Palabras de la Presidenta en la Cumbre de Alcaldes, en Mar del Plata

PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN CRISTINA FERNÁNDEZ, EN EL ACTO DE INAUGURACIÓN DE LA V CUMBRE DE ALCALDES, EN EL AUDITORIO DE LA CIUDAD DE MAR DEL PLATA.

  • Compartilo en redes :

Gracias, muy buenas tardes a todos y a todas; señor Gobernador de la provincia de Buenos Aires, señor Intendente de la querida ciudad de Mar del Plata; bienvenidos alcaldes y alcaldesas; Intendentes e Intendentas de toda la América e Íberoamérica, porque sé que también hay de España y de Portugal, así que creo que son el antecedente de la Cumbre Iberoamericana, del año 2010: déjenme contarles que yo comencé mi militancia política desde muy joven en la Universidad, pero realmente el primer escalón de responsabilidad institucional lo tuve en la municipalidad de Río Gallegos, provincia de Santa Cruz, en la Patagonia; sé absolutamente de qué se trata la tarea, el rol, la responsabilidad y la participación comunitaria que le cabe a todos y cada uno de los municipios.

Sin lugar a dudas es el primer escalón de contacto político institucional entre ciudadanos y la autoridad; el primer lugar de las demandas; el primer lugar de las responsabilidades; el primer lugar de las respuestas, es como si imagináramos una línea de combate, la primera línea de combate la podemos ubicar, sin lugar a dudas, en los municipios.

Yo escuchaba atentamente al señor Intendente de la Ciudad de Mar del Plata hablar del fenómeno de lo qué significa en el mundo, y especialmente en América latina, la urbanización de nuestras poblaciones y los problemas, que obviamente esto conlleva.

Para que tengamos una idea, en la República Argentina, en los años cincuenta, solamente el 30 por ciento de la gente vivía en las ciudades; la mayoría vivía en zonas rurales en pequeños pueblos y este 75 por ciento, 80 por ciento - algunos dicen- de urbanización que se ha producido en toda la América latina se cree que en el año 2020 ó 2025 por diversos fenómenos que tienen hasta que ver con los modelos de cultivo y la extensión de la frontera agropecuaria es posible que hasta el 90 por ciento de la población viva en las ciudades. Esto nos lleva obviamente a los desafíos, en materia de seguridad, de vivienda, de salud, de educación. Pero si además de este escenario tenemos este escenario que hoy se está dando universal y globalmente, y que es la crisis económica más importante, de la Gran Depresión, del gran crack bursátil del año 30, entonces el rol del municipio adquiere una dimensión aún más importante de la que siempre tuvo en el contacto directo, en materia de los primeros servicios para la comunidad.

Hoy yo creo que los municipios deben constituir en la necesidad de reactivar la economía como el estamento más pegado al ciudadano, el más vinculado a los trabajos que pueden desarrollar ciudadanos que tal vez no tengan un alto grado de calificación para trabajar, pero si necesiten ser ocupados como mano de obra, un rol aún más importante.

Nosotros hace muy poco tiempo lanzamos y estamos ya instrumentando un programa, que denominamos Programa de Inversión Social con Trabajo y tiene que ver precisamente con ubicar en los municipios en una primera etapa, en todo lo que es la región metropolitana, precisamente de la provincia de Buenos Aires, a los municipios y a la formación de cooperativas de trabajadores desocupados, o de desocupados realmente como un instrumento de primera línea en el combate contra pobreza, que es el gran combate que debemos desarrollar hoy y más que nunca en nuestro continente, que no es el más pobre, pero sí es el más desigual, en términos de la distribución de riqueza. Y esa desigualdad se nota en todas y cada una de las comunidades; se nota en la gran ciudad, donde puede haber zonas residenciales de gran poder adquisitivo, de ninguna necesidad de servicios, seguramente circunvaladas por grandes aglomerados urbanos con altos niveles de desocupación y también con altísimo nivel de necesidades insatisfechas. Y también se da en las pequeñas ciudades, en la escala respectiva de cada una de ellas.

Esto que era un poco el escenario de la América latina, que nos convertía en el lugar más desigual, debemos encararlo con mucha firmeza y con mucha convicción para que esa brecha no se profundice y sea de carácter irreversible. Porque nadie piense que va a poder dar respuesta en seguridad, en educación o en salud, si no abordamos el verdadero problema, que es la inmensa desigualdad que viven nuestras comunidades.

Y nosotros, ustedes, cuando yo digo nosotros me acordaba de aquella etapa en la intendencia, pero ustedes intendentes y alcaldesas lo viven a diario. Por eso creo que en este espacio, que se ha conformado en esta cumbre, además de hablar de los temas específicos, obviamente de medioambiente, en materia de seguridad, en materia de salud, creo que una de las claves debe ser imaginar fundamentalmente instrumentos nuevos, novedosos que generen ocupación, que generen trabajo, que permitan tener trabajadores y no meros planes sociales asistenciales, porque esta es la clave del combate que debemos dar en toda la región de Latinoamérica y el Caribe también. Créanme que este es el compromiso que debemos abordar como intendentes, como gobernadores y como presidentes o presidentas, porque el momento que vivimos es de mucha densidad institucional y de mucha preocupación, la región ha tenido tasas de crecimiento muy importantes en los últimos años, América Latina ha sido una de las regiones emergentes que ha contribuido al crecimiento de la actividad económica mundial, pero también- y muchos de ustedes los saben por haber impactado fuertemente en muchos de sus países- una crisis que no nos es propia sino al contrario, nos ha sido importada desde el mismo centro de la economía mundial. Por eso creo que ustedes como primer escalón de responsabilidad institucional están llamados a ocupar un rol preponderante en la recuperación de la actividad económica.

El otro día, hablando con un importante hombre de negocios que no es de mi país, me decía que estábamos en una etapa civilizatoria posterior al capitalismo industrialista, en donde la acumulación se basaba en la explotación del otro. Hoy estamos en una etapa civilizatoria donde la gran inversión es combatir la pobreza, para que cada vez haya más trabajadores con mejores salarios, más usuarios y más consumidores. (APLAUSOS)

Creo que es importante saber el rol que cumple el trabajo como el gran recuperador de la economía en todos los tiempos. Si se ha desarrollado en el seno del mercado y del sector privado la más formidable crisis en el sector del financiamiento, que ha impactado obviamente en la economía real, en las empresas que producen, que deben invertir, que por allí no consiguen el financiamiento o el capital de trabajo para mantener sus plantas empresarias, es necesario entonces que el Estado además de impulsar políticas activas que tiendan a que empresas puedan seguir sosteniendo su actividad y sus planteles, imaginemos creativamente programas en donde por ejemplo el mantenimiento de la infraestructura existente ya urbana, hospitales, escuelas, jardines, la creación de nuevas redes de agua potable, de cloacas, que permitan mantener ocupada a la gente y al mismo tiempo dar un servicio a la comunidad, y que el trabajo se organice, por ejemplo, como lo estamos haciendo en forma de cooperativas, va a ser un instrumento muy importante para ayudar a organizarse a la sociedad.

Muchas veces los hombres, las mujeres que durante mucho tiempo han carecido de una ocupación fija o permanente, sufren un grado de desocialización importante, conseguir un trabajo por allí no les es fácil. Es por lo tanto es imprescindible aprender a organizar a esos grupos en función del trabajo, para hacer el abordaje no solamente del que está trabajando sino también de su grupo familiar. Esto es clave y creo que es uno de los instrumentos que podemos desarrollar y hacerlo además exitosamente. No es que pretenda que ustedes hablen únicamente de estas cosas, van a hablar de todos los temas, pero en la realidad de todas sus comunidades cotidianas, es también un tema clave del trabajo de sus habitantes de sus vecinos.

Por eso quiero darles la bienvenida, darles también un mensaje de optimismo, con voluntad, con trabajo y con organización se pueden sortear todas las crisis, aún las que parece que no tienen solución.

Yo quiero contarles la experiencia en nuestro país en el año 2003 cuando parecía que nada podía hacerse y nada podía transformarse, y teníamos una sociedad donde casi un cuarto de su población carecía de trabajo. Con mucha fuerza, con mucha voluntad, con mucha convicción, y también con el esfuerzo obviamente de todos los argentinos, logramos remontar aquella crisis, porque estoy convencida de que la política es el instrumento más importante para revertir las crisis. Y la economía que no es una ciencia exacta, sino que es también una disciplina social, como lo es la política, debe volver a ser como siempre la hemos concebido, como un instrumento para lograr el bienestar del conjunto de la sociedad. Política y economía entonces no son como nos quisieron a hacer creer en la década de los 90, y fundamentalmente a partir del Consenso de Washington, que los políticos éramos malos administradores y que los economistas eran buenos administradores; miren cómo terminó el mundo en manos de los economistas. Es hora de que la política una vez más se haga cargo de la crisis y lo vamos a hacer lo que estamos convencidos de que tenemos las capacidades para poder construir un mundo mejor, más justo y más equitativo.

Muchas gracias, bienvenidos a Mar del Plata, bienvenidos a la provincia de Buenos Aires, bienvenidos a la República Argentina. Gracias.