta demanda social. Es decir, acá en la Argentina hay que entrar a gastar bien, acá no se puede tolerar más la permisividad por cuestiones de índole o rapidez política; si bien los órganos deben funcionar rápido también es fundamental que funcionen bien y tengamos la garantía de que el esfuerzo argentino sea destinado y llegue a los sectores que tiene que llegar. Si nosotros recuperamos esa credibilidad y si los órganos de contralor funcionan con toda la eficiencia que deben funcionar, no la eficiencia que tiende a castrar sino la que tiende a crear, evidentemente vamos a estar dando un paso sustancial y estoy seguro de que el gasto va a tener que llegar adonde debe y va a ser muchísimo más eficiente.
Tengo una tremenda esperanza, porque si las instituciones recuperan credibilidad, si la gente vuelve a creer en el funcionamiento institucional, los órganos de contralor tienen un rol fundamental. Sé que a muchos funcionarios les molesta, a muchos gobiernos les ha molestado porque a veces se demora algún trámite, pero es fundamental que el tema sea absolutamente claro porque eso hace a la salud de la República. No hay República, no hay Estado, no hay Nación, no hay políticas que se puedan implementar si todo vale y creo que nosotros tenemos que recrear la conducta de la tranquilidad pública en el manejo de los fondos públicos, y la conducta de que se cumple con lo que se dice y se hace.
Si realmente en cuanto al destino o al manejo de los fondos se han cometido errores, rápidamente hay que generar las correcciones o las sanciones que corresponden; para esto están, porque si no pareciera ser que todo es lo mismo y cuando se confunden las funciones del Estado pasan las cosas que nos han pasado y que tanto dolor han generado en la Argentina.
Por eso doctor Iribarne, señor presidente de los Tribunales de Cuentas de la República Argentina, amigos y amigas de distintos tribunales y órganos de contralor y la SIGEN que se encuentran aquí presentes: la de ustedes es una tarea esencial, les puedo asegurar que en lo particular la valoro tremendamente porque para mí también en este caso circunstancial, en este tiempo de la historia que me toca ser presidente de los argentinos, es una tremenda tranquilidad saber que los órganos de contralor funcionan, porque si esto es así evidentemente estamos dando un paso cualitativo que nos va a poner ante otra Argentina en esta tarea fundamental de recrear las bases de sustentabilidad de un país creíble que avance clarito rumbo al futuro.
Muchísimas gracias, gracias por este gesto, mucha fuerza y mucha perseverancia para lograr los objetivos, que la sociedad perciba que sus instituciones están cambiando. Gracias. (Aplausos)