Discurso del Presidente Javier Milei en la ExpoEFI Argentina 2025
Buenos días. Muchísimas gracias a las autoridades del Congreso por permitirme esta oportunidad de estar con ustedes. Y la charla de hoy es sobre crecimiento económico. Es decir, es la hora del crecimiento económico. Hemos concluido la etapa de la estabilización. Esto no quiere decir que las cosas estén perfectas, pero sí hemos concluido con la estabilización. Concretamente, cuando llegábamos, estábamos al borde de la crisis más grande de la historia argentina, pues combinábamos, por un lado, el desequilibrio monetario en la previa al Rodrigazo; de hecho, el money overhang era el doble que el que teníamos en la previa del Rodrigazo. Para los que son más jóvenes, el Rodrigazo ocurrió en 1975, luego de años de controles de precios, déficit fiscal, emisión monetaria, todo tipo de controles. Y, un día llegó un señor llamado Celestino Rodrigo y no le quedó otra que liberar, devaluar y eso implicó una aceleración de la tasa de inflación de 6 veces, pasó el 30% al 180% y la cantidad de pobres se multiplicó por cinco; pasó de 5 a 25. También combinamos -en esta herencia que recibimos- un desequilibrio en el Banco Central tres veces peor que lo que había en la previa de la hiperinflación de Alfonsín, en el año 1989, episodio que terminó con una inflación mayorista en orden al 5.000%.
Concretamente, nosotros teníamos cuatro bases monetarias venciendo en un día, y por lo tanto -ante algún evento complicado- se podría haber quintuplicado la cantidad de dinero en un día, lo cual también era combustible para una hiperinflación. Y, como si esto fuera poco, teníamos indicadores sociales peores que los del año 2001. Por lo tanto, teníamos enfrente la peor crisis económica de la historia y por eso siempre tengo un gran agradecimiento a todo el equipo de Gobierno, por el coraje de acompañarme en esta jugada verdaderamente heroica y -muy especialmente- a quien se sentó en la peor de las sillas eléctricas, el mejor Ministro de Economía de toda la historia, Luis “Toto” Caputo.
A partir de ahí, nosotros con “Toto”, con quien sinceramente, tenemos una relación simbiótica -básicamente- compartíamos el diagnóstico de que si bien la inflación es siempre y, en todo lugar, un fenómeno monetario, el origen de esa emisión estaba dada por el déficit fiscal. Probablemente, una de las charlas más impresionantes fue la primera charla que dio “Toto” al inicio del Gobierno, cuando anunciaba las características del programa y mostró cómo -en realidad- todo el problema era fiscal. Las regulaciones vienen del problema fiscal; todas las cuestiones del entramado argentino son fruto de que, al no querer corregir la verdadera causa del problema, que es el déficit fiscal, básicamente se ponían parches por otros lados. Es decir, déficit fiscal financiado con emisión monetaria. Entonces, generaba inflación. ¿Qué hacían? Controles de precios. Aparecía el desabastecimiento; Ley de Abastecimiento. Se empezaban a perder reservas; se ponían controles de capitales. Siempre el eje central es el equilibrio
fiscal. De hecho, hay un gráfico memorable, que usó -durante mucho tiempo- el profe Espert, presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda del Congreso que tanto lucha contra los orcos y que está presente; gracias, profesor, por estar acá.
El profe mostraba - por ejemplo - las crisis argentinas; el Rodrigazo estalló con un déficit fiscal de 14 puntos del PBI; la tablita cambiaria con 11; la hiper de Alfonsín con 8,
la convertibilidad con 7. Bueno, nosotros heredamos un déficit fiscal de 15 puntos del PBI: 5 en el Tesoro y 10 en el Banco Central. Y, en ese contexto, prendimos la motosierra e iniciamos el ajuste fiscal más grande no sólo de la historia Argentina, sino de la humanidad. Mientras que decían que era imposible hacer un ajuste de 1 punto del PBI, nosotros logramos hacer un ajuste fiscal en rigor, al inicio fueron de 7 puntos del PBI, después se fueron reacomodando las partidas y terminó siendo de 5 puntos del PBI. Y -después de 123 años de tener siempre déficit fiscal- fue el primer año que tuvimos equilibrio fiscal en un año y lo logramos en un solo mes. Pero también como de manera brillante expuso recientemente “Toto”, eso no era suficiente. Es decir, podríamos haber hecho el ajuste fiscal y aún así podríamos haber caído en una hiperinflación por la situación que teníamos en el mercado monetario. Y ahí es cuando se empezó, lo que se llama, la etapa 2 del programa, que es cuando se empezó a sanear el balance del Banco Central, y en 6 meses, fruto ahora no sólo del trabajo de “Toto”, sino de la enorme trabajo de Santiago Bausili y todo su equipo, en coordinación con Pablo Quirno, lograron que -en 6 meses- en Argentina desapareciera el déficit cuasifiscal. Por lo tanto, hicimos un ajuste de 15 puntos del PBI, en 6 meses; vaya que eso sí es para el libro Guinness de los Récords.
Y, a partir de ahí, la tasa de inflación, y yo suelo hablar de la mayorista, porque es la que no tenía la contaminación tan fuerte del problema de precios relativos como consecuencia de la pisada de precios que hizo el Gobierno cavernícola anterior, y, la inflación, que estaba en el 54%, terminó el año en torno al 1%; el último dato de mayorista fue 1,5%, que todavía estaba vigente el crawling peg de 1%, con lo cual uno podría decir que es una inflación del 0,5% mensual. Esto significa que la inflación pasó de viajar a niveles del 17.000% anual al 6% anual. Vaya que eso sí es un milagro también.
Y eso, además, se hizo sin expropiaciones, o sea, se evitó una hiperinflación, que hace que los programas de estabilización sean más más simples, porque agarra todo licuado y se hace más fácil; nosotros, justamente, lo que tratamos de evitar fue eso, ya que eso fue lo que nos dejaron plantado para que, con toda la maquinaria el peronismo, en diciembre ya no estuviéramos más, a fin de diciembre, cuando llegaran las fiestas. Pero no sólo eso, sino que, además, se hizo sin expropiar. Por ejemplo, nosotros no hicimos un Plan Bonex. Nosotros, todo lo que hicimos de la recomposición del balance del Banco Central, fue hecho respetando los derechos de propiedad. No sólo eso, sino que, además, tampoco hubo controles de precios; tampoco se fijó el tipo de cambio y, a pesar de eso, la velocidad a la que bajó la inflación es mucho más rápida que lo que se logró en el caso de la convertibilidad, cuando ustedes miran en dólares.
Pero, claro -cuando empezamos a estabilizar- primero, era que no bajábamos la inflación… Ah, y además lo hicimos recomponiendo precios relativos, en un contexto donde las tarifas solamente cubrían 20% del costo o la aberración que teníamos en el Banco Central, de que solamente teníamos… solo de las SIRAS teníamos más de 40 mil millones de dólares de deuda, con lo cual estábamos al borde de un colapso comercial externo; un colapso financiero interno y además se pagaban solamente 15% de las importaciones. Y, en ese contexto, primero, decían que no íbamos a poder bajar la inflación en los primeros meses del 30 al 20%; después que no la íbamos a poder bajar del 8; después que no la podíamos bajar del 4; después que no la podíamos bajar del 2. Y la realidad es que -cuando uno empieza a mirar los datos del último año- lo limpiara del efecto del crawling peg, era una inflación que estaba viajando al 1 y medio. Hay un capítulo especial de lo que pasó en el mes de marzo; no sólo por la cuestión de la estacionalidad, que de hecho en la estimación de González Rozada muestra que ese 3,7 corregido por estacionalidades es 2,6. Pero yo no vengo acá a llorar, sino que el problema más grave fue esa estupidez de ley,que sacó el imbécil, incapaz e infradotado de Guzmán, que obliga a tener que pasar un programa del Fondo Monetario Internacional por el Congreso. Es decir, el lugar donde están los degenerados fiscales.
Miren, les voy a contar algo que me pasó a mí siendo diputado, y es interesante la anécdota porque nos incluye al profe Espert y a mí. A ver el Presupuesto cuando ustedes tienen… la construcción democrática es no taxation without representation. Entonces – consecuentemente - el Presupuesto tiene que entrar por la Cámara de Diputados, porque son los representantes del pueblo, supongamos. No sé por qué se ríe. Bueno, pero síganme el argumento. ¿Ven? Después yo hablo de los ñoños republicanos y tengo razón, si acabo de decir esto y se me cagaron de la risa. Entonces, es interesante porque es la Cámara iniciadora del Presupuesto, porque -en el fondo- va a haber que quitarle por la fuerza el dinero al pagador de impuestos para financiar el gasto público. Es decir, es el lugar, donde debería respirarse la restricción presupuestaria, y Argentina tuvo 123 años seguidos de déficit fiscal, o sea, con lo cual, deben respirar con las máscaras de buzo, no sé. Pero más allá de eso, es interesante porque cuando ustedes están y se está presentando un proyecto y se discute una ley y demás, se nos asignaba tiempo, se nos asigna tiempo; yo ahora estoy en otro poder, pero se nos asignaba tiempo. Y esto es muy interesante porque -salvo José Luis (Espert) y yo- cada Diputado que se le asignaba, no sé, 5 minutos, hablaba 10; si se le daba 10, hablaba 20; si se le daba 15, hablaba 30. Es decir, ¿cómo podía pretender que cumplan con la restricción presupuestaria, si ni siquiera podían cumplir con la restricción de Presupuesto, que implicaba cumplir con la cantidad de tiempo para hablar…
Imagínese - si encima - no saben dibujar un cero, ni con un vaso, claro, por eso sistemáticamente tuvimos déficit fiscal y los desastres que tuvimos. Ahora -una vez que empezó a bajar la inflació - ¿qué nos dijeron las bestias con genes keynesianos? Que nos íbamos a meter en una gran depresión. La verdad que ajustes de la mitad del tamaño generaban caídas del PBI de 15%, con lo cual algo para decir tenían, tampoco me voy a poner… imagínense que cuando ustedes están en la silla eléctrica el pragmatismo tiene unas dosis importante, no dejan de mirar el otro lado de la biblioteca. Dicho esto, después, dijeron que -cuando empezó a rebotar la economía allá por abril, empezaron a decir que esto iba a ser una L y que entonces íbamos a estabilizar, pero que iba a quedar fijo el nivel de actividad ahí. Pero sucede que la actividad empezó a crecer, el desestacionalizado empezaba a mostrar tasas positivas. Entonces, ahí empezaron a decir que íbamos a tener una pipita de Nike, pero muy suave. Después era la pipita de Nike; después empezaron a entender que efectivamente era una V o -como dije yo- vamos a subir como pedo de buzo y terminamos teniendo una tilde.
Y efectivamente eso es así. Cuando uno toma el EMAE desestacionalizado terminó 6 puntos por encima del nivel de diciembre del año anterior. Con lo cual, no sólo que hicimos el ajuste más grande de la historia, sino que, además, terminó siendo expansivo. Vaya si no se merece un aplauso este señor “Toto” Caputo.
Y después nos empezaron a llorar con la cuestión social, y decían que nosotros no tenemos corazón, qué sé yo, de esas cosas que dicen. Y la realidad es que -hace 11 meses- que el salario real no para de subir; la tasa de desempleo no aumentó y, entre el trabajo hecho desde la macroeconomía, la enorme labor de Sandra Pettovello cortándole el curro a los gerentes de la pobreza y, con Patricia Bullrich, manteniendo el orden en la calle, esa mejora de la actividad, mejora del empleo, mejora de los salarios reales hizo que la pobreza -medida en la frecuencia mensual- que también está en los trabajos de González-Rozada, las metodologías son todas similares, cambian solamente en la frecuencia temporal que se miden, y ese número, que -cuando sinceramos la economía- saltó al 57%, hoy está en el 35%. Quiere decir que la pobreza cayó 22 puntos porcentuales. Es decir que los liberales desalmados que no quieren a la gente sacaron de la pobreza a 10 millones de seres humanos, algo que nunca había pasado en la historia argentina con tanta fuerza y en tan poco tiempo.
Finalmente, ante tantos logros -siempre algo tenían que criticar- y empezaron los sanateros del tipo de cambio real atrasado; parece que no entendían que había cambiado la lógica del modelo, que estábamos trabajando y había quienes decían: “yo ya la vi”. No, no viste un carajo, literalmente. Básicamente porque nunca viste equilibrio fiscal, nunca viste base monetaria fija. Entonces era: “no, bueno, pero ¿por qué no abrís?” Bueno, había un problema de stocks; y nosotros dijimos que en cuanto pudiéramos resolver el problema del stock, íbamos a abrir el cepo. Es más, nosotros habíamos dicho que -de cualquier manera- el cepo se terminaba el 31 de diciembre, el 25.
Entonces, obviamente que la miserabilidad política y la incompetencia de gran parte de los economistas locales decían que no íbamos a abrir el cepo en un año electoral; que íbamos a esperar que pasaran las elecciones. Y, fruto de la maldita Ley Guzmán, nosotros el 1° de marzo anunciamos que íbamos a hacer un programa con el Fondo, que íbamos a sanear el balance del Banco Central, algo que veníamos trabajándolo desde agosto/septiembre del año anterior, cuando empezamos a ver que la economía no iba a tener insumo monetario y, en ese contexto, cuando nosotros anunciamos, el 1° de marzo, que íbamos a ir a un acuerdo con el Fondo y que tenía que pasar por el Congreso; algo que no pasó nunca en la historia porque antes no estaba esa restricción, hasta que la puso Guzmán. Por lo tanto, todos los que hicieron acuerdos con el Fondo sin esa restricción y que se quejaron del modo de la masterclass que le metimos a la política, y que les duele porque todos esperaban que no lo pudiéramos pasar por el Congreso, empezaron a llorar -como siempre- los ñoños republicanos; que, dicho sea de paso, la verdad no me importan sus sentimientos, yo juego dentro de la ley, soy bilardista y dentro de la cancha vale todo, todo lo que permite el reglamento… ¿estaba permitido en el reglamento? Sí, bueno, que la vayan a buscar, la tiene adentro.
Y, entonces, empezaron todos los agoreros de que el tipo cambio atrasado y que esto tenía que volar por las nubes y toda esa montaña de estupideces y, durante marzo y mitad de abril, nosotros teníamos un acuerdo de confidencialidad con el Fondo y no podíamos hablar, y mientras que nosotros permanecíamos callados, mientras que los imbéciles de los periodistas decían que no hablábamos porque estábamos asustados. Pero no hablábamos porque no podíamos soltar información. Y eso, todos los enemigos de los argentinos, porque ya no es un problema de que sean enemigos del Gobierno, sino que son los enemigos de los argentinos, los que han lucradodurante los últimos cien años con este modelo empobrecedor, ya sea los empresarios prebendarios, ya sean los políticos corruptos, ya sean los periodistas ensobrados, ya sean los sindigarcas o sean los profesionales funcionales a este conjunto de hijos de puta que cagaron el país.
Y, en ese contexto, vaticinaban el peor de los resultados cuando queríamos abrir, decían que esto era un síntoma de que estábamos sincerando el problema del atraso cambiario… Y abrimos, y, nada, los laboratorios que venden Adermicina están felices con tanto dolor en los mandriles. Así es que… es increíble todavía hay algunos que hablan de atraso cambiario, en un contexto donde el tipo de cambio está libre. No sólo que no se les dio el escenario apocalíptico de que iba a romper los 1.400 y que se iba a ir no sé a dónde… la verdad que cada vez está más cerca de la banda de abajo. Y conforme pasa el tiempo y sigamos teniendo superavit fiscal y sacando pesos del medio y que cuando hagamos la colocación del BOPREAL y saquemos más pesos y cuando empiecen a ingresar los dólares de afuera… Ay, cómo les va a doler. Pero, todo esto y es como que hice catarsis, y ahora la realidad es que esto es, a partir de ahora, la única nota -al pie- que voy a agregar es, bueno, pero ustedes me podrían decir: “la inflación aún es alta”. Sí, aún es alta. Pero quiero decirles que la inflación -a mitad del año que viene- se va a terminar. Y, básicamente, es porque la política monetaria actúa con un rezago que oscila entre 18 y 24 meses. Nosotros hemos fijado la cantidad de dinero a mitad del año pasado. Eso quiere decir que la inflación tiene fecha de defunción, y es a mitad del año que viene. Así es que ahora es el momento de empezar a pensar en crecer.
Entonces, antes de empezar a hablar de crecimiento económico, hay dos reflexiones que -para la charla, para mí- son muy importantes: una que tiene que ver con las crisis, que es una frase de Murray Newton Rothbard, el inventor del anarcocapitalismo, porque esto es central, esto es central, y él dice: “La crisis no es económica sino ética. Aunque su manifestación es material, su raíz es espiritual; estamos inmersos en una filosofía deleznable, filosofía que pone al individuo al servicio del Estado, expuesto a la sombra de la coerción”. Esto no es un tema menor, ustedes saben que estamos en año electoral; ayer tuvimos gran festival de doma en dos lugares, pues ese gigante que tengo de Jefe de Gabinete, un gran ministro coordinador y que es el gran responsable de la aceleración que tomó la reforma, en la segunda parte del año pasado, y que hace que este Gobierno viaje a una velocidad sideral. Nosotros festejábamos hace poco, 500 días de Gobierno, ¿con cuántas reformas estructurales? 2.000. Somos el Gobierno más reformista de la historia. Hicimos una reforma estructural 8 veces más grande que la que hizo Menem, solamente si tomamos el DNU 70/23 y la Ley Bases. Pero -en el año- además metimos 900 desregulaciones más, ya llegamos a 2.000 reformas estructurales y, además, hemos bajado más rápido la tasa de inflación, que en el Gobierno de Menem, por lo tanto, les guste o no a nuestro detractores, este es el mejor Gobierno de la historia argentina.
¿Y por qué cito a Rothbard y la cuestión de por qué la crisis es de índole ética? El mejor ejemplo es el cepo. Ustedes me conocen: hace años yo soy liberal-libertario, y eso no ha cambiado en un ápice. Y, en ese sentido, el cepo es una herramienta monstruosa porque – básicamente - lo que hace es no permitirles que ustedes elijan en qué quieren ahorrar, con lo cual no sólo tiene efectos negativos sobre el presente, sino que, además, tiene efectos negativos sobre el futuro. Es decir, produce un daño intertemporal enorme, donde básicamente, ustedes, con el cepo… piensen alguien que, en diciembre del 2001, tenía 1000 dólares y 1000 pesos, si se hubiera quedado con 1000 pesos –hoy- tendría un dólar (si estuviéramos en el piso de la banda, al cual creemos que en algún momento vamos a llegar, si no tienen un poquito menos). Pero claramente les hubiera ido muy mal. Entonces -en ese en ese contexto- eso genera un gran problema, genera un gran problema también de descoordinación macroeconómica porque cuando ustedes fijan un precio generando un exceso de demanda, la contracara es un exceso de oferta, en el resto del sistema. O sea, el exceso de demanda de divisas implica un exceso de oferta de bonos. Es decir, precios de los bonos bajos y altas tasas de interés, por ende exceso de oferta en el mercado de bienes, por lo tanto la economía no crece, se estanca. Entonces, eso genera un exceso de oferta en el mercado de trabajo; los salarios se destruyen; ustedes tienen más pobres, más indigentes y, consecuentemente, el Estado cree que tiene que intervenir y gastar más, con lo cual es un círculo vicioso.
Pero, además, tiene otra inmoralidad. Ustedes pasan a tener más dinero que el que desean tener el famoso “money-overhang” y eso significa que es un aumento de impuestos, donde ustedes están aumentando la base imponible del impuesto inflacionario, una inmoralidad total, un robo, una estafa. Y la realidad es que nosotros - como liberales - no podíamos permitirnos eso, pero tampoco podíamos ser tan irresponsables de dejar reventar la cuestión de los stocks. Y en ese contexto, nosotros habíamos hecho la cuenta y la realidad es que, con 12 mil millones de dólares, podíamos salir, entonces yo dije: “que si conseguía 15 mil millones de dólares iba a abrir”. Y ahí empezaron a decir: “que no íbamos a abrir porque era año electoral, que no nos íbamos a arriesgar, que no íbamos a aceptar pagar el costo de la libertad cambiaria” y el paquete terminó siendo un paquete de 42 mil millones de dólares; si le quieren agregar la renovación anticipada del Swap de China, es más todavía. Pero teníamos 20,000 cash y, a contrasentido de lo que decían los econochantas y los políticos, abrimos el cepo porque la libertad no se negocia; conseguimos el stock; saneamos el Banco Central y abrimos porque la política - en este Gobierno - se guía por la ética, se guía por los valores morales y eso – indefectiblemente - va a generar una Argentina mejor.
Pero – ahora - es la hora del crecimiento y a mí me gustaría contar algunos hechos estilizados del crecimiento para que - más o menos - puedan entender o asimilar la forma en la cual nosotros pensamos este tipo de cuestiones. Cuando uno estudia los libros de crecimiento, la gran mayoría de ellos arranca con algo que los que estamos acostumbrados a la literatura se llama: ‘El palo de hockey’. Es una serie del PBI per cápita, desde el año cero de la era cristiana hasta el año 2000, donde básicamente ustedes ven que hasta el año 1800 es una línea recta y, de repente, pega una vuelta y empieza a acelerar. De hecho, si lo quieren fraccionar el PBI, en todo ese periodo se multiplicó per cápita, por 13,8 veces. Sin embargo, en el lapso que va del año 1 al 1800, sólo subió 50%. Es decir, se multiplicó por 1,5. Y todo se concentró después del descubrimiento de América. Mientras que ustedes cuando miran lo que ocurrió entre el año 1800 y el año 2000, se multiplicó por 9,2 veces. Es decir, estamos viviendo un momento que es el mejor momento de la historia de la humanidad. Yo no sé dónde los zurdos ven que esto es el fin del capitalismo, verdaderamente esto pibes usan una que es buenísima.
Estuviste bien ayer, Manuel, cuando le dijiste que te insulte un zurdo y que te diga ñoqui es un elogio y cuando dijiste que ni lo querías escuchar al otro zurdo la verdad que… y además, gracias por tanta doma, gracias, Manuel. No se rían porque no sólo están los zurdos ridículos; hay otros que comparten programa con el nazi de Biondini, quien se autoreconoce nazi y quiere perseguir a la gente en redes sociales. Lo peor de todo es que hay otros espacios que proponen lo mismo y no los asimilarían así o gente que quiere ir por el Ingreso Mínimo Universal, que es algo bien, bien socialista; o gente que quiere poner controles a la tasa de interés y subsidiarla, al tiempo que dicen que no hay que tocar el tamaño del Estado, en un Estado que se cuadruplicó. Hablemos de otras cosas mejor.
¿Qué es lo interesante? Qué es lo que pasó con la tasa de crecimiento en ese periodo. En el período entre el año cero y el 1800, la economía mundial crecía el PBI per cápita, a un ritmo de 0,02%. Es decir, para duplicar el PBI per cápita hacía falta 3500 años. Entre el año 1800 y el 1900, saltó a 0,65%. Es decir que pasamos a necesitar 107 años para duplicar el PBI per cápita. Si tomamos la primera mitad del siglo XX la tasa de crecimiento saltó al 1,1% y se necesitaban, para duplicar el PBI per cápita, 66 años, y si ustedes toman la segunda mitad del siglo XX, la tasa es 2,1%, con lo cual pasó a demandar 33 años. Si toman los últimos números, estamos en 20 y pico de años. O sea, ¿qué es lo que uno ve? Es que la tasa de crecimiento, además, se acelera. Es decir: el palo de hockey se hace cada vez más empinado. La consecuencia, la contracara de esto es que, mientras que en el año 1800 vivían cerca de 1000 millones de seres humanos, (número que se alcanzó exactamente en el año 1810, el día de la Revolución de Mayo, que ahí adentro había unos cuantos anarquistas, así que por algo nos gusta tanto la fiesta de mayo a nosotros), el 95% de la población vivía en condiciones de pobreza extrema. Es decir, con menos de 1 dólar diario.
Si ustedes miraban los datos en el 2020, antes del desastre de la pandemia, ese número había caído a 5%. Es más, ese número se está corriendo todo el tiempo la línea para que justamente ir modificando el número porque ya se ha vuelto casi irrelevante, es decir, que el capitalismo de libre empresa - a pesar de todos los ataques que hacen todos los Estados del mundo - ha logrado sacar de la extrema pobreza al 90% de la población.
Ahora, frente a semejante evidencia, para aquellos que están familiarizado con los microfundamentos - lo que van a ver es que ese comportamiento de la producción, y si ustedes lo van tomando, en términos de población que va aumentando, eso significa que hay lo que se llaman: “rendimientos crecientes”. Es decir, por cada unidad de trabajo que suben la producción sube más que proporcionalmente y ahí hay un problema que la teoría económica no se lleva bien con el tema de los rendimientos crecientes. Y eso es algo que es muy importante entender a la lógica de cómo nosotros pensamos los problemas de crecimiento económico.
Yo no los voy a estar fastidiando con toda la historia de la teoría del crecimiento económico, voy a trabajar con modelos muy básicos que ustedes pueden acceder y los conocen. Pero si uno piensa en la teoría moderna del crecimiento económico, en el enfoque neoclásico, el primer artículo en esa familia es el de Solow y, en paralelo, el de Trevor Swan, que se conoce como Modelo Solow-Swan, y que en el año 57, Robert Solow fue y lo testeó. Básicamente, el problema es que ese modelo explicó solamente el 15%. Es decir, que un modelo donde solamente se explicaba la evolución del PBI per cápita con la acumulación de stock de capital per cápita solamente explicaba el 15%. O sea, por decirlo de alguna manera, empíricamente era bastante pedorro. Obviamente que se intentó distintas formas de arreglar este problema pero una de las críticas más interesantes que aparecieron fue la crítica del director del Departamento de Economía de Chicago, de ese momento, que era George Stigler, quien le dijo: “tu problema es que no incorporaste el capital humano”. En ese sentido, ahí nacen dos líneas de capital humano adentro de la Universidad, de Chicago: una es la línea de microeconomía, que es la que desarrolló Gary Becker. Y la otra, muy importante debería ser para todos nosotros, es la línea - en términos de crecimiento económico - que desarrolló Hirofumi Uzawa, y que fue el tutor de, sin dudas, uno de los más grandes economistas de la historia de Argentina, que fue Miguel Sidrauski.
Sin embargo - cuando la profesión decidió tomar un camino - decidió no ir por ese lado y decidió ir por la idea de poner el progreso tecnológico de manera exógena. Entonces todo el crecimiento dentro del modelo estaba explicado a dedo, con lo cual eso no es un modelo. Y esta relación oscurantista, encontró la luz - allá por el año 1983 - cuando Paul Romer, en su tesis doctoral, desarrolla el primer modelo de crecimiento endógeno basado en capital humano, cuyo tutor de tesis era Robert Lucas, quien – básicamente - andaba atrás de los trabajos de Uzawa; y así es que aparece la teoría del crecimiento endógeno y donde la hipótesis con el capital humano toma una mayor relevancia. Se inicia un muy fuerte debate durante todo lo que es la parte tardía de los 80 y durante todos los 90 hasta el año 2000. Y en todo ese debate, Gregory Mankiw, David Romer, no Paul Romer, David Romer y David Weil proceden a testear – empíricamente - ese modelo. Ese modelo hace que cuando incorporan el capital humano, el modelo en lugar de explicar 15% salta a explicar 85%, es decir, 70 puntos porcentuales de la explicación del crecimiento económico es el capital humano. Por lo tanto, una de las cosas muy relevantes - dentro de nuestra política - es el capital humano. A punto tal que no es que lo estoy diciendo ahora porque ahora llegó el momento de crecer, es tan así que hoy nosotros somos admirados en el mundo y anda recorriendo el mundo explicando el caso argentino Sandra Pettovello, por el Ministerio de Capital Humano, es decir, nosotros ya la veíamos el día que llegamos.
De hecho, en Capital Humano, nosotros hicimos una partición muy interesante, que es que el Ministerio quedó particionado en cuatro unidades, si ustedes quieren. Una es la que es Niñez y Familia, básicamente para atajarlos cuando llegan porque si el niño no forma su capacidad intelectual de chiquito, después se hace muy difícil trabajar. Entonces, ahí aumentamos la AUH; aumentamos la Tarjeta Alimentar. Es más, en el primer tramo, pudimos duplicarlo sin gastar un peso más, y ahí fue cuando se nos vinieron y nos hicieron la primer marcha, y ahí es, donde la doctora Bullrich puso el Protocolo Antipiquetes que no se lo avalaron en su anterior gestión, y a partir de eso le ganamos la calle a los delincuentes y Argentina es un país sin piquetes.
El otro área es la salud porque ustedes sí los pueden alimentar, pero si la gente se enferma tampoco puede estudiar. Entonces, hay que asegurar el capital humano de primera generación. Obviamente que la otra parte tiene que ver con lo que es la educación y la recapacitación. La educación para los que ingresan al sistema educativo y la recapacitación son para los que acá esos que se quedaron afuera del sistema y tienen la voluntad de volver. Y ese área está ligado con el trabajo, y ahí ingresa toda la cuestión de la flexibilización laboral; hay una parte en el decreto 70/23; seguimos avanzando en hacer reformas en el mercado de trabajo para dar más flexibilización y lograr que ese 40% que esté en el plano informal pase al plano formal, y -una vez que el mercado laboral tiene el formato que corresponde - recién ahí se puede empezar a pensar la solución del problema previsional. Lo demás es demagogia.
Por otra parte, también lanzamos un nuevo Plan de Alfabetización. Pero entonces el tema del capital humano, nosotros lo estamos atacando, desde el primer día. Otro tema que para nosotros es extremadamente importante, es el de la libertad económica. Y ustedes qué es lo que ven, que aquellos países que son más libres crecen a una velocidad que es el doble que lo que crecen en los países reprimidos; no sólo eso, aquellos países que son más libres tienen un PBI per cápita 12 veces mayor que el de los países reprimidos; y tienen 25 veces menos de pobres en el formato estándar y 50 veces menos en el formato extremo. Por lo tanto, todas las reformas que hagan a que la economía sea libre, eso va a ser que en la medida que avancemos en la libertad económica, vamos a tener un PBI per cápita más alto. Y básicamente, yo había señalado el tema de las reformas: el DNU 70/23 que son 300 reformas; el de la Ley Bases, 500. Ahí ya tenían 800 y ya con eso ya eran 8 veces más grandes que las que había hecho Menem. Pero, además, metimos en la segunda parte del año 900 más, es decir, terminamos el año con 1.700 reformas.
Es importante porque, hace poco, nos vino a ver la gente de Heritage Foundation, que calcula el índice de libertad económica, a felicitarnos porque nunca un país había hecho un salto tan grande en términos de libertad económica. ¿Y qué era lo más interesante de todo esto? Que solamente contemplaba la primera mitad del año 2024. Es decir, todavía no están ahí las reformas que implica la Ley Bases y tampoco las 900 desregulaciones que hizo el doctor Sturzenegger. Por lo tanto, no vamos a ceder; no vamos a parar hasta que Argentina sea el país más libre del mundo. Yo les voy a contar una anécdota muy interesante, y muestra el espíritu reformista de este Gobierno y lo lindo que es trabajar con el equipo que tengo, porque aparte trabajan integrados, es verdaderamente…, son un placer. Pero hay algo muy interesante, en la primera quincena de enero les dije que se tomaran vacaciones y que volvieran para la segunda quincena de enero, que ahí volvíamos a trabajar. Como ustedes saben, a mí me gusta trabajar desde Olivos porque me evita tener que viajar y ya bajo del dormitorio seis de la mañana, siete, café en mano le doy hasta las diez, doce de la noche, o sea… Entonces, sí, ando en mameluco porque si tengo un rato voy a ver a mis hijitos de cuatro patas Conan, Murray, Milton, Robert y Lucas Junior, pero al margen de eso, me escribe Federico Sturzenegger, y me dice; “no, no, tengo que hablar porque estoy muy preocupado”.
Bueno, entonces viene Federico a Olivos, y me dice: “estoy teniendo un problema, están saliendo muy lentas las reformas. Están saliendo muy lentas las reformas, me siento mal, esto tiene que ir más rápido”. Imagínense que yo le leo todos los tuits de Federico todas las mañanas y es aaaah, todo el tiempo es así. Entonces, nada, me sentí mal porque dije: al final soy un nabo, me estoy alegrando con poco. Entonces me sugiere hacer algunas modificaciones en la estructura de legales, para que las reformas avanzaran más rápido, para darle más a esa mujer brillante, extraordinaria que es María Irrazábal, que es el cerebro legal de todas las reformas, y dice: “no, dale más recursos”, porque además tiene además tiene censo político al momento de hacer las leyes, entonces es una persona de un talento; María es - a nuestro gobierno - lo que Liendo era a Cavallos, para que más o menos se lo puedan visualizar. Entonces, empiezo a mirar todo…, ahora, agarro y pido un racconto de lo que estábamos haciendo. ¿Alguien se anima a pensar cuántas reformas había metido Federico en sólo medio mes? Porque veníamos mal, según Federico, 65, es decir, el equivalente de 130 reformas mensuales. Estamos hablando de 1560 anuales. Es lo que quiero que vean. Es que este es el Gobierno más reformista de la historia y no vamos a parar hasta ser el país más libre del mundo. Pero no queda toda la cuestión ahí, hay otro tema, ahora viene la parte si ustedes quieren áspera o más dura en términos de teoría económica y que es… yo ya hablé del rol del capital humano; hablé del rol de la libertad económica… Obviamente que dentro de la libertad económica tienen un capítulo que tiene que ver con la apertura. Es decir que ahí tienen tres pilares.
Ah, dicho sea de paso de un trabajo enorme que hizo Manuel Adorni, el domador del Abasto, porque digamos el Canal de la Ciudad, el que deberían cerrar está en el Abasto, yo era vecino de ahí… Una de las cosas que hicimos, nosotros teníamos un programa de Gobierno muy ambicioso y todo el mundo decía que era imposible. Y una de las cosas que nos empezó a pasar cuando mirábamos las redes, la gente decía: “esto es más de lo que voté”. Entonces, dijimos: “bueno, vamos a testear cómo estamos”. Y la realidad es que entonces Manuel empezó a recabar la información de lo que habíamos prometido y lo que estábamos haciendo. Todo el mundo decía que era imposible lo que íbamos a hacer, con lo cual si no hubiéramos cumplido nada estaríamos en la regla de cualquier político, pero si lo hiciéramos – linealmente - tendríamos que haber cumplido por lo menos el 25% de las promesas de campaña. Bueno, el año lo terminamos cumpliendo el 97% de las promesas de campaña y - como ya abrimos el cepo y hay competencia de monedas - ya hicimos todo lo que habíamos prometido. Así que es la primera vez, en la historia que en menos de un año y medio tienen un Gobierno absolutamente exigente con las metas, que todo el mundo decía que eran imposible, y nosotros ya las cumplimos todos. Es decir, nosotros nos dedicamos a hacer posible lo que todo el mundo dice que es imposible.
Y ahora sí voy a ir al core central del crecimiento, que es la parte no tan tradicional y que es con la que nos estamos paseando por todo el mundo y explicándole a todo el mundo el core del crecimiento argentino. Básicamente, hay algunos indicios de esto en mi reciente libro que se llama “Capitalismo, socialismo y la trampa neoclásica”. Y es el tema del rol de los rendimientos crecientes, pero para entender el problema de los rendimientos crecientes hay que entender la naturaleza de la economía neoclásica. Ahora, si yo miro los rendimientos crecientes que, para los que saben de equilibrio general la literatura llama como “no convexidades”, estructuras de mercado concentrada, en el límite hasta monopolios. En ese contexto - según la teoría neoclásica - las estructuras desconcentradas o monopolios son malas, y alguien me puede explicar por qué si - en los últimos 250 años - pasamos de la pobreza extrema del 95% al 5% en un mundo, donde multiplicó por casi 10 veces la población. ¿Alguien me puede explicar por qué eso es malo? Hoy un ciudadano medio de un país razonable vive mejor que lo que vivía cualquier emperador.
¿Alguien me puede explicar por qué eso es malo? ¿Por qué los economistas somos tan arrogantes que - cuando el modelo no mapea con la realidad - lo llamamos fallo de mercado? No, no es un fallo de mercado, es un problema del modelo que es una porquería. Entonces, ahora de dónde sacamos que algo de estas cosas son malas, y ahí, como no podía ser de otra manera viene de alguien que era medio zurdito, que se llamaba Wilfredo Pareto, entonces… es decir, cuando en el problema del equilibrio, que originalmente estudiábamos si existe, si es único y es estable… hasta ahí la cosa no estaba tan desviada. El problema es cuando quisimos meter el Óptimo de Pareto, la eficiencia paretiana. Hubo que elegir entre “la fábrica de alfileres”, o sea los rendimientos crecientes, o la mano invisible, y entonces optamos por una visión matemática de la mano invisible que implicó tirar a la mierda los rendimientos crecientes y sucede que la economía que nació, supuestamente, con Adam Smith, digo, hay algunas reflexiones de Jenofonte que son para alquilar balcones, pero, digo, eso es…, y son de 350 años antes de Cristo, pero no importa, a lo que voy es que tiramos a la mierda “la fábrica de alfileres”, tiramos a la mierda los rendimientos crecientes y no podemos explicar el crecimiento económico, y supuestamente el libro de Adán Smith, ¿cómo se llama? Investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones, y lo que trata de explicar es el crecimiento económico. Es decir que por una cuestión de preciosismo matemático malinterpretado nos quedamos sin explicar el crecimiento económico. Porque si ustedes tienen rendimientos constantes a escala, no pueden explicar el crecimiento económico. Y eso es por culpa del maldito Óptimo de Pareto. Entonces, es importante que entendamos bien qué es el Óptimo de Pareto. El Óptimo de Pareto es una situación donde no es posible generar ningún tipo de mejora, sin dañar a otro individuo. Es decir, ¿cuándo hay una mejora paretiana? Una mejora paretiana es cuando ustedes pueden mejorar a alguien sin joderle la vida a nadie. Entonces, ustedes lo hacen y eso es una mejora paretiana, y cuando se agotan esas posibilidades de ganancia de bienestar, ya están en el Óptimo de Pareto. Es decir, se agotan estas posibilidades.
Pero hay otra parte más complicada, es como que ustedes estuvieron adentro de la frontera de posibilidad de la producción y entonces, ¿cómo hacemos para llegar a la frontera? Pero también hay otra discusión que es a lo largo de la frontera, y que cualquier asignación en cualquier punto de la frontera, ese punto es óptimo de Pareto; de ahí los dos teorías más de la economía del bienestar. El primero dice: “que todo equilibrio competitivo es óptimo de Pareto”, hay toda una discusión cómo definimos del libre competitivo, se imaginan que como adherente a la Escuela Austríaca Economía ese término no me cae simpático, pero no me importa porque estamos discutiendo de cosas distintas, no tanto, pero bueno. Pero es peor el segundo teorema. El segundo teorema es aberrante y dice: “que es independiente de la distribución del ingreso”, es decir, ustedes pueden alcanzar el óptimo de Pareto, independientemente de la distribución del ingreso; eso suena muy simpático, pero es una tremenda cagada eso. Si ustedes tienen que definir una economía, cuando ustedes estudian equilibrio general, estudian de Brett. Entonces, ¿cómo define una economía de Brett? Entonces define economía de propiedad privada, ¿qué tiene? dice: E={U, o sea, la función de utilidad la preferencia; T, para reflejar la tecnología, tiene Ω, para representar las dotaciones iniciales, y Pi=1; es decir, que los beneficios quedan todos en el sector privado.
Según esto, es independiente de la distribución, y entonces por el teorema del segundo teorema de bienestar, yo puedo sacar Pi a la mierda, total me da lo mismo. Y me quedo sólo con las preferencias, con las tecnologías y con las dotaciones. ¿Ustedes se dan cuenta de la pelotudez que estoy diciendo? ¿Nadie se da cuenta, nadie se pone de pie y dice: “la reputa madre que te parió, zurdo de mierda”? Es decir, ¿ustedes me van a decir que es lo mismo vivir bajo capitalismo que vivir en el socialismo real? Les cuento que - en el año 89 - el Muro se cayó y fue un fracaso en lo económico, lo social, en lo cultural; mataron a 150 millones de tipos. No da lo mismo. Está mal. Es falso. ¿Por qué? Porque el socialismo es imposible. El segundo teorema del bienestar es una mierda, está mal. Básicamente, ¿por qué es imposible el socialismo? Bueno, por una cosa simple: sin propiedad privada no hay cálculo económico. Ustedes intercambian bienes y, en el momento que intercambiaron los bienes, supongamos que hay dinero, después podemos discutir qué es dinero, ¿eso qué hace? Marca un precio. Yo les doy mis anteojos a cambio de X cantidad de plata. Entonces, ustedes agarran, eso se convierte en un mecanismo de transmisión de información, eso coordina: algunos van a ser compradores; otros van a ser vendedores, y genera un ajuste, porque si no coinciden oferta y demanda va a variar el precio. Si ustedes no tienen propiedad privada no marcan el precio, si no marcan el precio el sistema queda a la deriva. Por eso, ustedes - en socialismo - le daría lo mismo hacer una ruta o un puente de oro de cristal o de cemento, si total no hay precio, total paga otro.
Por eso, parte de lo que hacían los espías comunistas era mandar gente a ver cómo eran los precios. La otra es imposible porque el conocimiento es disperso, este es lo que Hayek decía del uso de la información en la sociedad. El conocimiento está disperso y el único mecanismo que inventó el ser humano, que debe ser una de las invenciones más maravillosas que tuvo el ser humano y que no le inventó nadie porque lo inventó por el orden espontáneo, fue el sistema de precios, donde cada uno con su voluntad de comprar o vender transmite información. Y para eso no necesita que sea nada descentralizado; no necesita un organismo centralizado para hacer eso. De hecho, no lo puede hacer nadie eso. Y ahí aparece también el planteo que hace Israel Kirzner y Jesús Huerta de Soto, sobre la imposibilidad del socialismo y el rol de la información que hay que crear y descubrir en todo este proceso.
Si yo tengo una empresa A, que produce un determinado bien y tiene desperdicio; bueno, se quiere sacar el desperdicio de encima, va a tener que pagar para sacarse el desperdicio encima. Pero sucede que hay una empresa B, que produce otro producto, que necesita - como insumo - el desperdicio de la otra. Entonces puede aparecer un tipo en el medio que dice: “pará, pará, yo le puedo pagar a este para sacar el insumo este y vendérselo al otro y en el medio gano plata”, es decir, descubrió una oportunidad de negocio y la estaba aplicando. Consecuentemente, ahí yo tengo una ganancia de bienestar, pero eso solamente puede ocurrir si hay precios, si no hay precios y si quiero ejercer esa actividad me van a robar los resultados, no va a ocurrir. Entonces la coacción, que genera el Estado imposibilita que eso ocurra. Por eso el socialismo siempre genera miseria, porque no tiene el rol del sistema de precio coordinador y, además, rompe cualquier intención de hacer algo; al margen que hay un problema de incentivo de que si el que trabaja bien se lleva lo mismo el que el que no hace nada, pero ¿para qué van a trabajar.?
Entonces, ustedes tienen problema de índole estático y problemas de índole dinámico. Es decir, el primero es cómo hacen para recopilar toda esa información. Supongamos que inventan la megacomputadora, que lo hiciera, aún así no lo van a poder hacer. ¿Saben por qué? Porque mucha de la información que necesitan ustedes para actuar es tácita, tiene que ver con el know how. Yo, el otro día, en una charla hacía el chiste, con mi amigo Mike Boggiano, decía: “Bueno, yo lo llamo a Michael Jordan, le digo que me diga cómo hace para volcar la pelota en el aro”. Nada, por más bien que lo pueda llegar a volcar Michael Jordan, cosa que dudo que lo pueda hacer, pero sí lo hiciera, Mike no lo puede hacer, en principio no mide un 1,98, miren si se lo pedimos a Shaquille O’Neal, que mide 2,30, menos. Así que, con lo cual eso hace que ya no se puede hacer. Pero otra cosa más, el mercado es un proceso de descubrimiento y como es un proceso de descubrimiento, la información que necesitan para actuar es una información que se va creando en el mismo momento que van actuando; sin embargo, esa información nunca puede llegar en tiempo y forma al órgano de control que necesita esa información para resolver el problema de la asignación. Por lo tanto, nunca va a llegar en tiempo y forma. Cuando la información llegue y tome decisiones son siempre equivocadas; sólo de casualidad podría funcionar.
No sólo eso, sino que además ¿Cómo es que se salvaba la gente bajo el socialismo real? Haciendo transacciones en el mercado ilegal, en los mercados paralelos. Es decir, que la única forma que tenía el socialismo de que la gente no se le cagaron de hambre, es permitir que la gente evadiera los controles, o sea, es un oxímoron. Es decir, para que pudieran funcionar tenían que dejar de hacer controles, o sea, son unas contradicciones en sus términos y no se dan cuenta encima. Fíjense que el primer año, o sea, usted cuando empieza el año le tienen que poner un año, por ejemplo, “este año es el Año de la Reconstrucción”. Pero el año pasado, ¿Cómo le pusimos? “El año de la Vida, la Libertad y la Propiedad”, es decir, justamente estábamos pensando en esto para que la economía empezara a crecer. De ahí que he repetido - hasta el cansancio - la definición del liberalismo de Alberto Benegas Lynch (h): “El liberalismo es el respeto irrestricto del proyecto de vida del prójimo, basado en el principio de no agresión y en defensa al derecho a la vida, la libertad y a la propiedad”. Fíjense, que esto está mostrando algo de cómo debe funcionar el sistema y que cuando lleguemos al remate…, estoy cerca, créanme que no estoy tan lejos, van a ver que va a tomar total sentido. Y en esa cuestión, cuando empezamos a comparar el maldito Óptimo de Pareto contra lo que pasa en la realidad y cuando la realidad da otra cosa lo llamamos: “fallo de mercado”; y hay cuatro fallos de Mercado: que, básicamente, son las no convexidades, es decir, los monopolios; las externalidades; los bienes públicos y los fallos de información que, por un lado, tenemos todo el trabajo de la Teoría de Contratos, con los problemas de selección adversa, con riesgo moral y el señalamiento o los fallos de coordinación. Es decir, que básicamente es un problema de teoría de los juegos.
¿Alguien se dio cuenta qué es el dilema de los prisioneros? ¿Por qué funciona el dilema de los prisioneros? ¿La información está bloqueada por quiénes? Por los captores. Es decir, que los fallos de coordinación, en la economía, son frutos de que existe el Estado bloqueando la comunicación entre los agentes. El Estado siempre es el problema, nunca la solución. Por eso es que hemos achicado 30% el tamaño del Estado haciendo el ajuste que hicimos y que recayó, principalmente, en el sector público. Y eso es lo que hizo que el ajuste fuera expansivo.
Pero no voy a entrar en cada una de las discusiones de los problemas de los mal llamados fallos de mercado. Voy a quedarme con el tema de las no convexidades y con el tema del progreso técnico. Lo primero que les va a pasar con el maldito Óptimo de Pareto es que no pueden explicar el crecimiento económico, no pueden explicar el progreso tecnológico. Vamos y nos ponemos en esta situación: nos paramos, a finales del siglo XIX, y había un conjunto de personas felices produciendo velas. Entonces llegó un señor - llamado Thomas Alva Edisson - e inventó la lamparita. ¿Cómo se imaginan que estaban los productores de velas? Casi tan dolidos como los mandriles. Pero tenían algo peor: no sé si tenían Adermicina. Dicho esto, lo primero que tienen que comprender es que eso no es Óptimo de Pareto. Digo, el progreso tecnológico no es Óptimo de Pareto, o sea, porque ganó uno y perdieron otros. Entonces, la pregunta es: ¿che, a ustedes les gustaría volver a la época de las velas por el fucking Óptimo de Pareto? ¿No estamos mejor ahora con la luz, con el aire acondicionado, todo esto, las computadoras, los teléfonos y todo lo que tenemos hoy?
Me parece que no están odiando lo suficiente al Óptimo de Pareto. No digo que sea tan malo como los periodistas, pero el Óptimo de Pareto es malo. En ese sentido, hay un libro maravilloso que se llama La economía en una lección, de Henry Hazlitt, la última reimpresión del libro tiene prólogo mío, que cuento lo que me pasó cuando conocí el libro, y tiene un capítulo que se llama: ‘El odio a la máquina’, que – básicamente - se mofa de la falacia ludita, y que básicamente es un problema de equilibrio…, digamos, separa Henry Hazlitt, la primer lección, la lección es… ¿cuál es la diferencia entre el buen economista y el mal economista? El mal economista es el tipo que solamente mira el equilibrio parcial, que solamente mira un mercado y no mira las consecuencias que esto tiene sobre otros mercados y los impactos en el futuro. O sea, es un pelotudo que hace un modelo de equilibrio parcial de un solo periodo. Está lleno de esos, no se rían. Y por otro lado, entonces, el buen economista es el que mira no sólo este mercado, sino que mira la relación con todo lo demás y no se queda mirando este periodo, sino que, además, contempla el impacto sobre el futuro. Es decir, un tipo que hace equilibrio general intertemporal. Entonces, la realidad es: “No, bueno, pero la máquina va a dejar la gente desempleada”. Esa persona que crea este progreso tecnológico, ¿para qué lo hace? Para ganar plata.
Ahora, ¿qué hace con esa plata que gana? Mire, si agarra y se la gasta, va a generar puesto de trabajo, donde la está gastando. La alternativa es que…, bueno, no, ahora no va a gastar porque es un hijo de puta y la va a ahorrar. Miren si la ahorra, eso financia la inversión en otro lado, con lo cual va a generar crecimiento y puesto de trabajo en otro lado, además, de más productividad. Pero supongamos que no, entonces si consume hace bien; si ahorra hace bien; entonces tiene que ser más hijo de puta; tiene que agarrar y meter ese dinero en el piso, lo tiene que esconder en la tierra. Bueno, están sacando dinero de la economía, por lo tanto, baja el nivel de precio y lo favorece a todos. Es decir, que cuando piensas en términos de equilibrio general, todas estas pelotudes se caen todas. Pero hay uno, que el otro día, decía: no, el salario mínimo tiene que ser de 2 millones de pesos; boludo, ¿por qué no es desde un palo verde? si fuera tan fácil.
Pero la economía, entonces, trató de ver cómo carajo arreglaba este problema. Entonces, lo primero que hizo, bueno, vamos a meterle un parche al modelo de Solow, entonces apareció el primer parche, lo puso Edmund Phelps, que se llama: “La regla de oro”. Entonces, trató de buscar una maximización del consumo, era un parche, como parche, parche no arregla el problema. Entonces dijeron: “no, bueno, el problema es que este modelo no es óptimo”, o sea, era el problema de la eficiencia dinámica, vamos a arreglar el problema de la eficiencia dinámica. Cuando queremos arreglar el problema de la eficiencia dinámica, dos autores uno Cass y el otro Koopmans, por separado; uno en continuo, el otro en discreto, empiezan a revisar y encuentran, que - en el año 1928 - había un pibe que se llamaba Frank Plumpton Ramsey, que tenían una excelente relación con John Maynard Keynes, pero no en lo académico, extra académico, no sé porque se ríe manga de machirulos. Entonces, en ese contexto, ¿qué es lo que sucede? Tenía un modelo de ahorro óptimo, entonces rescatan ese modelo y es lo que hoy - en la literatura - se conoce como Modelo de Ramsey, no es tal cual porque Ramsey tenía un problema de cómo poner el descuento, consideraba que era inmoral, había todo una discusión ahí, pero bueno, acá no le importa un tres carajo, necesitaban acotar el conjunto, le pusieron una tasa de descuento de preferencia intertemporal más grande que la población y acotar la función de utilidad y pudieron resolver el ejercicio.
Más allá de eso, de cuestiones de índole matemática, ¿cuál es el problema con este modelo? Bueno, sí, ahora es óptimo, todo, ¿y cuál es el resultado? Cuando va al steady state, colapsa, el mismo resultado. Porque lo que termina mandando es la restricción de presupuesto, y la restricción de presupuesto es la función de producción. Entonces, si usted trabaja con esta función de producción neoclásica, que tiene rendimientos constantes a escala o rendimientos marginales decrecientes, tendrán Óptimo de Pareto, les permitirá conseguir un máximo. Pero ¿cuál es el problema? No pueden crecer. Muy lindo para la optimalidad de Pareto del modelo de equilibrio general, pero no podemos explicar el crecimiento económico. ¿Qué hacemos? Bueno, lo que nosotros hicimos fue explorar sobre un trabajo, que fue el que me convirtió a mí a la Escuela Austríaca de Economía, que se llama: "Monopolio y competencia", de Murray Newton Rothbard. Y donde básicamente lo que dice es: "A ver, los monopolios no son malos, salvo que sean monopolios acorde a la definición original de Lord Coke, que decía que monopolio es cuando el monarca se ocupaba de que - dentro de ese lugar - solamente vendia un tipo solo, y si no lo hacía, ejecutaba al que quería competir”.
Afortunadamente, las costumbres han cambiado en el tiempo y, hoy, ustedes podrían tener una empresa, o sea, no sé, el mercado de celulares, diez empresas distintas, y aparece una y hace un celular de mejor precio, con mejor calidad, ¿qué creen que va a pasar con las nueve restantes? Van a quebrar. Y ustedes dirían que ese tipo es un mal tipo, es malo porque es monopolio…, ¿por qué no se enojan con los nueve que quebraron? No con este. Este tipo es un héroe, es un benefactor social. Porque ahora ustedes pueden tener un celular de mejor calidad o mejor precio y encima esa plata, que se ahorran, se la pueden gastar en otros bienes. Ustedes viven mucho mejor. Con lo cual no se pierde trabajo, no se pierde nada y además todos viven mejor y tienen mayor productividad. Por lo tanto, los monopolios no son malos. Es un problema en la cabeza de los neoclásicos. Ahora, ¿cuál es el problema? Que si yo pienso, en términos neoclásicos, lo que va a ocurrir es que voy a hacer qué cosa, cuando vea un monopolio: lo va a regular. Y cuando ustedes lo regulen, lo van a regular para que, seguramente, por base de capital o si le quieren poner el price- cap, digamos, siempre termina colapsando que lo tienen que mapear con la base capital, con lo cual terminan regulando por base de capital. ¿Qué quiere decir esto? Que es una regla de costo medio, y si ustedes el costo medio tiene fondo plano o coincide con el marginal, consecuentemente eso les da un resultado que es, acorde a la literatura, Óptimo de Pareto. Y si se piensa, en términos de mercado disputable, y la curva de costo medio tiene fondo plano, le da lo mismo, va a dar un Óptimo de Pareto también, y si no les dará una solución de segundo mejor, que dicho sea de paso, entonces, cuando ustedes hacen eso y regulan, ¿qué están haciendo? Lo están volviendo asimilable el equilibrio competitivo y, por ende, lo están asimilando a una situación de rendimientos constantes a escala, y el día que ustedes asimilan con rendimientos constantes a escala, mataron el crecimiento económico.
¿Quieren un ejemplo de esto? La zona más regulada del mundo, Europa, está estancada, no crece. Por lo tanto, un eje central de nuestra política es la desregulación, porque - en la medida que desregulamos - liberamos rendimientos crecientes. Cuando liberamos rendimientos crecientes, empezamos a crecer, y esa es la tarea que está llevando a cabo Federico Sturzenegger y que está siendo admirada por todo el mundo; motivo por el cual Kristalina Georgieva lo incorporó como asesor del Fondo Monetario Internacional para avanzar en todas estas cosas, y que es una política, que está inspirando a todo el mundo. Con lo cual, gracias a Toto y gracias a Federico, cuando termine mi mandato voy a poder vivir tranquilo, dando conferencias.
Y ahora sí, la última pastilla teórica, y es este tema de la eficiencia dinámica. Recomiendo – enfáticamente - leer ya sea el artículo original o el libro, de Huerta de Soto. Pero hay una frase que a mí me parece fenomenal, porque la eficiencia dinámica se define como aquel arreglo institucional que hace que la frontera de posibilidades de la producción se expanda lo más fuerte posible, es decir, se corra hacia la derecha, como Dios manda. Pero además, recuerden que yo soy paleolibertario, soy un anarcocapitalista, que cree en Dios, o sea, un anarquista, como Dios manda. Pero hay una frase que a mí me parece fabulosa, que es algo increíble - digo, es increíble - , porque si ustedes entienden esta definición pueden no saber un porongo de economía y hacer que la economía vaya por el sendero dinámicamente óptimo. Y dice: “justicia y eficiencia son dos caras de la misma moneda; lo justo no puede ser ineficiente y lo eficiente siempre debe ser justo”. Fíjense que - en algún momento - yo hablé de cómo la política, en nuestro gobierno está guiada por criterios éticos y morales. El marco general de esa ética y moral que lleva a cabo este gobierno es la definición de liberalismo que ha dado Alberto Benegas Lynch (h). Por lo tanto, yo puedo meter a la economía en el sendero dinámicamente óptimo, sin saber nada de economía, sólo con hacer lo justo, porque lo justo es eficiente. Es decir, el único sistema que cumple con estas características es el sistema del capitalismo de libre mercado.
Hay un libro hermoso, que se llama: “Creatividad, capitalismo y justicia distributiva”, de un autor que se llama Israel Kirzner - con z, no con ch, por favor -. Y una de las cosas que plantea Israel Kirzner es una cosa verdaderamente deslumbrante, pues él dice: “al sistema capitalista se lo tacha de ser injusto”; y dice “¿saben qué? Si el sistema es injusto no vale la pena defenderlo. No me importa que sea más productivo, no me importa que sea más eficiente; si es injusto no puede ser defendido. Es un gigante con pies de barro y - por ende - no merece ser defendido”. Si yo estoy defendiendo estas ideas con tanto ímpetu es porque el libro avanza y utilizando el principio de apropiación de Locke y la idea de Hayek del mercado como proceso de descubrimiento, más todo lo que les hablé antes de empresarialidad, toda esa conjunción demuestra que el único sistema que es justo es el capitalismo de libre empresa. Remarco: capitalismo de libre empresa, no de empresarios prebendarios y amigotes del poder.
Por lo tanto, volvemos a la frase de Rothbard: “la crisis es un problema, de índole ético”, si nosotros traemos 100 años de decadencia moral es obvio que este país se iba a hacer pelota y lo único que podía sacarnos de todo esto es una revolución, que no es solamente económica, sino que es - esencialmente y sobre todas las cosas - una revolución moral y por eso saliendo porque hemos levantado nuevamente los valores de Occidente y por eso estamos creciendo y vamos a convertirnos en una potencia mundial, de acá 30 años.
Y ahora sí, solo queda esto, porque parece todo muy interesante, pero…, dale, necesito carne, digo el esqueleto está bien, pero… Bien. ¿Por qué vamos a crecer mucho? El último dato dio 5,7% interanual, el desestacionalizado 0,8%, eso anualizado dice que venimos viajando a una velocidad del 10%. El primer trimestre va a estar, en torno al 6%; el segundo al 8%; el propio José Luis Daza dice: “Argentina va a ser el país que más crezca en la región, en los próximos 30 años”. El mismo Toto Caputo dice. “vamos a dejar de hablar de tazas chinas y vamos a hablar de las tasas argentinas”. De hecho, en el World Economic Outlook del Fondo ya estamos segundos en el ranking. Viene primero India, después nosotros. Entonces, ¿en base a qué decimos que vamos a crecer? Punto uno: el ajuste fiscal. El ajuste fiscal de 15 puntos del PBI eran 15 puntos del PBI del ahorro que se lo comía el sector público y ahora se le devolvió como forma de ingresos a los argentinos, que lo pueden consumir o lo pueden invertir. Eso, quieran o no, va a generar mayor expansión. Cuando ustedes más ahorren, más se invierte y más se crece. El segundo punto que no es menor, es el tema del déficit cero.
El déficit cero significa que ustedes no toman nueva deuda… Rolear deuda no es tomar nueva deuda, por favor, porque si aparece algún kirchnerista con un coeficiente intelectual debajo del de un primate “no, está tomando deuda”. Entonces es como que, a veces, la discusión con esa gente es complicada.
Bueno, ayer tuviste que lidiar con “Santongo”; Bueno, pero siente vergüenza de ser kirchnerista, qué bien lo embocaste ahí, “Manu”. Ahora, la contracara de esto es que – entonces - si la economía no crece o crece poquito la relación deuda producto entonces es decreciente, si es la relación deuda producto es no creciente o decir que queda constante o cae quiere decir que Argentina es solvente intertemporalmente; si Argentina es solvente intertemporalmente, inexorablemente, tarde o temprano el Riesgo País se tiene que desplomar, Argentina es uno de los cinco países del mundo que tienen equilibrio financiero, por lo tanto, más tarde o más temprano, Argentina va a ser investment grade.
Hago una aclaración, porque veo tantas falencias en el tema de economía internacional monetaria, de gente que se preocupa por la acumulación de reservas cuando hay tipo de cambio flexible. No sé, los libros que yo leía no mordían. Aparte recapitalizamos el Banco Central; vamos a salir a los mercados, porque el riesgo país ya está debajo de 700; además tenemos un put que nos puso el gobierno americano. ¿Pueden buscar fantasmas de verdad? Al margen de eso, aviso que la caída del Riesgo País va a hacer bajar la tasa de interés; cuando baja la tasa de interés, ojo que los países que baja la tasa de interés, ¿saben que pasa con las cuentas externas? Como el equilibrio interno implica una tasa de interés más alta, genera déficit de cuenta corriente. Pero como ese déficit de cuenta corriente lo generan los privados es un problema de los privados y se resuelve en el mercado de cambio. No se dejen llevar por los “no, yo lo vi, el déficit de cuenta corriente…”. El problema del déficit de cuenta corriente es si lo genera el déficit fiscal; si es un problema de privado, es un problema entre privados. Por favor, empiecen a sacarse los chips de esos estúpidos que hundieron a este país. O los otros: “La gente se va de viaje”. Digo, ¿qué quieren que seamos una manga de miserables, que no podemos ni movernos de la casa? ¿En verano qué hacemos, ponemos un fuentón de agua para refrescarnos? Sí, man, vamos a ser ricos y como parte de eso vamos a viajar por todo el mundo, sí. ¿Cuál es el problema si la saco del bolsillo mío? Muchos blanquearon y esa plata que blanquearon, que entra como ingreso de capitales, sí se la fueron y se la fumaron, en otro país de vacaciones. ¿Cuál es el problema?
Por favor: traten de poder identificar a los simios, bueno, no, lo del Planeta de los Simios son más inteligentes que estas bestias. Pero más allá de eso hay un trabajo maravilloso de Juan Pablo Nicolini que dice: “el déficit cero me asegura un piso de crecimiento per cápita del 4%”. Te puedo asegurar que estoy fuertemente comprometido con mantener el equilibrio fiscal, de hecho, frente al deterioro de las condiciones externas, necesitamos solamente 1.3 de superávit primario y decidí que lo pasemos a 1.6; y para tener un orden de magnitud, desde lo que estamos haciendo porque no va a faltar el pelotudo que diga: “no, pero el año pasado era 1,7”. Primero si el PBI se agranda y los intereses están siendo los mismos es menos plata, pero entonces en término de PBI es menos, pero más allá de eso hay un dato que no están contemplando es que sacamos 16 de impuestos; uno de los impuestos que sacamos fue el Impuesto País que es un 1.5 del PBI, con lo cual estamos yendo a un equivalente del año pasado de 3.1; se dan cuenta lo que pasa, lo que pasa es qué es lo que dijimos nosotros, que en la medida que la economía crezca vamos a bajar impuestos. La economía está creciendo ¿qué hacemos? bajamos impuestos somos el primer Gobierno de la historia que baje impuestos.
Pero como dice el profesor Juan Pablo Nicolini, ese trabajo que ellos hicieron solamente contempla el equilibrio fiscal. Pero ese equilibrio fiscal ustedes lo podrían haber hecho aumentando impuestos. Nosotros lo hicimos bajando gasto, por lo tanto tenemos más para crecer. Y tampoco contempla las reformas estructurales. Con lo cual -vuelvo a repetirlo, y lo voy a decir en latín - la economía argentina va a subir como pedo de buzo. No solo eso, sino que además vamos a terminar eliminando la inflación, por lo tanto la distorsión de precios relativos que mataba el crecimiento económico también va a desaparecer. Además, estamos planeando hacer una reforma tributaria que genere competencia entre las distintas provincias, es decir, que la gente empiece a votar con los pies. Miren cómo en Estados Unidos - por ejemplo- uno estaba en California, se fue a Texas. Lo hizo también Galperín. Entonces, básicamente vamos a generar competencia fiscal. Nosotros, por ejemplo, el IVA lo vamos a cobrar nuestro - el IVA nacional -, el provincial que se arreglen las provincias, y que compitan. ¿Quieren, digamos, más inversiones? Van a tener que cobrar menos impuestos. Basta de la falta de correspondencia fiscal. O sea, va a haber correspondencia fiscal ahora. ¿Querés gastar más? Cobrá impuestos. Y poné el local y mostraselo a tu gente. Y que esos impuestos tengan una contrapartida en gasto. Porque sino – probablemente - termines en la hoguera. Con suerte.
Entonces, y a todo esto le sumamos lo que estamos haciendo, en Capital Humano, la desregulación… hasta que nos vamos a convertir en el país más libre del mundo. Y además, un incremento de la apertura económica. Consecuentemente, estimados: bienvenidos a la Nueva Argentina, porque estamos haciendo Argentina grande nuevamente. ¡Que Dios los bendiga, que las fuerzas del cielo nos acompañen y viva la libertad, carajo!