Discurso del Presidente de la Nación, Javier Milei, en el CPAC Paraguay 2025

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Discurso del Presidente de la Nación, Javier Milei, en el CPAC Paraguay 2025

¡Hola a todos! Y si no, no soy yo. En primer lugar, quiero comenzar recordando a Charlie Kirk, uno de los mejores divulgadores de las ideas de la libertad, un referente que nunca le dio la espalda al debate abierto. Su muerte no debe paralizarnos. Tenemos la obligación de seguir al frente y no claudicar en la batalla por las ideas. Tarde o temprano, el bien y la verdad triunfarán. Dicho esto, me pone muy contento estar hoy aquí junto a todos ustedes. Me alegro mucho de que CPAC —la Cumbre derechista más importante del planeta— haya llegado a Paraguay, y espero que pronto esté presente en toda Sudamérica, dando la batalla cultural a lo largo y a lo ancho del continente.

En Argentina comenzamos a celebrar la Cumbre de CPAC desde el año pasado, en una jornada verdaderamente histórica para las ideas de la libertad de nuestro país y que esperamos con ansias poder repetir o incluso superar. Gracias a Soledad Cedro, CEO regional de CPAC, por haberme invitado, y también gracias a todos los que han venido a escucharme, es siempre un privilegio para mí aprovechar cada ocasión para llevar las ideas de la libertad a todos los rincones del planeta.

Quiero comenzar diciendo que Paraguay es un ejemplo de lo que hay que hacer en materia económica tanto para mi país como para el resto de Sudamérica. Hace décadas eligieron abrazar las ideas de la libertad, y como consecuencia, han logrado que la inflación sea cosa del pasado sumado que no han dejado de crecer en los últimos 20 años; y gracias al régimen de maquila, han sabido explorar su industria local al máximo, incrementando las exportaciones y generando puestos de trabajo genuinos. Su experiencia es prueba fehaciente de que cuando las regulaciones acompañan y no estorban, cuando los impuestos son bajos y no ahogan la capacidad de los países para comercializar crece, creando más bienes y servicios de mejor calidad a un mejor precio.

En cambio, nosotros, en Argentina, que tan solo estamos a una frontera distancia, durante los últimos 20 años hemos hecho todo de manera diametralmente opuesta. Montamos un Estado elefantiásico con un gasto público enorme, tomábamos deuda con todos los agentes del mercado existentes a los que luego terminaríamos defaulteando. Una vez perdida la capacidad crediticia emitimos peso de forma descontrolada para financiar tanto gasto y sumado a expropiaciones sin sentido, corrupción con la obra pública y un sinfín de calamidades crecer como país se volvió algo literalmente imposible.

De hecho, hay una frase muy contundente que solía utilizar Milton Friedman, y que se lo planteaba siempre a sus alumnos extranjeros, cuando les preguntaba sobre algo y les decía: primero, los datos, primero los datos. ¿Qué dicen los datos? Y en esto los datos son categóricos. Los resultados están a la vista: entre el año 2012 y el 2024, Paraguay creció a una tasa anual compuesta del 3,1%, mientras que Argentina decreció al ritmo del 0,1% anual en el mismo periodo. Es decir que en términos per cápita, les diría que estamos casi un 15% abajo; un retroceso verdaderamente aterrador.

De hecho, cuando nosotros llegamos al Gobierno, la pobreza… cuando se corregía por lo que tiene que ver con los controles de precios y el sinceramiento de las variables, era del 57%, la inflación corría al uno y medio diario y, obviamente, teníamos, además, grandes problemas financieros en el Banco Central y en el Tesoro y el déficit fiscal consolidado era de 15 puntos del PBI.

Pero más allá de la calamidad en que se encontraba la economía argentina al momento en el cual nosotros llegamos al poder, ya veníamos también cometiendo muchísimos errores desde tiempo atrás. Es más, los argentinos incluso desperdiciamos la oportunidad de nuestras vidas cuando nos opusimos al ALCA en el año 2005, en lo que hubiese sido el acuerdo de libre comercio más grande y beneficioso de nuestra historia; un tremendo error que terminamos pagando muy caro más tarde, pero que solo no perjudicó a Argentina, sino que también al resto de la región, al impedir que el acuerdo prosperara entre las demás naciones.

Gracias a Dios, hace dos años los argentinos eligieron cambiar. Decidieron decirle basta a la miseria y en diciembre de 2023 eligieron como presidente a un liberal-libertario para poner en práctica un proceso de profunda reforma que a esta altura ya se pedía a gritos. Y gracias a ese mandato que nos comprometimos a cumplir a rajatabla, pusimos en marcha un plan de orden fiscal, monetario y cambiario que empezó a rendir importantes frutos.

Básicamente, pusimos en orden las cuentas del Tesoro Nacional en el primer mes de gestión, a mitad de año pusimos en orden las cuentas del Banco Central, y desde ese momento frenamos la emisión monetaria. Y no solo eso, sino que, además, hicimos cerca de 9000 reformas estructurales. Por ejemplo, la baja de la inflación, donde pasamos de estar al borde de un nuevo proceso hiperinflacionario… la inflación viajaba al 1,5% diario. Hoy es 1,5% la inflación, pero en términos mensuales. Y esto permitió que deje de ser un flagelo para la Argentina, hay que tener en cuenta que el impuesto inflacionario es uno de los impuestos más regresivos que existen. Y eso, por ejemplo, nos permitió la baja de la inflación, los mecanismos de contención social del Ministerio de Capital Humano y la recuperación de la economía, con lo que tuvo aparejado en términos de mejora de salarios reales. En este lapso que nosotros llevamos, en el gobierno, la pobreza pasó del 57% al 30%, es decir, 12 millones de argentinos salieron de la pobreza. Y en materia de indigencia, hoy 6 millones de argentinos que antes no comían, hoy sí comen porque salieron de la indigencia.

A su vez, en paralelo, somos el primer Gobierno, en los últimos 123 años de historia, que tiene déficit cero después del pago de intereses. Entendimos que la raíz de todos los males de la economía argentina era el déficit fiscal, producto de la adicción al gasto público. Al igual que Paraguay, entendimos que equilibrar las cuentas y mantenerlas en orden debería ser la columna vertebral de cualquier proceso de cambio genuino. Al fin y al cabo, ningún proyecto, cualquiera sea su tipo, puede construirse sobre la base de gastar más de lo que se recauda. Las veces que se ha intentado ha terminado indefectiblemente en catástrofe, tal cual ha quedado registrado la triste historia de nuestro país durante el último siglo.

De hecho, Argentina ha probado esa receta… que tiene el nombre de la receta keynesiana, que no es ni más ni menos que decir que es bueno el déficit fiscal, que es buena la manipulación de la tasa de interés vía política monetaria, regulaciones y cercenamientos de libertades y controles. Y la verdad es que Argentina probablemente haya sido el país que más lo aplicó en la historia, y la consecuencia es clara: de ser un país desarrollado, después de casi un siglo estar aplicando estas medidas descabelladas, Argentina se convirtió en un país subdesarrollado; una cosa nunca vista en la historia.

Por eso, el modelo que proponemos nosotros está inspirado en las ideas de la libertad que hicieron grande a Occidente, y que constituyen los cimientos de nuestra Constitución nacional y que nos condujeron a nuestra era dorada a principios del siglo XX. Nosotros, recurrentemente, al momento de presentar nuestras ideas, frecuentemente trabajamos con la definición de liberalismo de quien es nuestro máximo exponente de la historia del liberalismo argentino, que es el profesor Alberto Benegas Lynch (h) que, además, tenemos el privilegio de que uno de sus hijos, Bertie, sea diputado nacional por la provincia de Buenos Aires y, ahora hemos logrado que su hermano, Joaquín, decida meterse en el barrio de la política para ser candidato a senador por la Provincia de Entre Ríos, senador nacional. Así es que estamos llenando el Congreso de liberales puros.

Y es por eso que, en ese contexto, es que toma aún mayor sentido la definición del liberalismo de nuestro máximo prócer de las ideas de la libertad, que dice: “El liberalismo es el respeto irrestricto del proyecto de vida del prójimo, basado en el principio de no agresión y en defensa del derecho a la vida, a la libertad y a la propiedad”; cuyas instituciones son la propiedad privada, porque sin propiedad privada no hay mecanismo de precio y, por ende, no hay cálculo económico, y eso conduce a la miseria; mercados libres de intervención estatal, porque la intervención estatal lo que hace es contaminar la señal de precios; mercados competitivos, pero entendido no en la interpretación neoclásica de la competencia perfecta, sino mercados competitivos entendidos bajo la lógica de Baumol, Panzar y Willig, que es la idea de los mercados disputables o mercados desafiables, en inglés es contestable market y que mapea muy bien con la idea de los austríacos en términos de competencia.

A su vez, como admitimos que los seres humanos, gracias a Dios, somos todos distintos, esto favorece la división del trabajo y la división del trabajo conduce a la cooperación social y a la prosperidad porque, además, esto, más allá de que estos principios que nos hicieron codearnos con las potencias del mundo y transformar la República Argentina en la tierra prometida de quienes buscaban un mejor porvenir, es muy importante como criterio al momento de definir no solo el norte de una política, sino cómo estructurar la política.

Nuestra política está basada en criterios morales, es decir, nuestro norte es que Argentina sea el país más libre del mundo y sabemos que eso nos va a traer prosperidad, pero hasta ahí es como pareciera muy abstracto y, en realidad, lo que cuenta al momento de tomar las decisiones es trabajar con un marco moral, porque cuando ustedes plantean las cuestiones en términos morales, no hay lugares para grises. Las cosas que están bien están bien y las cosas que están mal están mal. Lo voy a hacer con… perdón que se autorreferencial, pero es para mostrar cómo nosotros tomamos decisiones con criterios morales.

Nosotros cuando recibimos el gobierno, el Banco Central generaba un déficit cuasi fiscal de 10 puntos del PBI, eso generaba inflación, eso generaba inestabilidad macroeconómica y Argentina, como consecuencia de ello, tenía un cepo cambiario, es decir, no era posible hacer transacciones en moneda extranjera libremente, sin que fuera perseguido brutalmente por el aparato represivo del Estado. De hecho, están las imágenes del año 2023, gente que se le llama “arbolitos” que hacen compra y venta de divisas en la calle y eran perseguidos por la policía. Y la realidad es que esos controles de cambio son verdaderamente siniestros porque, en primer lugar, si uno se gana su dinero de manera honesta ¿qué potestad o qué facultad tiene un funcionario en decir en qué lo puede gastar o no uno? O sea, uno podría gastar el fruto de su trabajo en lo que le dé la gana mientras que sea la legal. Ese es el primer punto.

El segundo punto es que dada la depreciación que se llevaba sistemáticamente la moneda era una destrucción de riqueza feroz porque fíjense que si alguien en el año 2001 tenía mil dólares… si quieren hacerlo al precio de hoy, si tenía 1400 dólares y 1400 pesos, si se quedó con los 1400 dólares, tiene 1400 dólares, ahora si se quedó con los pesos, hoy tendría un dólar. Consecuentemente, eso significa que implicaría también una pérdida de riqueza enorme y, por ende, una pérdida de bienestar enorme. Además, los controles se ponen para fijar un precio artificialmente bajo y eso básicamente lo que genera es un exceso de demanda de divisas. Y la contracara de ese exceso de demanda de divisas es un exceso de oferta en el resto de la economía, ya sea un exceso de oferta en el mercado de bonos, que deriva en que el precio de los bonos sea muy bajo y, por ende, la tasa interés muy alta y, por ende, el Riesgo País muy alto, de hecho, cuando nosotros ganamos las elecciones el Riesgo País estaba en los 3000 puntos básicos. Ahora, esas altas tasas de interés generan descoordinación. Es decir, el Riesgo País genera descoordinación intertemporal entre ahorro/inversión, y eso hace que caiga tanto el consumo como la inversión y, por ende, hunde la actividad económica. Al hundirse a la actividad económica, se retrae la demanda de trabajo. Al retraerse la demanda de trabajo, los salarios o son licuados por la inflación o son atacados por el desempleo o alguna combinación de ambos. De hecho, los salarios, en Argentina, cuando nosotros llegamos estaban en torno a los 300 dólares, hoy están en torno a los 1.100, 1.200 dólares.

Por otra parte, esa situación lo que hace es que se genere pobreza y, de hecho, cuando se sinceraban las variables de las… se pasaba de la frecuencia semestral a mensual y si, además, se sinceraban los precios porque había controles de precios, la verdadera pobreza, que nosotros heredamos era del 57%, es decir, una verdadera catástrofe. Por lo tanto, para nosotros, era fundamental sanear el balance del Banco Central y liberalizar el mercado de cambios. Entonces, frenamos con la emisión monetaria a mitad del año 2024 y después, en un programa inédito con el Fondo Monetario Internacional, procedimos a sanear el activo del Banco Central porque básicamente lo que se hacía, en Argentina, es que los distintos gobiernos colocaban letras intransferibles en el Banco Central, títulos que no tenían valor de mercado y se llevaban los dólares y, por lo tanto, dejaban sin respaldo básicamente los pesos que andaban dando vuelta, es decir, una suerte de default sobre los pesos. Y eso, básicamente, técnicamente, se resuelve vía mayor inflación, es decir, y eso era lo que pasaba en Argentina. Por lo tanto, no solo que había que cortar con el problema en la emisión, sino que además también no era solo el problema de flujo, sino que también que había que corregir el problema del stock. Y eso nosotros lo hicimos con el acuerdo que celebramos con el Fondo Monetario Internacional, y que lo firmamos a mitad de abril de este año; donde básicamente recibimos un paquete de apoyo donde el Tesoro esos dólares que recibió lo utilizó para cancelar deuda con el Banco Central. De modo tal de terminar con la estafa inflacionaria. Es decir, la deuda bruta no varía, pero cambia el acreedor. Pero lo más importante es dejar de estafar a los argentinos de bien que tenían pesos o que tienen pesos.

Cuando nosotros propusimos esto, decían que no lo íbamos a hacer porque básicamente era un año electoral, y que no había porqué correr este riesgo. Entonces, fíjense que ustedes ahí se enfrentan a una decisión de política económica, donde tienen que pensar o en términos utilitaristas, con una contraparte electoral; y, por otro lado, en hacer lo que es correcto, que es abrazar las ideas de la libertad y avanzar en la liberalización. Y así es que, contra todo pronóstico, que decían que nosotros no íbamos a levantar el cepo porque se trataba de un año electoral, cuando nosotros conseguimos el financiamiento que nos daba tranquilidad sobre el balance del Banco Central, básicamente nosotros decidimos quitar el cepo porque no se negocia con el mal. Cuando ustedes saben lo que es correcto y lo que está mal.

Perdón que estoy desviándome de la base de lo que traía como discurso, pero hay un trabajo que lo recomiendo enfáticamente, un trabajo del Profesor Jesús Huerta de Soto, que se llama La teoría de la eficiencia dinámica. Lo recomiendo, pero muy, pero muy enfáticamente. De hecho, cuando lo condecoré en su visita a la Argentina, justamente hablé de la importancia de este trabajo del Profesor Huerta de Soto. Porque el profesor Huerta de Soto lo que dice es: la teoría de la eficiencia dinámica tiene que ver con hallar aquel sendero que maximiza el crecimiento económico vendría a ser. Pero lo que señala también es que algo que es eficiente no puede ser que sea injusto. Es decir, ustedes por el Óptimo de Pareto o en nombre del Óptimo de Pareto no pueden estar cometiendo injusticias y aberraciones porque supuestamente eso utilitaristamente les va a dar algo mejor. Y eso no tiene sentido.

De hecho, hay un libro maravilloso de Israel Kirzner es Creatividad, capitalismo y justicia distributiva, que cuando arranca la discusión dice: sabemos que el sistema capitalista de libre empresa es más productivo, pero nos acusan de que el sistema es injusto y lo que dice Israel Kirzner es: es cierto que somos más productivos, somos más eficientes, pero si el sistema no es justo no vale la pena defenderlo. Y lo que hace justamente en ese libro, Israel Kirzner, es mostrar que la combinación del principio de apropiación de Locke, sumado a la idea de Hayek de los mercados como proceso de descubrimiento, es decir, el capitalismo de libre empresa no solo es más eficiente, sino que además es el único sistema que es justo. Y lo que deviene del trabajo de Huerta de Soto, es que si ustedes van y abrazan los valores justos, los valores éticos, la ética judeocristiana que es la… o la ética de occidente, que es lo que está detrás del capitalismo de libre empresa, eso va a ser eficiente. Es decir, lo más interesante del trabajo de Huerta de Soto, es que ustedes podrían meter a una economía en un sendero dinámicamente eficiente, es decir, que maximice el crecimiento económico y no necesitan saber de economía, lo único que necesitan es abrazarlos los valores morales correctos, es decir, gobernar con criterios éticos y morales, acorde a los valores de Occidente, es decir, la cultura judeocristiana que es lo que está detrás de la base de los fundamentos del liberalismo y es por eso que trae tanta prosperidad.

Y, de hecho, en el caso argentino, en este aspecto, vale destacar que durante las últimas décadas hemos vivido el proceso inverso. El talento argentino se vio obligado a buscar en otras tierras aquello que su propio país dejó de darle: la posibilidad de cumplir sus sueños, de llevar a cabo un proyecto de vida. Miren… sin ir más lejos, la idea de la justicia social, que es nuestro modelo antagónico, por decirlo de alguna manera. Y la justicia social, en realidad, es injusta porque… ¿acaso alguien, aquí adentro, está a favor del robo? Nadie está a favor del robo. De hecho, uno de los mandamientos dice «no robarás». Y no solo eso…, bueno, también digamos a la luz de Charlie Kirk y a la luz del principio de no agresión también es no matarás antes ¿no? Digo para que vean qué es lo que está del otro lado. Pero no solo eso, sino que, además, ¿quién estaría frente a un trato desigual frente a la ley? Uno de los grandes logros del liberalismo es haber planteado la igualdad ante la ley, y eso de robarle a uno para darle a otro, la verdad es que eso está mal. Por eso es muy interesante un par de reflexiones que hizo Thomas Sowell al respecto, dice: la justicia social es envidia más retórica. Y la pregunta que se hace Thomas Sowell es ¿desde cuándo la envidia dejó de ser un pecado capital para convertirse en una virtud? Porque una de las características que lleva la justicia social, que es la política de la envidia, es a la destrucción de una sociedad. Por lo tanto, este tipo de cuestiones son fundamentales al momento de tomar decisiones. Porque uno lo lleva a un plano que es ético y moral y ahí está claro lo que está bien y lo que está mal. No sé, le puedo hacer otro ejemplo, lo que tiene que ver con nuestra política de seguridad. Y miren, el que las hace las paga, es decir… y bien que funciona.

Entonces si ustedes se fijan en cada una de nuestras políticas, en el fondo, todas tienen un trasfondo ético y moral y eso es lo que hace que de la economía hayamos hecho el recorte fiscal más grande de la historia. Y cuando todos pronosticaban una brutal recesión, el PBI, entre puntas, en la frecuencia mensual creció 6%. En el primer semestre, en promedio, creció 7%. No solo que la inflación bajó del uno y medio diario, al uno mensual, es decir, de venir de niveles que parecía que Argentina iba a entrar en una escalada que podría haber llegado al 17.000, 18.000 por ciento, hoy viaja en torno al 20%; y esperamos que, para el año que viene, a mitad de año, la inflación haya desaparecido. Y en todo ese proceso, 12 millones de argentinos salieron de la pobreza; 6 millones de argentinos empezaron a comer, cuando antes no comía. Así es que no es que hemos completado todo, todavía nos falta muchísimo, pero estamos claros que siguiendo los valores éticos y morales correctos, Argentina va a ser grande nuevamente.

Además, es importante entender que no hay terceras vías en este camino. Cualquier opción moderada, entre muchas comillas, es funcional al sistema decadente que con tanto esfuerzo estamos dejando atrás. Esto está en un trabajo maravilloso de Ludwig von Mises, que se llama Intervencionismo, y el subtítulo es el mito de la tercera vía. Mises dice: hay capitalismo de libre empresa y hay socialismo real, cualquier solución intermedia tiende a socialismo y eso es pobreza. Es decir, esto quiere decir que simplemente que no hay opción moderada entre, por ejemplo, entre el superávit y el déficit. No hay tercera vía entre un Estado abocado a sus funciones esenciales y uno con un número creciente de atribuciones, que hace un montón de cosas y las hace todo mal. Los argentinos ya ensayamos en el pasado cambiar de forma gradual, haciendo concesiones y dejando sin abordar aspectos del pasado que estaban mal. Esa experiencia fracasó, y de ello nos tenemos que llevar un aprendizaje: no hay cambio a medias. O hacemos las reformas profundas que se necesitan o nos quedamos a medio camino y nos volvemos a desilusionar. Por eso es que digo que las terceras vías son inconducentes. Cualquier intermedio, por más racional que parezca, deja abierta la puerta a lo peor del pasado.

Afortunadamente, si Argentina crece y nuestro pueblo nos acompaña en las elecciones, seremos capaces de hacer grandes cosas con el pueblo paraguayo, de cuyo ejemplo tenemos mucho que aprender. De hecho, como fieles adeptos a la libertad de mercado, creemos que cada una de nuestras naciones tiene mucho que aportarle a la otra, ya que es mediante la cooperación y el intercambio voluntario que los pueblos crecen y prosperan.

Justamente, por eso es vital que existan espacios como CPAC que contribuyen a la propagación y defensa de las ideas que han hecho grandes a Occidente. Muchísimas gracias, estimado por la tarea tan enorme e impresionante que llevan. Además, cuántos lindos elogios te dio tu mujer, Matt, aplauso para ellos. En este sentido, en un contexto de creciente incertidumbre en el mundo libre nada mejor que apostar al intercambio pacífico de ideas como forma de reconectarnos con el legado de nuestros antepasados. Gigantes sobre cuyos hombros estamos parados y de cuyo sacrificio en nombre de la humanidad hoy gozamos innumerables beneficios.

Que su coraje Ingenio no sirvan de guía quienes queremos en medio de esta batalla cultural entre el bien y el mal, exaltar los valores que nos hicieron prósperos.

Quiero volver a dejar mi recuerdo por Charlie Kirk. Darles gracias a todos por estar presente, que Dios los bendiga a todos, que las fuerzas del cielo nos acompañen y ¡viva la libertad, carajo!