El presidente Macri, en los festejos por el Bicentenario de la Independencia: "Es juntos y con la verdad"

Al cumplirse 200 años de la Independencia, el Presidente transmitió un mensaje de unión, paz y compromiso desde Tucumán.

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“Porque hay muchos argentinos que no pueden esperar más, merecemos un futuro mejor. Es juntos, es acá y ahora porque esta fuerza no la podemos perder, con la verdad, con la solidaridad, y el respeto”, afirmó el presidente Mauricio Macri al encabezar el acto central por los 200 años de la Declaración de la Independencia que se realizó en la ciudad de San Miguel de Tucumán.

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“Y lo que necesitamos todos es tener la grandeza de saber escuchar, de trabajar en equipo, porque solo así, juntos, vamos a recorrer esa brecha que nos duele entre la Argentina que somos y la que podemos ser y que vamos a ser”, puntualizó el Presidente en un discurso que pronunció frente a la Histórica Casa de Tucumán.

 

El Jefe de Estado firmó un acta con los gobernadores en que se comprometieron a que el trayecto hacia tercer centenario sea del “diálogo y la convivencia, el del fin de las injusticias y el cumplimiento estricto de nuestra constitución nacional, en paz, en unión y en libertad”.

El Presidente resaltó los valores de los héroes de la Independencia, hizo un llamado a la sociedad para reiniciar el camino hacia el futuro y marcó las medidas que adoptó el gobierno en sus primeros siete meses orientadas a la producción, la creación de empleo y la educación, entre otros objetivos salientes.

“Siete meses es nada comparados a los 200 años y nada de los que vendrán, pero estoy convencido de que en este tiempo hemos aprendido a escucharnos más, de que hemos emprendido el camino del progreso; falta muchísimo, pero lo importante es que cada día estemos un poco mejor”, remarcó.

El presidente pidió que, así como lo hicieron los argentinos hace 200 años, “seamos protagonistas, nos tengamos fe, creamos en nosotros mismo, en nuestra capacidad de hacer, de crecer y de desarrollar, porque claramente la tenemos”.

Solicitó, además, que “no tengamos miedo, no escuchemos a aquellos que se han enfermando con el poder” porque “ya comenzamos a caminar en la dirección hacia un futuro mejor, y con otros valores: de la cultura del trabajo, del esfuerzo personal, del diálogo, tratando de encontrar soluciones comunes”.

“Yo me comprometo a que decirles la verdad, que es exigente, que es dura, que nos desafía, porque tenemos que reconocer lo que nos pasa y ahí resolverlo”, remarcó.

“Pero hoy en el comienzo de estos segundos 200 años, no alcanza con que yo les diga la verdad, les tengo que pedir que la verdad sea algo que gobierne entre todos nosotros, que sea moneda de cambio de todos los días”, añadió.

El Jefe de Estado advirtió que los argentinos “tenemos que alejarnos, de eso que nos inculcaron de una viveza criolla mal entendida, que el vivo, el que saca ventaja, el que engaña es al que le va mejor”.

Tras apelar al spot institucional “empanada” que lanzó recientemente el Gobierno para señalar que a veces algo tan simple requiere del trabajo en conjunto, el Presidente recordó que el país “es como una gran familia” y lo que haga bien o mal cada integrante de ella repercutirá sobre los demás.

En ese sentido, pidió que “que cada uno de nosotros dé lo mejor de sí” y mencionó a los alumnos por esforzarse para aprender, a los maestros para exigirles y evaluarlos y, al mismo tiempo, ser evaluados ellos, como también respetar “la cultura del trabajo que lleva al camino de la dignidad, de la autoestima y de la felicidad”.

“Y nosotros los que nos toca conducir desde la política tenemos más responsabilidad, tenemos que dar ejemplo en el diálogo, la cercanía, la austeridad y en la transparencia”, aseguró.

“Necesitamos que cada uno de nuestros gobiernos, municipales, provinciales y la nación se transformen en un gobierno abierto para que cada argentino pueda saber hasta el último centavo en qué invertimos su dinero, y también entender que es más importante invertir que gastar”, puntualizó.

Les habló también a los jueces que “tienen tan importante labor, que es defender el valor de la ley, la Constitución, terminar con la impunidad, cuidar el valor de la palabra, porque son los que consolidan nuestro sistema institucional”.

“Por eso, la verdad, la solidaridad entendida como este concepto más amplio, porque los argentinos hemos sido siempre muy solidarios en la tragedia y la emergencia, pero este es un concepto más amplio, es lo que permite que se amalgame todo con algo que es una fuerza imparable: la confianza”, dijo.

Así como lo mencionó anoche en la Vigilia de los 200 años, en Humahuaca, Macri señaló que “este punto de partida es especialmente difícil porque encontramos un país y un Estado realmente muy castigado por la mentira y la corrupción que nos sigue irritando todas las semanas”.

Dijo que las decisiones, “algunas duras” que debió tomar el Gobierno, no tenían alternativas pero señaló que hubo de parte del Estado una clara protección a los sectores más vulnerables, con la universalización de las asignaciones, las tarifas sociales y las jubilaciones, “intentando que todos creemos ese puente entre el hoy y el futuro”.

“Pero también hemos tomado medidas para destrabar nuestra economía y empezar a crecer después de cinco años de estancamiento. Y las primeras inversiones comienzan a llegar y los primeros nuevos empleos se empiezan a generar”, destacó Macri.

Apuntó, en ese aspecto, el “desborde de interés” hacia la Argentina de varios países, especialmente Alemania, que quedó evidenciado en su reciente gira por Europa y en la que hizo la vicepresidente Gabriela Michetti por Asia.

“El mundo se ha interesado en nosotros y nos quiere acompañar, somos un pueblo independiente y libre y depende de nosotros que le planteemos el proyecto y le marquemos el rumbo”, afirmó.

El presidente encabezó el desarrollo de los actos por los 200 años junto a la vicepresidente, Gabriela Michetti, gobernadores, legisladores, autoridades judiciales y otros funcionarios nacionales y de las provincias.

La actividad comenzó, cuando el Jefe de Estado recibió en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno tucumana, junto a Michetti y el gobernador Juan Manssur, el saludo de los mandatarios provinciales, de los presidentes de los poderes del Estado y de las delegaciones extranjeras.

Lo hicieron el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y los gobernadores María Eugenia Vidal (Buenos Aires), Lucía Corpacci (Catamarca), Domingo Peppo (Chaco), Juan Schiaretti (Córdoba), Ricardo Colombi (Corrientes), Gustavo Bordet (Entre Ríos), Gildo Insfrán (Formosa), Gerardo Morales (Jujuy), Carlos Verna (La Pampa), Sergio Casas (La Rioja), Alfredo Cornejo (Mendoza), Hugo Passalacqua (Misiones), Omar Gutiérrez (Neuquén), Alberto Weretilneck (Río Negro), Juan Manuel Urtubey (Salta), Sergio Uñac (San Juan), Miguel Lifschitz (Santa Fe), Claudia Ledesma Abdala de Zamora (Santiago del Estero), Rosana Bertone (Tierra del Fuego).

También felicitaron a Macri los vicegobernadores de Chubut, Mariano Arcioni; y de Santa Cruz, Pablo González; el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, y los presidentes de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, y de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, y el intendente de San Miguel de Tucumán, Germán Alfaro.

Luego, acompañado por la canciller Susana Malcorra, el presidente Macri recibió el saludo de los representantes de la delegaciones extranjeras: el rey emérito de España, Juan Carlos; los vicepresidentes de Bolivia, Álvaro García Linera, y de Uruguay, Raúl Sendic; el presidente de la Corte Suprema de Chile, Hugo Dolmestch; el ministro de Defensa de Brasil, Raúl Jungmann, la ministra de relaciones exteriores de Perú, Ana María Liliana Sánchez Vargas, y el viceministro de Asuntos Exteriores de Italia, Mario Gird.

Seguidamente, en las escalinatas de la Casa de Gobierno provincial, Macri autorizó el izamiento de la Bandera Nacional y el de la insignia Histórica de la Libertad Civil, mientras la Banda militar “Coronel Bonifacio Ruiz de Llanos” del Regimiento de Caballería de Exploración de Montaña ejecutó el Himno Nacional. Se dispararon las 21 salvas de cañón.

Macri, junto a su esposa, la primera dama Juliana Awada, y los participantes del acto oficial asistieron después al Te Deum que ofició el obispo de Tucumán, monseñor Alfredo Zecca, en la Catedral de la capital provincial, con la presencia de representantes de otros credos.

En el tramo final de la misa, el obispo de Chascomús, Carlos Malfa, leyó la carta que el Papa Francisco le envió al presidente de la Conferencia Episcopal Argentina y arzobispo de Santa Fe, monseñor José María Arancedo, con motivo de la celebración.

Finalizado el oficio, el Jefe de Estado se trasladó a la Casa Histórica, donde se firmó la Independencia, y, junto a los gobernadores, las autoridades legislativas y judiciales y las delegaciones extranjeras, homenajeó a los próceres de 1816.

Macri y Michetti refrendaron el “Acta acuerdo 200 años de Independencia” que firmaron los gobernadores y que en su párrafo final manifiesta: “Nuestro primer siglo fue el de la emancipación y la organización nacional. El segundo fue el de la conquista de los derechos y la democracia. Hagamos juntos que el tercero sea el del diálogo y la convivencia, el del fin de las injusticias y el cumplimiento estricto de nuestra constitución nacional. En paz, en unión y en libertad. Viva la patria”.

Luego del discurso, que el Presidente pronunció frente al jefe de Gabinete, Marcos Peña, ministros y secretarios de Gobierno, se realizó el desfile cívico-militar que abrieron estudiantes de escuelas públicas y que siguió con la marcha de las columnas de tropas por la avenida Mate de Luna.

A la orden del coronel mayor Juan Manuel Pulleiro, desfilaron la Agrupación de Banderas; el Regimiento de Granaderos a Caballo, la Fuerza Aérea Argentina, el Ejército, Fuerzas de Seguridad y veteranos de guerra, para finalizar con agrupaciones gauchas, tradicionalistas y de las comunidades.