Discurso del Presidente Javier Milei en el 42° Congreso Anual del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF)

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Discurso del Presidente Javier Milei en el 42° Congreso Anual del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF)

Ahí estaba escuchando la charla que estaba teniendo el mejor Ministro de Economía de la historia argentina.

Yo lo que quiero decir es: nosotros estamos efectivamente haciendo el mejor gobierno de la historia. Porque hay un trabajo de… perdón que estoy un poco agitado, pero esto de agarrar, saltar, ir, venir, digamos no estoy en el mejor de los estados, porque se imaginarán que tengo un trabajo un poco demandante - hay un trabajo de Gerardo Della Paolera, Bozzolli e Irigoin, se llama “Passing the buck” y con el índice de presión macroeconómica desarrollado por Robert Barro, básicamente compara todos los gobiernos de la historia argentina y demuestra que el mejor gobierno de la historia había sido el primer Gobierno de Menem. Hasta que llegamos nosotros. Básicamente si uno tuviera que describir el primer Gobierno de Menem es el logro de la convertibilidad para bajar la inflación y las reformas estructurales.

Básicamente, nosotros cuando llegamos teníamos la caracterización de las tres peores crisis de la historia argentina. Teníamos un money overhang que era el doble del que había en la previa al Rodrigazo. Teníamos un desequilibrio en el balance del Banco Central en términos de pasivos remunerados contra base que era peor que el que teníamos en la previa de la hiper de Alfonsín. Y teníamos indicadores sociales peores que los que había en el 2001. O sea, verdaderamente, no solo Toto, sino que además todo el equipo, estábamos todos en una silla eléctrica. Y los desequilibrios eran todavía mayores. Pero para hacer la comparación más directa con el primer Gobierno de Menem, primero: nosotros, la inflación mayorista... la inflación venía corriendo a más del 1% diario cuando llegamos al Gobierno. La mayorista había dado 54%. Eso anualizado da 17.000. Y nosotros, el año pasado, la mayorista terminó abajo de uno, y si lo limpian del crawling peg, en dólares estábamos en deflación. Eso porque yo dije que bajamos la inflación mucho más rápido que la convertibilidad. Y algún bruto malintencionado hizo una comparación de la inflación IPC de la convertibilidad con la que viene corriendo nuestro Gobierno, y entre otras cosas se olvidó de restarle el crawling peg. Por lo menos, para ser crítico, no hay que ser bruto, ¿no? O sea, no quedar tan expuesto. Estoy tentado de decir el nombre, pero bueno no importa, voy a tratar de contenerme.

Ahora, lo más interesante es que nosotros trabajamos siempre y hablamos de la mayorista porque es una que va adelantada. Por eso hacemos tanto el foco sobre la mayorista. Pero, aun así, el programa es mejor básicamente por varias cosas. Primero, porque nosotros no recibimos la economía o el país después de una hiperinflación. Cuando ustedes tienen la hiperinflación, la característica de la misma es que ustedes terminan licuando todos los activos y, por ende, la estabilización es muy fácil, porque fácilmente se recompone la demanda de dinero, y entonces eso facilita que la tasa de inflación baje mucho más rápido. El segundo punto, no menor —y es por esto que yo siempre también pondero no solo la tarea de Toto, sino que también pondero tan fuertemente lo que hace Santi Bausili en el Central, acá está Vladimir también y que lo hace en conjunción con Pablo Quirno, que es: nosotros además logramos hacer la estabilización sin expropiar. Es decir, nosotros no aplicamos un plan Bonex. Esa era la fácil. Nosotros limpiamos el balance del Banco Central sin haber expropiado, respetando el derecho de propiedad. Nosotros no cagamos a nadie.

No solo eso, tampoco fijamos el tipo de cambio. Lo hicimos con un crawling peg. No solo eso, sino que además lo hicimos recomponiendo tarifas, porque en otros programas una de las cosas que hacían era meter todo el ajuste adelante y después venir y mostrar el post de ese ajuste con el ajuste de tarifas. Es decir que este programa tiene un conjunto de características nunca vistas, y aun así la inflación ha bajado más rápido. Porque si corrigen por el tipo de cambio, por el crawl, claramente estamos muchísimo más abajo. Eso, por un lado. Por el otro, lo que tenía el programa de Menem eran reformas estructurales. Nosotros, básicamente, con el DNU 70/23 y con la Ley Bases, hicimos una reforma estructural ocho veces más grande que la de Menem. Y cuando sumamos las reformas que ha llevado a cabo Federico —otro coloso que tengo el privilegio de tener en el gabinete—, la cantidad de reformas estructurales hace que hayamos hecho 17 veces más que las reformas que se hizo en el Gobierno de Menem. Es más, el otro día, cuando se cumplieron 500 días, alcanzamos las 2000 reformas estructurales. Y no solo eso. Nosotros, cuando hicimos la campaña teníamos un programa que era profundamente exitoso, que todo el mundo decía que era imposible alcanzar, y pasado un año y medio cumplimos con todas las promesas de campaña. Por lo tanto, no hay ninguna duda que somos el mejor gobierno de la historia, y eso es gracias a los gigantes que tengo como ministros.

Dicho todo esto, el eje central de la de la charla de hoy… de hecho, lo adelanté en una conferencia que di hace unos días - yo venía haciendo conferencias sobre el crecimiento, pero la coyuntura nos llevó a volver a la discusión de la dolarización endógena. Y básicamente lo que voy a hacer hoy, voy a hablar de dolarización endógena y la charla básicamente tiene tres partes: tiene una parte que parece bastante evidente, que todos entienden y creen que saben y yo me doy cuenta que los economistas tenemos algunos déficits de formación verdaderamente groseros en materia monetaria y hace que no entendamos muchas cosas de cómo funciona el mercado monetario. Por lo tanto, voy a trabajar sobre lo que es el origen del dinero y lo que es estrictamente la demanda de dinero, porque es clave entender bien qué es la demanda de dinero.

Una vez que tengamos cerrado el concepto de demanda de dinero, lo que vamos a pasar es a discutir los modelos endógenos de dinero. Y una vez que vemos los modelos de dinero pasivo como lo llamaría Julio Hipólito Guillermo Olivera, de hecho, el trabajo se llama “On Passive Money”, y está la versión en español que se llama “El dinero pasivo”. Y una vez que llegamos a lo que llama el patrón externo, es decir cuando ustedes fijan el tipo de cambio, eso nos permite ver algunas otras cuestiones que hacen que uno pueda estar discutiendo el tema de la dolarización endógena, y ahí es donde vamos a abordar este tema.

Lo primero que deberíamos comprender es la naturaleza del dinero; es decir, cómo es una economía donde no hay dinero. La economía donde no hay dinero es lo que nosotros estudiamos - de hecho, aquellos que hayan hecho buenos cursos de microeconomía, la parte cuando llegan a equilibrio general - es lo que se llama la economía de intercambio puro, o también economía de trueque. Ahora, el problema con esa economía de trueque es que es muy interesante para analizarla en términos teóricos y tiene un montón de elementos muy positivos para entender algunos problemas; pero el problema central es: ¿y la vida real cómo es? Porque volcarlo a la vida real tiene un problema operativo, un problema de funcionamiento.

El primer problema con el cual se van a encontrar es el problema de la doble coincidencia: es decir el bien que ustedes tienen para ofrecer, no sólo que tienen que encontrar el que les vende el que ustedes quieren, sino que además el que va a vender el que ustedes quieren, además tiene que querer el de ustedes. Y eso es un problema enorme, porque el problema de la doble coincidencia es un problema que haría que muchas transacciones se caigan. Es más, no se asusten, no he cambiado, pero voy a hacer una cita de Joan Robinson, que créanme no cambié, pero vale la pena. Cuando Joan Robinson decía: todos los análisis de neutralidad del dinero están todos mal. Y tiene razón lo que dice, es una es una estupidez todo el análisis de la neutralidad del dinero que se hace. Porque la realidad es que, si el dinero no existiera, se caerían un montón de transacciones. Con lo cual hay que ser bastante cuidadoso con todo lo que es la literatura y cuando se habla de la neutralidad del dinero y todo ese tipo de cosas. ¿Ven? Si leen los austríacos ese tipo de cosas no les van a pasar seguro. Ahora, más allá del tema de la doble coincidencia, hay otros problemas que es el problema de la indivisibilidad de los bienes. Es decir, yo puede ser que tenga ganas de comer pan y que el panadero tenga ganas de escucharme dar una conferencia; ahora el problema es cuántos kilos de pan me voy a llevar por dar una conferencia. La verdad que mi expectativa, si seguimos así, es que me pueda… una cantidad de kilos que no voy a poder comer en una gran cantidad de tiempo. ¿Qué quieren que les diga? Con los ministros que tengo, ¿qué quieren, que no esté bullish?

Entonces, frente a esa situación, lo que ocurre es: mire, los seres humanos no se quedaron de brazos cruzados llorando, diciendo “El Estado presente...” Los seres humanos: aparece un problema, si ustedes no los joden, van y lo tratan de resolver. O sea, es lo que hace el ser humano. Entonces, en ese contexto, ustedes lo que tienen es que una de las cosas que los seres humanos descubrieron fue que había bienes que se intercambiaban más que otros, vinculados obviamente ¿a qué? al alimento. Es más, el primer dinero que existió, la primera moneda que se utilizó, o el primer bien que se utilizó como dinero, de hecho, fue el ganado, porque el hombre era nómade y andaba con el ganado a cuestas. Entonces, como se alimentaba con eso, la primera moneda que se utilizó fue el ganado. Es decir, si ustedes se fijan, lo que se encuentra es un bien que trabaja como dinero, pero es un bien de intercambio indirecto. Es más, eso se hace más evidente cuando el hombre deja de ser nómade y empieza a asentarse en lugares. Entonces, por ejemplo, es obvio que son cosas vinculadas al alimento. ¿Por qué una de las monedas era el trigo? Y porque, básicamente, de ahí hacían el pan.

Entonces, ¿qué es lo que pasa? Como se comercializaba mucho el trigo, no compraban trigo porque querían tener trigo, compraban trigo porque el trigo les servía para comprar otros bienes. Es decir, quiero resaltar mucho esta idea del intercambio indirecto. Porque si entendemos el intercambio indirecto, lo único que nos tiene que quedar claro es que al traje de madera no nos vamos a llevar los billetes. Los billetes solamente nos sirven para facilitar el intercambio. Entonces, en ese contexto aparece el trigo, o por ejemplo el tema de la sal. "Salario", de hecho, viene de ahí. Es más, ¿por qué cuando se cae la sal la gente habla de que eso es mala suerte? Porque si ustedes estaban pagando e iban con un saco de sal, y le iban a pagar al otro y le daban el saco de sal al otro, ¿cuál es el problema?: que, si el saco se caía, o si se caía la sal, ¿cuál era el problema? Era una pérdida instantánea de capital. Claramente que era mala suerte. Entonces, ¿qué era lo que se hacía? Se tomaba el saco de sal y se lo ponía en un lugar donde se pesaba y se evitaba manipularlo, de modo tal que al que se le caía era el que perdía. O, por ejemplo, otro tipo de dinero que se utilizó fue el tabaco, el lino. Hay una lectura de Milton Friedman muy divertida que habla sobre la hiperinflación de Alemania. Y dice: bueno, se usaban clavos. Y en un momento dice: y también se usaba el coñac, y que según Milton Friedman era la definición de dinero más líquido que había conocido en su vida. Dijo: claramente, más líquido que... era un líquido directamente.

O para los que son más grandes… yo aviso que no miro series, entonces no sé las series, películas o series de cárceles - pero lo que tienen así, más de 50 como yo, habrán visto películas de cárcel. Y el dinero en la cárcel ¿cuál era? los cigarrillos. Entonces, lo que yo quiero es focalizar en esto: que el dinero en realidad es un bien de intercambio indirecto, es un bien que sirve para hacer otras transacciones. Después podemos ver qué distinto tipo de bien va a aparecer o no, pero en principio lo que quiero señalar es que es la demanda espejo de lo que está ocurriendo en el mercado de bienes. Lo voy a poner en otros términos: si ustedes ven en un libro de macroeconomía o le dicen a un economista “¿me podés formular la función de demanda de dinero?”. Acorde a los manuales tradicionales de macroeconomía, ¿qué es lo que van a encontrar? Que va a depender del ingreso y de la tasa de interés, ¿sí o no?

Ok. Bueno, eso está mal, está mal: debería depender solo del consumo. Ahora voy a desarrollar esa idea. Los dejé mudos. Entonces ahora tenemos el bien de intercambio indirecto, después voy a explicar porque está mal. Nosotros ya sabemos que es un bien de intercambio indirecto, que es una demanda espejo, lo que se llama una demanda derivada, que está reflejando la contraparte del mercado de bienes. Ahora, ¿cuál es el problema? Que esos bienes, si bien cumplían con la función de unidad de cuenta, es decir ustedes podían fijar los precios en sal, en trigo, en tabaco, en lo que fuera; y además era un medio de pago generalizado, tenía otro problema: que no era reserva de valor. Ejemplo: ¿ustedes utilizarían como dinero el helado? ¿Por qué no lo utilizarían el helado? Porque tiene tasa de interés negativa; a nadie se le ocurre ahorrar en helados, se degrada. Bueno, lo hago con un ejemplo que es más fácil. Pero entonces lo que ustedes se encontraban era con el problema que esos bienes con el correr del tiempo, ¿qué pasaba? Se degradaban, entonces no constituían reserva de valor. De vuelta, ¿ustedes qué creen, que los seres humanos se pusieron a llorar? No, agarraron y lo resolvieron. Y así aparecieron las monedas metálicas: entonces se usaba el oro para las transacciones grandes, se utilizaba la plata para las transacciones más chicas, o mismo se usaba el bronce.

Entonces, ahí ustedes se encuentran con lo que son, ya pasamos ahora del modelo del dinero mercancía, y pasamos a los patrones metálicos. Y eso, lo que permite es justamente, que también ahora sea unidad de cuenta, medio de pago generalizado y reserva de valor. Ahora, ¿cuál es el problema con los metales o con los metales preciosos, con estos dineros metálicos? Hay un problema que es evidente, que es el de la portabilidad. Andar con estas cosas encima es como medio pesado, por decirlo de alguna manera. Y hay otra cosa que tiene que ver con los riesgos y, obviamente, hasta que no encuentre un ejemplo mejor lo voy a seguir utilizando. Por lo tanto, seguramente muchos de ustedes ya conocen este ejemplo de un personaje que a mí me encanta: es el Zorro. A mí el Zorro me encanta porque es un personaje que es anarcocapitalista. Y básicamente, Diego de la Vega vivía… ¿en dónde vivía?: en Los Ángeles. ¿Y básicamente la ciudad de qué vivía? Del intercambio con la gente que venía del puerto. Y entonces venían y traían bienes, intercambiaban. ¿Pero qué pasa cuando llegaba un extranjero y venía nueva carreta? Se bajaba del barco y se subía a una carreta. El tipo tenía un cartel en la frente que decía: "Tengo oro, tengo oro, tengo oro, tengo oro", ¿no? Entonces, ¿qué pasaba? Iban los chorros y lo atacaban. Entonces, ¿qué hacía el Zorro? El Zorro lo recontra cagaba a palos, ¿no?, lo sacaba a patadas en el culo, claro. Pero, ¿y por qué era interesante esto? Porque si los maleantes —digo así, no sé, no se sientan mal por la palabra— si los malvivientes… Profe, nosotros queremos cárcel o bala, pero bueno, no importa, bueno... El Zorro les daba con la espada.

Dicho esto, no es un tema menor, porque de hecho estamos... logramos la aprobación de la baja de la imputabilidad. Cosa que tampoco nadie había hecho antes. Pero bueno, al margen de eso, el Zorro lo que hacía era... si ustedes, los chorros, tenían éxito, ¿cuál era el problema? El problema es que Los Ángeles hubiera quedado aislada. Hay un ejemplo maravilloso que hace Federico en uno de sus libros de divulgación, cuando están los que quieren cerrar el país. Entonces dice: bueno, entonces cerramos en Argentina, cerramos en la provincia de Buenos Aires, cerramos entonces en La Plata. Cuando ustedes llegan al extremo, ¿hasta cuándo se van a cerrar? Hasta llegar a la situación de autarquía. Lo voy a decir en latín: vivir en autarquía es una mierda. ¿Se imaginan si se tienen que hacer su propio zapato, su propia media, su propia vestimenta, se tienen que encima ocupar de conseguir la comida todos los días, es una vida horrenda. La vida de autarquía es un espanto.

Entonces, en ese contexto, el Zorro respetaba los derechos de propiedad y el comercio. Pero no solo eso; además, también ¿con quién se peleaba? Se peleaba con Monasterio, que era el Estado. O sea que el Zorro era un personaje maravilloso, porque ¿qué era lo que hacía Monasterio? Les cobraba impuestos. Así que vamos por el Zorro. Pero lo bueno de todo esto es que claramente ustedes tenían un riesgo enorme. Y de vuelta, ¿qué hizo el hombre? ¿Se quedó sin comercializar? “No, entonces vamos a la autarquía porque me va a robar un tipo la carreta”. No, el hombre le buscó la vuelta; entonces cuando le buscó la vuelta ¿qué crearon? Las instituciones de depósito. Entonces, ustedes dejaban depositado el oro, la plata o el bronce y se llevaban un certificado. Y con ese certificado iban y ¿qué hacían? Transacciones. Y cuando terminabas de hacer las transacciones, por el otro lado había alguien que hacía el clearing y listo. Ahora, ¿cuál fue el problema? El problema fue que siempre aparece algún vivo que dijo “che, pará, puedo emitir certificados contra nada”. Entonces empezaban a emitir certificados contra el aire y ¿qué era lo que empezaba a pasar? Al empezar a circular más certificados, que es básicamente el dinero papel, empezaba a haber ¿qué cosa? Inflación.

Entonces la gente se avivaba y va a buscar sus depósitos y ahí se armaba el despiole. Y el Estado en lugar de agarrar y sancionar a aquellos que básicamente estaban estafando a otros, dijo “che, pará, este es un negocio bárbaro; ahora me encargo yo de hacer esto”. Y ahí es donde la cagamos y apareció el Estado metiéndose con la moneda. De hecho, los distintos señores feudales, los distintos principados, reinos tenían sus monedas y cuando eran de metálico, se intercambiaban. Pero ¿qué habían descubierto también? Aun usando las monedas, habían descubierto el señoreaje. El señoreaje, ¿qué era? Agarraban las monedas, las metían en un saco, las sacudían y todo lo que caía de oro y todo y hacían nuevas monedas; y ahí es cuando empezaba también de vuelta la inflación. Entonces, básicamente ¿qué es lo que pasa? Las monedas se iban degradando, entonces tenían un problema con el comercio con las otras monedas. Entonces, ¿qué empezaron a imponer? El curso forzoso: es decir, el curso forzoso es la contraparte de “te quiero romper el… la parte roja del mandril digamos, con impuesto inflacionario”.
Ya me veo los lloradores: “Ay, la obsesión anal de Milei”. Lloran por todo. Qué lindo. Este es un gran gobierno, se la pasa haciendo llorar a los zurdos, es una maravilla. Solo por eso ya es bárbaro.

Entonces, obviamente, ahí empieza todo un debate, en especial después del descubrimiento de América. ¿Dónde creen que se descubrió la teoría cuantitativa o los inicios de la teoría cuantitativa? No fue Hume, los que descubren la teoría cuantitativa es la Escuela de Salamanca. ¿Por qué? Porque, ¿a dónde entraba el oro de América? Entraba en España. Y entonces, al aumentar la oferta de oro, cayó el valor del oro. Es decir, todos los precios expresados en términos de oro subieron. Entonces, España se había puesto cara y, consecuentemente, generaba déficit comercial con el resto, y el oro salía desde España hacia el resto de Europa. Y ahí se nivelaban los precios. Ustedes se dan cuenta, ¿no?, de lo ineficiente de la situación. Porque en el fondo los precios relativos no cambiaron. Básicamente, lo que pasó ¿qué es? Hicieron un esfuerzo enorme para llevarse el oro y, ¿qué onda?, subieron todos los precios. Y en el fondo... es recontra ineficiente.

Pero claro, pero es un típico caso de dilema de los prisioneros. Pero, ¿por qué lo hicieron entonces? Porque el que la recibía primero ganaba. Eso después es lo que es la base también del efecto Hume- Cantillón: el que va recibiendo primero el dinero se beneficia. Entonces, en función de cómo se van moviendo los precios a lo largo del tiempo, son los que, por ejemplo, ¿por qué es tan impopular la devaluación? ¿por qué los enemigos del Gobierno están todo el tiempo pidiendo devaluación? Porque es una medida absolutamente impopular. ¿Y por qué es impopular? Porque cuando salta el tipo de cambio, o sea, primero salta el tipo de cambio, después salta el precio de los transables, después saltan los mayoristas, después saltan los minoristas y, último, los salarios. Entonces, en el medio, al sector trabajador lo rompieron todo. Como son mayoría los votos, evidentemente, claro, es recontra antipopular.

Entonces, en ese sentido, por eso los tipos están todo el tiempo alentando todo este tipo de calamidades. No les importa que hace un año y medio que siguen pifiando, pero ellos siguen insistiendo en lo mismo. Digo, para ver el nivel de estupidez, ¿no? El tipo de cambio es libre y siguen hablando de atraso cambiario. O sea, a mí se me caería la cara de vergüenza. El tipo de cambio es libre y siguen hablando de atraso cambiario. Son patéticos. Pero, al margen de eso, comienza todo un debate entre lo que se conocía como la Currency School, que básicamente era la que planteaba el punto de la naturaleza monetaria de la inflación. Claro, les entró todo el oro de América y se encontraron con que se les había acelerado la tasa de inflación. Y después había otra escuela que era la Banking School. Y entonces comienza todo un debate que concluye en 1844 en Inglaterra con lo que se llama la Ley Peel, que es la base del sistema financiero que tenemos hoy, donde, básicamente, en materia de política monetaria, había un tipo de cambio fijo —o sea, patrón oro— y, por otro lado, un sistema financiero de encaje fraccionario. Pasaba lo que pasaba siempre: que el Estado buscaba que lo financiaran, y cuando después todos empezaban a dudar de la solvencia del Estado, empezaban las corridas, empezaba la asistencia, se empezaban a ver presiones, los bancos centrales empezaban a perder oro, y entonces, ¿qué hacían? Devaluaban, llevaban el tipo de cambio a un nivel más alto y así, básicamente, corregían la situación.

Pero después de eso, el patrón ese persistió hasta 1973, donde el mundo presenció una de las estafas más grandes de la historia, que fue el final de Bretton Woods. En Argentina también tuvimos una de esas grandes estafas. Una de esas estafas fue el final de la convertibilidad. No se olviden que los pesos emitidos por el Banco Central son un pasivo para con el sector privado, y eso estaba respaldado, ese pasivo, por dólares. Cuando ustedes miran los billetes de la convertibilidad decían “convertibles de curso legal”. Se reconocía que eso era una deuda y que, además, se saldaba uno a uno. Pero como la política no quiso hacer el ajuste, decidió estafar a los argentinos. En ese momento eran cerca de 14.000 millones de dólares lo que había en el Banco Central, que a plata de hoy sería… los amigos de Clarín, Duhalde, Alfonsín y compañía, los que voltearon a De la Rúa, básicamente terminaron estafando a los argentinos por 30.000 millones de dólares. ¿Se imaginan que, al decir todas estas cosas, después me como las tapas que me como en el gran pasquín argentino? Pero bueno, alguien tenía que venir y poner las pelotas sobre la mesa, y yo se los digo a la cara.

Por lo tanto, lo más importante de esto es entender que el dinero, la demanda de dinero es la de la demanda de un bien de intercambio indirecto. Y por lo tanto lo que determina la demanda de dinero es esa demanda de los bienes con los cuales uno compra los bienes. Entonces, si yo quiero entender dónde está la demanda de dinero, la demanda de dinero está en el fondo en mi sendero de consumo intertemporal a lo largo del tiempo. Es decir, el vector de consumo intertemporal a lo largo del tiempo, de todos los bienes de cada momento de bajo análisis. Entonces lo que yo tengo que hacer es ver de qué depende la demanda de bienes. Esto parece una tontería y no lo es, en gran parte por culpa de Keynes. Keynes solamente tomó un solo curso de economía de 6 meses en Cambridge. Keynes era matemático, su tesis doctoral tenía que ver con la probabilidad, es el “Treatise on probability”. Y básicamente él se dedicó a las inversiones; y la realidad, a diferencia de lo que dicen que era un gran inversor, era un pésimo inversor. Y quebró, quebró tremendamente. Y como se quedó sin laburo y seco, necesitó que le tirara un salvavidas el padre, o sea John Neville Keynes. John Neville Keynes era muy amigo, pero muy amigo, de Alfred Marshall. Entonces, al joven John Maynard, que estaba en la lona, le consiguieron digamos un currito en Cambridge para que pudiera sobrevivir. Y básicamente lo único que tenía que hacer era tomar un curso, entonces tomó un curso de economía con Marshall, o sea economía estudió literalmente seis meses.

Esto no quiere decir que no fuera brillante, no estoy diciendo que no era brillante, era un genio del mal. Pero tenía algunas falencias en términos de teoría económica que eran groseras. Cuando ustedes, aquellos que hayan hecho microeconomía, habrán visto que cuando hacen la derivación de la demanda del consumidor, ustedes tienen dos ejercicios distintos para derivar la demanda: la que suelen ver de manera tradicional es lo que se llama la derivación de las funciones de demanda marshallianas, que son funciones de demanda de equilibrio parcial. Y esas funciones de demanda de equilibrio parcial ingresan todos los precios y el ingreso. Ahora, las menos estudiadas, pero que sí están en algunos libros de textos, solo que se llaman… esa función de demanda marshalliana, ustedes la sacan de maximizar la utilidad sujeta a la restricción de presupuesto. Pero hay otras funciones de demanda que se llaman demandas hicksianas: que básicamente es minimizar el gasto sujeto a un nivel de utilidad. ¿Por qué son importantes estas funciones de demanda? Porque quedan expresadas solamente en términos de precios y de utilidad.

Entonces, ¿por qué es importante esto? Porque cuando ustedes toman un modelo de equilibrio general, en un modelo de equilibrio general en las funciones de exceso de demanda no ingresa. Ustedes estaban esperando la parte áspera: esta es la parte áspera. Todo lo que estoy hablando, es todo matemático, así que traten de ponerle mucho foco. ¿Qué es lo que pasa? Cuando ustedes derivan el sistema de equilibrio general, solamente queda expresado en precios. No ingresa el ingreso. Porque el ingreso de ustedes, ¿de dónde lo derivan? Lo derivan de la venta de sus dotaciones. La más convencional venta de dotaciones es en la venta de ocio con formato de trabajo, y la otra parte de sus ingresos lo derivan, ¿de qué? De la participación que ustedes tienen en los beneficios de las compañías. Es decir, de los beneficios de las compañías. ¿Y los beneficios de las compañías de qué dependen? De los precios. Por lo tanto, desaparecen las cantidades de las funciones, tanto de oferta como de demanda. O sea, solamente quedan en función de los precios. Por eso las funciones de exceso de demanda dependen solamente de los precios. Es decir, en un sistema de equilibrio general no ingresa de ninguna manera el ingreso. No hay una variable cantidad. La variable cantidad surge si yo tengo el vector de precios de equilibrio. Por definición, ese vector hace que coincida la oferta con la demanda. Y la oferta y la demanda, ahí sí sale la cantidad, pero es un resultado del modelo, no es una variable explicativa.

Entonces, en ese contexto, de hecho, ustedes cuando hacen la demostración de existencia, lo hacen sobre el vector de precios. Entonces, en ese… Es más: la construcción de la derivación de la existencia del equilibrio también es importante. Porque ustedes tienen las funciones exceso de demanda, que son funciones que ustedes van de precios y que determinan cantidades. Ahora, la demostración de un equilibrio se hace con un teorema de punto fijo: el de Brouwer, el de Kakutani, el que ustedes quieran.

Ahora, sucede que las funciones que entran en los sistemas de esas características son funciones hacia el mismo conjunto, tendría que ser de precios a precios. Sin embargo, ¿qué tenemos? Que la función exceso de demanda, ¿cómo son? De precios a cantidades. Entonces, ¿cómo corregimos eso? Habrán escuchado nombrar de algo que se llama el subastador walrasiano. ¿Qué hacía el subastador walrasiano? Si a ese precio había más demanda que oferta, subía los precios, y en su defecto, bajaban los precios. Bueno, esa función, ahora, ¿Qué es? Es una función que va de cantidad a precios. Entonces, ustedes hacen la función compuesta del exceso de demanda del subastador walrasiano. ¿Y ahora qué les queda? Una función que va de p a p. Consecuentemente, si están las características sobre el conjunto que sea cerrado, acotado, convexo, con funciones continuas en el caso de funciones que además son aplicaciones a punto; entonces ahora el equilibrio existe, es único y además es estable. ¡Bingo!
Dicho todo esto, entonces no se les ocurra meter en la función de demanda de dinero el ingreso. Porque si sale de un modelo de equilibrio general, no necesita que esté el ingreso. Tampoco necesita que esté la tasa de interés. Y mucho menos se les ocurra determinar la tasa de interés en el mercado monetario. Y voy a explicar por qué. Porque la tasa de interés existe. Existe porque existe el tiempo, no porque existe el dinero. La tasa de interés tiene sentido porque hay mañana. La tasa de interés es un mecanismo de coordinación intertemporal entre el presente y el futuro. ¿Qué es el ahorro? El ahorro es el consumo futuro. ¿Qué es la inversión? La producción futura. Por eso, cuando ustedes van, miran Wicksell, los esquemas ahorro-inversión son modelos intertemporales donde la tasa de interés es un mecanismo de coordinación intertemporal entre ahorro e inversión. Pero en el fondo no es ni más ni menos que el precio relativo de hoy respecto del futuro. Ejemplo: ya hemos sacado el efecto ingreso del medio, con lo cual las funciones de demanda solamente, entonces, tienen qué cosa: efectos sustitución. Ahora, no hay efecto ingreso si no está el ingreso en un modelo de equilibrio general. Consecuentemente, el efecto sustitución siempre es negativo. Por eso las curvas de demanda hicksianas siempre tienen pendiente negativa. En el caso de las marshallianas pueden tener pendiente positiva, que es en el caso de los bienes Giffen, que son bienes donde son bienes inferiores, donde el efecto renta supera el efecto sustitución.

Entonces, dicho esto, ¿cuánto hace que no daba clase de micro? Hacía mucho, pero se vino todo hoy. Se apersonó -. Entonces, en ese contexto, lo que ustedes tienen es que, si el precio de un bien sube, el del otro va a tener que bajar, porque solo hay efecto de sustitución. Cuando la tasa de interés sube, significa que el precio de los bienes presentes está más alto que el de los bienes futuros. Por lo tanto, van a demandar menos bienes presentes y más bienes futuros. Por eso, cuando la tasa de interés sube, el ahorro aumenta.

O dicho de esta… ¿por qué aumenta la inversión cuando baja la tasa de interés? Porque si los bienes futuros están más caros que los bienes presentes respecto a una situación inicial, ¿a mí qué me conviene: vender más hoy o mañana? Mañana. Entonces, mando producción al futuro. Por eso, cuando baja la tasa de interés, sube la inversión. De ahí viene. Entonces, si el modelo es intertemporal, ustedes no necesitan poner la tasa de interés, porque, básicamente, ¿qué tienen? Que es el precio relativo de los bienes presentes respecto de los bienes futuros. ¿Y cuándo van a estar arbitrados? Cuando esa relación sea la misma en todos los bienes. Y ahí sale la tasa de interés de equilibrio.

Dicho todo esto, acabo de destrozar a Keynes y a todo lo que vino atrás de Keynes. Pero no solo eso, sino que lo más interesante es que ustedes van a tener funciones de exceso de demanda que solamente dependen de los precios. Ahora yo hago una pregunta: en el fondo, ¿todo esto dependen de qué cosa, estas funciones que acabo de derivar? Dependen de lo que Robert Lucas Jr. llamaba los parámetros profundos, que es con la forma que ustedes describen una economía. Miren todo lo que estoy haciendo para describir la naturaleza monetaria de la inflación. Ustedes no se dan cuenta: es tremendo. Pero ya voy a llegar.

Entonces, básicamente, una economía, ¿cuáles son los parámetros profundos? Las preferencias, la tecnología, las dotaciones y el esquema de propiedad. En principio, todos esos parámetros hoy, ¿cómo están? Están dados. Y si todos esos parámetros están dados, mi sendero intertemporal de consumo, ¿cómo está? Está dado. Y si eso es así, como la demanda de dinero es un espejo de esa función, de ese vector de consumo intertemporal, la demanda de dinero es una roca granítica. Es decir, en condiciones normales de presión y temperatura —que no es lo que ha habido en Argentina desde 1935 en adelante; si quieren más exacto, si no me equivoco, primero de marzo… ¿es primero de marzo o primero de mayo fue? Creo que fue primero de marzo que se creó el Banco Central. En condiciones normales de presión y temperatura la demanda de dinero es una función granítica; de hecho, esto los clásicos lo entendían a la perfección.

¿Ustedes se creen que los clásicos eran idiotas? Eran tipos que vivían mirando todo el día qué pasaba en la economía real, estaban mirando todo el día. Entonces, ¿qué creen? ¿Que eso de poner una fracción del ingreso es porque eran idiotas? No, era porque en condiciones normales de presión y temperatura, la demanda de dinero es una roca granítica. De hecho, tenían patrón oro, con lo cual tampoco podían hacer mucho. Dicho esto, entonces, ahora puesto en estos términos, ahora la demanda de dinero real es una roca granítica, que es el espejo del sistema de equilibrio general del lado real. Y en equilibrio, la oferta real de dinero, o sea, la cantidad de dinero dividido el nivel de precio, tiene que ser igual a la demanda de dinero. Y esto es lo interesante. Y ahí surge la naturaleza monetaria de la inflación, porque el nivel de precio de la economía es el cociente entre la oferta de dinero y la demanda de dinero, que ya dijimos que es fija. Entonces, en la medida que sube la cantidad de dinero, suben los precios. De ahí la frase tan famosa de Friedman: “La inflación es siempre y en todo lugar un fenómeno monetario, generado por un exceso de oferta, ya sea o porque sube la oferta, o porque cae la demanda, o porque ocurren las dos cosas a la vez, que hacen que el poder adquisitivo del dinero caiga y, por ende, todos los precios expresados en una unidad monetaria suban”. Pero como verán, hasta llegar acá hay todo un recorrido para entender eso. Ahora, todo eso es lo que está detrás de nuestros pensamientos en materia monetaria.

Al mismo tiempo, si ustedes se fijan, tienen la cuestión del ancla nominal. Y esto la gran mayoría de los economistas no lo saben, solo poquitos. Aquellos que hayan leído en profundidad a Olivera, en el trabajo este “On passing money”, cuando hace el patrón crédito, él explica a la perfección el problema del ancla nominal. ¿Pero qué es el ancla nominal? Que yo fijo la cantidad de dinero, ¿para qué? Para aparcar los precios. Digo, ¿esta discusión les parece menor? Esta es la discusión que ocurrió después de que levantamos el cepo. Toda la manga de mandriles, econochantas, de mandrilandia decían: “El tipo de cambio se va a ir a las nubes, van a perder reservas, en 1400, va a ser un desastre, la tasa de inflación se va a ir a las nubes”. ¿Nosotros qué contestábamos? “No”. ¿Y por qué? Porque la cantidad de dinero está fija desde mediados del año pasado. Es más: si el rezago de la política monetaria es entre 18 y 24 meses —se los digo de nuevo— para mitad del año que viene en Argentina no va a haber más inflación.

Si ustedes se fijan, durante esos días, tanto lo que fue el anuncio de Toto y Santi Bausili, lo que fue la cadena nacional, lo que fue las exposiciones en distintos lugares de Fede Furiase, o lo que fuimos tratando de empujar también con Federico y en mi caso, fue explicar que el tipo de cambio no tenía por qué saltar. Y si saltaba, no tenía por qué haber inflación. Porque hay algo que se llama el efecto Hume- Cantillon. Cuando yo genero el problema de exceso de oferta de dinero y que me salta el tipo de cambio —o sea, se me traslada al mercado de divisas y me salta el tipo de cambio—, sube el tipo de cambio, después suben los transables, después suben los mayoristas, después los minoristas, después... claro, los argentinos durante 90 años vieron ese modelo. Entonces, los argentinos creían que, si subía el tipo de cambio, entonces subían los precios. Eso está mal, porque es precios determinando precios. No funciona así. Porque si funcionara así, no necesitaría poner adentro del modelo de equilibrio general la Ley de Walras. Si mi problema es que tengo precios determinando cantidad y necesitaba un mecanismo para que las cantidades determinen precios, no tenía precio a precio. Por lo tanto, es una inconsistencia. Es una inconsistencia teórica creer que el tipo de cambio era lo que iba a determinar los precios.

Entonces, hubo todo un esfuerzo comunicacional para explicarle a la gente que no tenía ni por qué saltar el tipo de cambio y que tampoco tenía por qué saltar el nivel de precios. Y que, si saltaba el tipo de cambio, tampoco tenía por qué irse a precios. ¿Por qué explicábamos esto? Porque si ustedes tienen que se hubiera ido al tipo de cambio y la gente estaba encabronada con comprar cosas, y comprar dólares, y los dólares —supongamos que hubiera ido al techo de la banda— esos bienes se hubieran vuelto más caros. Entonces, ustedes hubieran gastado más en esos bienes y, por ende, tendrían que haber gastado menos en otros y, consecuentemente, los precios van a bajar. ¿Y por qué estábamos tan confiados de eso? Porque la única forma en que puede pasar eso es cuando ustedes tienen fija la cantidad de dinero. Cuando ustedes tienen fija la cantidad de dinero, no hay convalidación monetaria. Al no haber convalidación monetaria, si un precio sube, el otro a la fuerza tiene que caer. Por eso nosotros estábamos confiados. Nosotros no nos peleamos con la realidad. Si la gente quiere formar precios mirando el tipo de cambio, y hay 90 años que le dan la razón, bueno, nosotros lo que tenemos que tratar de hacer es mostrarle a la gente cómo funciona esto. Por eso es fabuloso cuando a Toto le dicen: “No, esto yo ya lo vi”. ¡Las pelotas! ¡No lo viste nunca! Porque nunca viste equilibrio fiscal conjugado con cantidad de dinero fija y tipo de cambio libre. ¡No lo viste nunca! “Esto ya lo vi”. No, no viste nada. No viste nada. Viviste en una ilusión, atrapado del efecto Hume- Cantillon. Digo, que le pase a la gente que no está formada en economía, no es un problema. El problema es que le pasa a los pelotudos de los economistas, eso es la parte grave.

Entonces, hubo todo un esfuerzo para tratar de que el modelo ahora se parezca más a expectativas racionales: el nivel de precios tiene que ver ¿con qué? Y, con la cantidad de dinero. Entonces me acuerdo periodistas operadores diciendo: “no, la tasa de inflación va a estar entre el 5 y el 7”. El gran pasquín argentino alentando la crisis. Claro, porque después de la última crisis de 2001- 2002 le fue muy bien, porque licuaron y jodieron a todos los acreedores, ¿no? A cambio de tapas y proteger al Gobierno de Duhalde, les jodieron la vida a todos los argentinos, pero ellos lograron la ley de bienes culturales para que no les ejecutaran esas acciones que tenían prendadas. Y como no les alcanzó, porque cuando fueron al concurso no les alcanzó el porcentaje, después modificaron la ley de concursos y quiebras, para que se pudiera hacer con el 51%, en lugar de dos tercios. Y ahí dejaron a los acreedores indefensos y se los empernaron a todos, y entonces así vivimos… estos pauteros, corruptos, que arruinaron la Argentina y que son unos extorsionadores. Y qué tratan de apretar gobiernos con tapas.

Pero al margen de eso, lo que quiero señalar es que ya tenemos claro que entonces, además, liberamos el mercado de cambios y el tipo de cambio no subió. Es más, ¿qué hubiera dicho la teoría económica? Supongan que tengo un precio controlado, un precio máximo. En general un precio máximo se pone debajo del nivel de equilibrio. Eso hace que se genere un exceso de demanda de divisas. Y la verdad que, durante lo que fue todo el mes de marzo y mitad de abril, perdimos un montón de reservas. Y además, no podíamos defendernos porque teníamos la confidencialidad por el acuerdo con el Fondo, mientras que los imbéciles de los periodistas decían “¡uy, están asustados y escondidos!” y pronosticaban todo tipo de catástrofes. Pero también había un paralelo. ¿Y qué dice la economía cuando ustedes tienen una situación así? Que si abren, no solo que hay más cantidades, sino que además, ¿qué pasa? Que el tipo de cambio se va al lugar en el medio. Para desgracia de los econochantas y los agoreros, el tipo de cambio está en niveles similares a los que teníamos del tipo de cambio oficial. O sea que, con lo cual, todos los que hablaban de atraso cambiario y todo eso, de vuelta quedaron en offside. Pero ahora está a mercado. La otra crítica que nos hacen es que no, no es mercado porque hay bandas. Otra estupidez. Ahora voy a explicar lo de las bandas.

La primera es la siguiente: nosotros hoy - lo dijo Toto antes de que yo ingresara - si nosotros quisiéramos rescatar toda la base monetaria amplia, lo podríamos hacer a 900, 911 pesos si no me equivoco; es decir, debajo del nivel de la banda. ¿Ustedes se dan cuenta el nivel de cobertura obsceno que tiene el peso hoy? O sea, podemos rescatar todos los pesos a 911. Y si lo tuviéramos que hacer en el techo de la banda, podemos rescatar todos los pesos y nos sobran 15 mil millones de dólares. ¿Se dan cuenta, ¿no? Entonces, ahora digo ¿y por qué las bandas y esas cosas? Hay una charla que yo di en lo de Fantino, que el nombre que yo le había puesto esos papeles era “Aprendiendo a flotar”; y era lo que nosotros tratábamos de comunicar en ese momento. Es más, no importa si fluctúa el tipo de cambio siendo libre; lo que acá importa en materia de inflación es que no emitamos, que no haya emisión monetaria y la cantidad de dinero está fija desde mediados del año pasado. “No, bueno, pero hay inflación”.

Y porque la inflación tiene rezago. Es decir, la bestia anterior emitió 13 puntos del PBI en un año: ¿ustedes qué querían, que no haya inflación? Bueno, nosotros empezamos a arreglar las cosas, pero ese dinero está en la calle. Entonces, en ese contexto, yo ahora voy a dar una explicación técnica para el tema de las bandas.
Cuando ustedes trabajan, porque hay un conjunto de imbéciles que dice: “el tipo de cambio no es libre porque en realidad ustedes tienen bandas”, miren, la verdad que adentro de la banda es libre. O sea, el problema sería, pueden cuestionar si va al techo o al piso de la banda, pero dentro de la banda no habría que cuestionar nada. Pero ahora voy a desasnar a los imbéciles que dicen eso. Cuando ustedes estudian equilibrio general, ustedes tienen los dos teoremas de puntos fijos más usados son el de Brower y el de Kakutani. El de Brower es para funciones, son aplicaciones punto a punto. Es decir, ustedes tienen un precio, le contesta una cantidad. El teorema de punto fijo de Kakutani, es una correspondencia, son punto-conjunto. Es decir, ustedes le tiran un precio, les contesta un conjunto de cantidades. Pero, tanto sea que ustedes trabajan con funciones o con correspondencias, en general siempre trabajan con conjuntos acotados. Pero, ¿qué es lo interesante? Lo interesante es que a algún tipo brillante se le ocurrió trabajar con conjuntos no acotados. Esto es interesante porque trabajar con conjuntos no acotados, ustedes tienen algunos problemas con las cuestiones de optimización, tienen un problema para conseguir un óptimo.

Entonces, ¿de dónde sacan las funciones que son óptimas? Entonces, cuando ustedes trabajan con conjuntos no acotados, lo que se hace para demostrar la existencia del equilibrio es trabajar con conjuntos acotados artificialmente. Es decir, ¿qué es lo que hacen? Ustedes ponen una cota artificial a donde se les da la gana, y dada esa cota donde ustedes se les da la gana pero que existe, por eso se llama acotado artificialmente, ustedes derivan el equilibrio. Y si esa restricción no es efectiva, ese equilibrio ahora existe y tiene todas las propiedades bajo las cuales trabajamos regularmente.

Por lo tanto, ¿qué es lo que hicimos nosotros? ¿Cuál era el problema? La gente venía con 90 años de ser estafada con un modelo que convalidaba monetariamente déficit fiscal y demás. La gente, de vuelta, como vivió en un mundo que siempre vivíamos con déficit fiscal y con emisión monetaria, está claro que tiene un chip que, vayan a explicarle ustedes que una persona que creía que el tipo de cambio determinaba los precios estaba equivocado y durante 90 años le dio la razón. O sea, agarren y dicen: “no, bueno, el único período que no hubo inflación fue los 90, el tipo de cambio estaba fijo”. Pero, ¿cómo le explican ustedes a la persona que piensa que eso está mal? Y el tipo que le dice “jaja” ¿Saben qué? Esto es igual a otra discusión que, por ejemplo, hay en crecimiento. Si ustedes toman la historia desde el año 0 de la época cristiana hasta el 2000, pónganle, los primeros 1800 años el PBI per cápita está constante prácticamente. Que es lo que se llama la era malthusiana. Y después empieza a crecer fenomenalmente.

Una de las cosas que hace Adam Smith con la idea de la fábrica invisible de alfileres dice que los rendimientos son crecientes. Y Malthus agarra y se le caga de risa, le dice: “mirá la evidencia empírica, pibe, sos un delirante”. Si hubiéramos hecho la econometría en 1801, ¿a quién hubiera avalado la econometría? Lo hubiera avalado a Malthus. ¿Qué dice la evidencia empírica cuando uno toma los últimos 250 años? El que tenía razón era Adam Smith. Para mí, Adam Smith es a la economía lo que Gauss a la matemática: un tipo que vivió 250 años adelantado a su época. Entonces, acá es lo mismo. O sea, vayan a explicarle a alguien que vivió con 90 años de desequilibrio fiscal o con emisión monetaria que el modelo no funciona así. “No, bueno, pero en realidad es que es un activo financiero”. ¡A la gente le importa un rábano! Entonces, por eso el esfuerzo de comunicar que lo que importa es la cantidad de dinero para la determinación de los precios. Y que puede haber cambio de precios relativos, sí. ¿Y por qué pusimos la banda? Para acotarlo artificialmente. Pero, dado que está adentro, listo, se acabó el problema. Les juro que me cuesta creer que sean tan estúpidos. Es una cosa que verdaderamente me sorprende.

Ahora, dicho esto, el mecanismo de control de la oferta monetaria no es el único mecanismo. Hay otro mecanismo de control, hay otros modelos de oferta monetaria que son los de los dineros endógenos. Por ejemplo, hay uno que es el patrón mercancía. Entonces, eso hace que el precio quede determinado exógenamente y lo que se determina endógenamente ¿qué es? La cantidad de dinero. Entonces, esto es muy típico para aquellos programas que intentan controlar precios. Entonces, ustedes fijan los precios y la cantidad de dinero se acomoda a eso. Un familiar de esto ¿Qué es? El modelo de la puja distributiva, que es el patrón salario. Entonces, los precios son un alfa de los salarios. Entonces, se mueven los salarios, se mueven los precios, entonces se modifica la cantidad de dinero y se convalida monetariamente de esa manera. Y el otro modelo es el modelo de patrón externo, donde ustedes fijan el tipo de cambio. Al fijar el tipo de cambio, el ancla es el tipo de cambio. ¿Por qué? Porque el nivel de precios local es el nivel de precio internacional está dado y está dado también el tipo de cambio, porque lo fijaron ustedes. Entonces, ustedes fijan el nivel de precios y la cantidad de dinero queda determinada en función de qué: de la demanda de dinero. Entonces, cuando aumenta la demanda de dinero, la gente va y el Banco Central le vende pesos a los que llevan los dólares. ¿Para qué? Para expandir la cantidad de dinero. La frase no es trivial, no está dicha. O sea, la gente va y compra pesos. Esto no es menor, porque cuando va con los dólares y compra pesos, ese dinero está siendo demandado. Entonces, como el proceso es impulsado desde la demanda, el crecimiento que hay de la oferta hace que no haya pérdida de poder adquisitivo del dinero, porque esa demanda y oferta están mapeadas. Esto no es menor porque es justamente lo que ocurre en este modelo que nosotros estamos trabajando.

Es más, fíjense que cuando ustedes tienen esta situación, si ustedes normalizan el tipo de cambio en uno y el nivel de precio internacional en uno, el crédito, la oferta monetaria o la base monetaria, se va a componer de dos elementos: de las reservas y del crédito doméstico, y eso se va a tener que igualar ¿a qué? A la demanda de base, a la demanda de dinero. Vean que, si yo tengo la demanda de dinero y dejo acá reservas, y paso del otro lado el crédito doméstico, me queda la demanda de dinero menos el crédito doméstico. Si sube la demanda de dinero, ¿qué pasa? Me suben las reservas. Pero si sube el crédito doméstico, pierdo reservas. ¿A quién le pasaba eso? Al kirchnerismo. Hacía déficit fiscal, lo financiaba con emisión monetaria y, al financiarlo con emisión monetaria, ¿qué le pasaba? Perdía reservas. ¿Cómo lo corregía? ¿Lo corregía devaluando? No. ¿Cómo lo corregía? Con el cepo, con restricciones. ¿Para qué? Para que haya un ajuste de cantidades sin que se tocaran los precios, creyendo que lo que iba a determinar la inflación iba a ser que se moviera el tipo de cambio, con lo cual generaba un exceso de demanda brutal en el mercado de divisas que se traducía en un exceso de oferta en el resto de la economía, que implicaba que se caía la demanda de bonos.

Por ende, los precios de los bonos bajos, altas tasas de interés, alto riesgo país - cuando ganamos el riesgo país estaba en 3000; eso genera un exceso de oferta en el mercado de bienes, con lo cual, la economía estaba estancada desde el año 2011, en el mismo nivel de PBI, en términos de per cápita, 15% abajo. No solo eso: ese exceso de oferta en el mercado de bienes se traducía en un exceso de oferta en el mercado de trabajo. La cantidad de empleo formal está clavada desde el año 2011 en 6 millones de puestos de trabajo. ¿Y cómo se compensó? Con aumento en el sector público, bajo esa aberración estúpida que es “gobernar es crear trabajo”. No, gobernar es que la gente viva mejor. ¿Por qué esa frase de “gobernar es crear trabajo” es una pelotudez del tamaño de una casa? Porque entonces, ¿qué hago? Creo muchos empleos públicos. Vamos a volar por los aires. Eso es lo que hacía el kirchnerismo. En realidad, gobernar es que la gente viva mejor y que se creen... o sea, se lo pongo con un caso ridículo: ¿qué pasa si la cantidad de gente en la economía está constante, la tasa de natalidad igualada a la tasa de mortalidad? ¿Qué voy a crear puestos de trabajo si la cantidad de gente no cambia? ¿De qué están hablando? O sea, gobernar es generar bienestar; es decir, bajar la inflación, hacer que crezca la economía, que mejoren los salarios reales y que haya menos pobres y menos indigentes. Dicho sea de paso, nosotros, los desalmados liberales, bajamos la pobreza en menos de un año en 22 puntos.

Es decir, sacamos de la pobreza a 10 millones de seres humanos. ¡Qué desalmados los liberales!
Por lo tanto, ahora estamos en condiciones. Ahora tenemos todos los elementos necesarios para entender el problema de la dolarización endógena. Si nosotros pensáramos esto en términos de teoría cuantitativa, el nivel de precios del país sería la cantidad de dinero dividido K por Y, ¿no?, la fracción K del ingreso que se requiere como dinero, el ingreso. Y eso también podría ser válido ¿para quién? Para el país de referencia con el que quieren fijar la moneda, llámese el dólar. Entonces, el nivel de precios internacional o el precio en Estados Unidos sería la oferta de dinero en Estados Unidos dividido el K por Y de Estados Unidos. Si yo tengo que el precio local es el tipo de cambio por el precio internacional, el tipo de cambio viene dado por el cociente entre el precio local y el precio internacional. Cuando ustedes reemplazan la ecuación de precios —cantidad de dinero sobre K por Y— van a llegar a algo que se llama condiciones monetarias relativas. Por lo tanto, en la medida que la oferta de dinero en Estados Unidos crezca más que la de Argentina, la moneda nuestra se aprecia, lo cual tiene sentido, porque en Estados Unidos, Estados Unidos sí emite dinero; nosotros no emitimos dinero. Y les digo algo más: sacamos dinero de la cancha, ya sea por el superávit fiscal y ya sea por la colocación, por ejemplo, del BOPREAL.

Con lo cual, eso hace que nosotros saquemos pesos y, por ende, el tipo de cambio tiende a caer. No hacemos magia. Es decir, Toto es un genio, pero no es Copperfield. O sea, un mago es un embustero. Recuerden que un mago es un embustero. El señor es un crack de verdad. Entonces, cae el tipo de cambio porque está sacando pesos de la calle. Ahora, ¿es el único mecanismo que hace que el tipo de cambio se aprecie? No. Argentina viene de niveles de inflación absolutamente desbordados. Por ende, la demanda de dinero era muy baja. El factor K de Argentina era muy bajo. La proporción de dinero en términos de PBI literalmente era una cagada. Estaba en torno al 2% la base cuando nosotros llegamos. O sea, ese número debería estar, la base monetaria amplia, en torno a 14 o 15 puntos del PBI. Hoy está en seis y medio. Es decir, que Argentina tiene todavía ¿qué? Un potencial enorme de remonetización.

Consecuentemente, si nosotros bajamos la tasa de inflación a niveles de tasa de inflación internacionales, ¿qué es lo que va a tener que pasar? Esa remonetización relativa va a hacer que el tipo de cambio tenga que caer. Y, además, Argentina tiene todo para empezar a crecer y empezar a converger. De hecho, en el primer semestre, es interesante porque, después de haber hecho el ajuste fiscal más grande de la historia, 15 puntos del PBI: 5 en el Tesoro, 10 en el Banco Central, todos pronosticaban una catástrofe, que por lo menos el PBI iba a caer 15%. Después empezaron con la L: que caía, pero quedaba fijo; o empezaron con la pipita de Nike muy tenue. Y nosotros hablábamos de la recuperación en V y se nos mofaban. Después empezaron con la pipita de Nike, pero ya más en formato tradicional. Después no les quedó otra que admitir que la V corta. Y la verdad es que terminó siendo una tilde. Porque, básicamente, cuando ustedes toman el EMAE desestacionalizado, diciembre contra diciembre, subió 6%. Es decir, nosotros hicimos el ajuste fiscal más grande de la historia de la humanidad, en el menor tiempo posible, porque 5 metimos en el Tesoro en el primer mes, y sumamos 15 en 6 meses cuando arreglamos el Banco Central; bajamos la tasa de inflación de niveles del 54% mensual al 1, menos del uno, al 0,8%, con lo cual pasamos del 17000 al 10%. Y si lo toman en dólares, deflación, además, porque si le restaban el crawling peg del 2%, pasamos a deflación en dólares.

Y con todo eso, respetando los derechos de propiedad, haciendo ajuste de tarifas, sin licuación de híper ni nada, el PBI creció 6% entre puntas. Es más, el PBI del primer trimestre se expandió al 6%. En el segundo trimestre lo está haciendo al 8%. No solo eso, sino que además el último dato desestacionalizado de 0,8 implica que Argentina se está expandiendo al 10%. Yo recuerdo que en algún momento los pelotudos abanderados de las formas se quejaron porque dije que la economía argentina iba a subir como pedo de buzo. Muchachos, bienvenidos, porque las burbujas están por todos lados.

Ahora, entonces, ¿cuál es el punto que encontramos ahora? Que nosotros tenemos la cantidad de dinero fija, pero tenemos oferta contrayendo. el factor de demanda subiendo, crecimiento económico, ¿cuál es el problema? La demanda de dinero está volando. Entonces, mientras que todavía exista sobrante monetario, la economía va a poder seguir funcionando a esta velocidad, al tiempo que vaya bajando la tasa de inflación. Esto es algo interesante: mientras que nos limpiamos el money overhang, ustedes van a ver que la economía se sigue expandiendo fuerte con tasas de inflación decreciente. Ahora, ¿cuál es el problema? El problema es que cuando terminemos de agotar el money overhang, el tipo de cambio va a tener que ir muy rápido al piso de la banda. Porque ahí es donde nosotros recién empezamos a monetizar. ¿Y cuál es el problema? Que esa velocidad puede ser que sea mucho más rápida que la velocidad del sector real, y eso puede mandar a muchas empresas a la quiebra por un problema de velocidades de ajuste. Es decir, nosotros ahora tenemos una economía que tendría que tener una estructura contractual deflacionaria.

Necesitamos una estructura contractual de una economía con deflación y la estructura contractual de Argentina es una estructura contractual de una economía con inflación. Hay un libro maravilloso del profesor Philipp Bagus que se llama "Defendiendo la deflación", en el que explica todo el debate de la deflación en la historia del pensamiento económico. Ahora, ¿cuál es el problema? El problema es que yo tengo una estructura contractual no preparada y, como no tengo la estructura contractual preparada, si se me va muy rápido al piso de la banda y yo limpio el money overhang, pero en esa transición no tengo acomodada la estructura contractual, puedo estar mandando empresas a la quiebra. Entonces, una de las cosas que estamos haciendo es, bueno, entonces, ¿cómo hacemos para monetizar la economía sin emitir dinero? Y ahora tiene sentido toda la explicación que hice al inicio.

Porque, en el fondo, ¿quién es el que determina la cantidad de dinero dentro de la economía? La cantidad real de dinero en la economía no la determina el Banco Central. El Banco Central puede determinar la cantidad nominal de dinero, pero no la cantidad real de dinero: la cantidad real de dinero la determinan, ¿quién? La determinan los individuos. Qué es, ¿el qué? La demanda espejo, la función derivada, o sea la demanda derivada que viene del mercado de bienes. Es decir, que la cantidad real de dinero dentro de la economía la determinan, ¿quiénes? Los agentes. Y ¿por qué esto es importante? Y de ahí la dolarización endógena. Nosotros hemos permitido, y está permitido hoy, que todos los individuos puedan hacer transacciones en la moneda que se les dé la gana. Es decir, la promesa de campaña la cumplí. Ustedes pueden hacer las transacciones en la moneda que quieran. Entonces, la pregunta es, ¿por qué no lo hacen? Bueno, porque en el fondo ¿saben cuál es la realidad? Tienen miedo de dejar los dedos marcados. Y que ARCA los vaya a perseguir. Y por más que yo les jure que ARCA no los va a perseguir... dicen, “bueno, pero hay otros gobiernos que lo hicieron”. Entonces, ¿qué es lo que estamos haciendo? Estamos trabajando en conjunto, ARCA con el Ministerio de Economía y con el Banco Central, para flexibilizar todas esas normas para que nadie los persiga por utilizar los dólares que ustedes tienen en el colchón. Es decir, una verdadera revolución monetaria de la libertad, porque nosotros consideramos que aquellos que fugaron la plata no son delincuentes, son héroes que lograron escapar de los hijos de puta de los políticos que les querían romper el orto con el impuesto inflacionario.

Yo hago una pregunta: yo tuve la suerte de conocer a una persona que se escapó de Cuba, pero yo hago una pregunta, si ustedes tienen una situación de una persona que se escapa de la isla cárcel como es Cuba, acorde a las leyes cubanas, eso, ¿qué sería? Sería un delito, ¿no? Hago una pregunta. Y aquel que se logra escapar ¿ustedes entonces irían y agarrarían y los perseguirían en Miami y los matarían o se los llevarían de vuelta para Cuba? A veces lo que es legal no necesariamente es lícito. No es lícito que los gobiernos hijos de puta hayan puesto controles, no es lícita la ley penal cambiaria. Ustedes pueden ahorrar en lo que se les cante el culo y no hay nadie que se pueda arrogar el derecho de decir en qué pueden ahorrar o no. Si ustedes en el año 2001, en lugar de quedarse con mil dólares, se hubieran quedado con mil pesos, hoy tendrían un dólar. Los políticos de mierda les hubieran robado 999 dólares. ¿Acaso está mal que ustedes se quieran proteger de un chorro? Esa gente que tiene la guita debajo del colchón no son delincuentes, son tipos que se escaparon de un régimen opresor que los quería estafar.

Por lo tanto, devolver la libertad también es que esa gente pueda volver a meter su dinero adentro del sistema sin que nadie los persiga. Y de ahí que nosotros estamos promoviendo y estamos trabajando en que la gente pueda sacar sus ahorros y que no los persiga el Estado, porque ya bastante los persiguieron con una moneda que hubo que sacarle 13 ceros, y que, si ustedes se fijan hoy, podríamos sacarle tres más. Por lo tanto, ¿qué es el proceso de dolarización endógena? Que los individuos, en función de lo que necesitan demandar, moneticen la economía sin tener que pasar por el mercado de cambios. Entonces, ustedes van a tener fija la cantidad de dinero, salvo que lleguen al piso de la banda; y, por otra parte, ¿qué van a tener? Que conforme los individuos necesiten hacer más transacciones van a poder usar, ¿qué? Los dólares del colchón. ¿Y cuál es el resultado? El resultado es que cada vez va a haber más dólares y va a haber un momento en que van a ser tantos los dólares respecto de los pesos que, ese día, si se nos da la gana, podemos cerrar el Banco Central y liberarlos de los políticos ladrones de acá a la eternidad. Muchísimas gracias.