Bernardino Rivadavia, el primer presidente argentino

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El 7 de febrero de 1826 el Congreso argentino designó a Bernardino Rivadavia como presidente de las Provincias Unidas del Río de La Plata. Su mandato duró un poco más de 1 año, hasta el 27 de junio de 1927, cuando presentó su renuncia, pero marcó un cambio absoluto en la manera en la que se desenvolvía al sistema político en el territorio, y es recordado hasta el día de hoy como el “Primer Presidente Argentino”.

Bernardino de la Trinidad González Rivadavia (1780-1845) nació el 20 de mayo de 1780 en Buenos Aires. De familia acaudalada, inició sus estudios en el mejor colegio de la época, el San Carlos. En 1809 se casó con Juana del Pino y Balbastro, hija del exvirrey Joaquín del Pino.

Poco después de iniciada la Revolución de Mayo, Rivadavia formó parte del Primer Triunvirato. Inspirado en pensadores liberales como Jeremy Bentham y James Mill, Rivadavia buscaba modernizar las Provincias Unidas del Río de la Plata siguiendo el modelo político francés y el económico inglés, tomando a Buenos Aires como eje de ese proceso.

Sus inicios en la vida pública datan de 1821 cuando el gobernador Martín Rodríguez lo designa como ministro de Gobierno. Desde allí, Bernardino Rivadavia, partidario de la organización nacional, encaró una serie de reformas para asegurar una paz y un marco jurídico estable para el desarrollo de negocios. En tres años desarrolló una intensa actividad con miras a cambiar la realidad de la ciudad y la provincia introduciendolas en el mundo moderno. Como ministro de Gobierno sancionó la ley de Amnistía, suprimió el Cabildo y fundó la Universidad de Buenos Aires en la cual daban cátedra profesores traídos del extranjero. También fue el primero en contraer deuda externa, al pedir un préstamo por 1 millón de libras al banco inglés Baring Brothers, que recién sería cancelada en 1904.

El 16 de diciembre de 1824 el Congreso General comenzó a funcionar y como objetivos centrales tenía el de sancionar una Constitución Nacional, una Ley de Presidencia y una Ley de Capitalización, pero las disputas entre los unitarios, básicamente representados por la provincia de Buenos Aires, y los federales, fueron dilatando un acuerdo. Finalmente, el 6 de febrero de 1826, el Congreso dictó la Ley de Presidencia que le permitió a Bernardino Rivadavia convertirse en el primer presidente argentino.

Durante su mandato, Rivadavia envió al Congreso el proyecto de Ley de Capital del Estado consiguiendo el 4 de marzo de 1826 declarar capital de la República a la Ciudad de Buenos Aires y sus alrededores, la cual quedó bajo el control del presidente y el Congreso.

Las decisiones políticas de Rivadavia provocaron tensiones, rechazos y críticas por parte de los caudillos federales, los terratenientes, la Iglesia y la burguesía residente en Buenos Aires que se negaban a perder poder. Fueron muchos los que se alzaron en su contra, otros optaron por acompañarlo hasta que la situación se volvió insostenible.

La sanción de la Constitución Argentina de 1826, de fuerte contenido unitario, rechazada por las provincias, y el fracaso por frenar la expansión del Imperio de Brasil, lo llevaron a presentar su renuncia el 27 de junio de 1827. “Me es penoso no poder exponer a la faz del mundo los motivos que justifican mi irrevocable resolución”, expresó el exmandatario.

En un clima de incertidumbre el 5 de julio de 1827 el Congreso eligió al sucesor presidencial Vicente López y Planes. Después de su renuncia, Rivadavia se retiró de la vida pública, y partió a Francia en 1829.

El primer presidente argentino falleció el 2 de septiembre de 1845 en Cadiz. Sus restos fueron repatriados en 1857 y desde 1932 reposan en un gran mausoleo dirigido en su honor en la Plaza Miserere.


Rivadavia en el Museo de la Casa Rosada

El Museo de la Casa Rosada cuenta con una colección de piezas de Bernardino Rivadavia, formada por una vajilla de porcelana adquirida por el expresidente durante su viaje a Londres para firmar el “Tratado de Amistad, Comercio y Navegación” con Gran Bretaña, entre 1815 y 1820. Este ejemplar es una pieza de porcelana de Imari, nombre que proviene de la ciudad de Imari, Japón.

Además, dentro de la colección, se encuentra un recordatorio de seda bordada perteneciente a Bernardino Rivadavia, obsequio de las alumnas del Colegio Huérfanas de Buenos Aires en 1828; una litografía “Retrato de Bernardino Rivadavia” de Narciso Desmadryl realizada en 1857 que reproduce la imagen del mandatario; y, un dibujo en lápiz, tinta y acuarela titulado “Proyecto de Mausoleo de Bernardino Rivadavia” pintado por Juan León Pallière en 1867.

Por último, el busto presidencial de Bernardino Rivadavia realizado por el escultor argentino Lucio Correa Morales (1852-1923), se encuentra en el Hall de Honor, también llamado Galería de los Bustos de la Casa Rosada, lugar donde se encuentra la explanada por la que ingresan el Presidente de la Nación, los ministros e invitados especiales.