PALABRAS DEL PRESIDENTE NÉSTOR KIRCHNER EN EL ACTO DE FIRMA DEL ACTA ACUERDO Y CONTRATO DEL PROGRAMA DE CAMINOS PROVINCIALES, EN GENERAL FOTHERINGHAM, CÓRDOBA.

PALABRAS DEL PRESIDENTE NÉSTOR KIRCHNER EN EL ACTO DE FIRMA DEL ACTA ACUERDO Y CONTRATO DEL PROGRAMA DE CAMINOS PROVINCIALES, EN GENERAL FOTHERINGHAM, CÓRDOBA.

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Señor gobernador de la provincia de Córdoba; señor presidente comunal de General de Fotheringham; señores ministros del Poder Ejecutivo Nacional y Provincial; señores intendentes; autoridades nacionales, provinciales, municipales; señores legisladores; señores empresarios; amigos y amigas: me encuentro tremendamente gratificado y le agradezco profundamente al señor Gobernador que me haya invitado a estar aquí hoy compartiendo con ustedes un hermoso día de trabajo en este chiquito pero hermoso pueblo de Córdoba. Uno no puede creer que pueda existir semejante belleza y las manos callosas y trabajadoras que construyen la riqueza argentina de este lugar que muchos argentinos no conocen. (Aplausos).

Los rostros de ustedes son los de millones de argentinos que queremos volver a construir nuestra Patria y nuestra Nación, un país con justicia y equidad, un país federal, un país cristalino, un país que vuelva a valorizar las manos del trabajo para dejar de premiar las manos de la especulación, que es lo que se ha hecho durante la última década en la Argentina y vimos los resultados: un pequeño grupo se enriqueció y millones de argentinos quedaron a la vera del camino esperando alguna mano reparadora que les devuelva la justicia perdida.

Por eso en cada lugar de la Argentina que voy les pido que me ayuden a reconstruir este país, que me den fuerzas para pelear y recuperar la identidad, la dignidad y la autoestima. (Aplausos). Los argentinos somos capaces de lograr muchas cosas, pero también queremos que nuestros representantes, aquellas personas que elegimos, tengan la dignidad y lo que tengan que tener para defender el derecho de todos los argentinos y dejen de jugar a la diplomacia corta pensando en la bandera larga que debe albergar a todos los corazones argentinos para construir el nuevo país que soñamos. (Aplausos).

Hoy venimos a trabajar en Córdoba, a poner en marcha obras, a poner en marcha – como dijo el señor Gobernador- en la empresa EPEC, una empresa pública -la primera que lo va a llevar adelante- el servicio de telefonía en la provincia de Córdoba; buscando el equilibrio, terminando con el monopolio, buscando la igualdad de posibilidades que son tan importantes en la prestación de servicios públicos, porque éstos no pueden ser fuente cerrada del negocio de unos pocos, servicio público es servir a la comunidad y como tal tienen que ser servicios que fundamentalmente tienen que estar a la orden y al servicio de todos los argentinos.

Por eso les digo que podemos hacer un nuevo país. Estamos en el infierno, subiendo la escalera. La Argentina está volviendo a crecer porque crece el consumo, las exportaciones, las importaciones y poco a poco empezamos a demostrarle al mundo que podemos hacer un país serio, respetable, con justicia, con equidad, con trabajo y con inclusión social, pero depende de nosotros. Por eso tenemos que volver a premiar el trabajo, por eso se terminó el tiempo donde el más vivo era el que más rápido hacía plata; es hora de premiar al que trabaja, al que estudia, al que produce, al que le da riqueza a la Argentina. (Aplausos).

Nosotros queremos estar integrados al mundo, pero no se puede pensar en integrarse al mundo con la Argentina destruida. Hay que darle sustentabilidad interna a la Argentina con integración externa, pero sin sustentabilidad interna de qué nos sirve la integración internacional. La prioridad es la reconstrucción de lo nuestro.

Por eso, queridos hermanos y hermanas cordobeses, este patagónico que viene del Sur, al que algunos que no les gusta las cosas que hacemos, algunos que no les gusta porque les pegamos en la mano para que no sigan haciendo las tropelías que hicieron, algunos que no les gusta porque castigamos la impunidad, algunos que no les gusta porque queremos un país justo, algunos que viven soñando e hicieron predicciones de que la Argentina no iba a poder remontar, los mismos que nos llevaron a la situación que estaban, muchas veces me descalifican diciendo que soy un pingüino. Soy un pingüino. (Aplausos) Soy patagónico y pingüino, y hoy me tienen con 40 grados acá casi..., pero no me van a poner nock out (Risas y aplausos).Yo los invito e invito al Gobernador a pasar las vacaciones de invierno en El Calafate con 30 grados bajo cero. (Risas).

Es un verdadero placer, con mucho amor, mucho cariño, solidaridad, afecto, construyamos el nuevo tiempo, volvamos a sentir que nuestras manos, nuestras cabecitas, nuestros pensamientos son de los que pueden construir las mejores alternativas para este país. Los argentinos somos muy valiosos, dejemos la mezquindad, recuperemos la solidaridad y encontremos en el camino del afecto, del cariño, de creer en Dios, que es posible hacer un país diferente.

No sirve de nada estar sentado en un sillón para seguir construyendo injusticia. Cuando asumí el 25 de mayo dije que no iba a dejar las convicciones en la puerta de la Casa Rosada y no me interesa estar sentado en el sillón por estar sentado. Quiero estar sentado allí de la mano de ustedes devolviéndoles la sonrisa, la esperanza de un tiempo mejor a este querido pueblo argentino.

Muchísimas gracias cordobeses, muchísimas gracias Córdoba, muchas gracias querido amigo Gobernador, queridos amigos intendentes, tienen en mí un colaborador permanente. Los abrazo fuertemente y levantemos el sentido de la Argentina, el sentido de Patria, el sentido de Nación, el sentido de esta querida bandera que nos alberga a todos. Muchísimas gracias queridos amigos.